Peter Brook presenta su denuncia de los 'guetos' de la emigraci¨®n
El director estrena en Avi?on su montaje de la obra 'Sizwe Banzi est mort'
Peter Brook (Londres, 1925) es una de las grandes figuras del teatro contempor¨¢neo. Durante m¨¢s de 25 a?os firm¨® las puestas en escena de referencia de la Royal Shakespeare Company, y gracias a ¨¦l la tradici¨®n teatral occidental se ha abierto a Oriente, a la India y al continente africano. Desde Par¨ªs, ha acogido a actores y a autores venidos de lejos, se ha sumergido en el Mah?bh?rata o ha hecho un destilado de Carmen. Ahora acude al 60? Festival de Avi?¨®n con Sizwe Banzi est mort, una obra escrita por un blanco y dos negros (Athol Fugard, John Kani y Winston Ntshona) hace 30 a?os sobre la vida cotidiana en los townships que el director devuelve a la actualidad.
"El tema que se aborda en Sizwe Banzi est mort es de absoluta actualidad", explica Brook, "pues si los autores se interesan por los problemas que genera entre los habitantes de las townships la obligatoriedad de tener un pasaporte para poder moverse, hoy en d¨ªa el 80% de la poblaci¨®n necesita papeles para vivir. No basta con estar ah¨ª, con estar vivo, se necesitan documentos para tener existencia legal. La obra de Fugard, Kani y Ntshona nos hace comprender mejor lo que hoy vivimos y nos lo relaciona con lo que ocurr¨ªa en ?frica del Sur en ¨¦poca del apartheid".
Concebida como una obra de combate y urgencia, ahora se presenta en Avi?¨®n en la escuela de la Trillade, en un barrio popular y de emigrantes. "Me satisface estrenar este montaje en una escuela y en un suburbio y no en uno de los lugares m¨ªticos del festival porque la obra y nosotros hablamos de un teatro que se est¨¢ haciendo ahora, en la inmediatez de una situaci¨®n pol¨ªtica precisa. No quiero que el espectador compare lo que est¨¢ viendo con lo que ha podido ver en otros escenarios sino que se meta dentro de lo que pasa en escena, que viva la obra como si fuese una primera vez y se olvide de los autores y del director. Si hoy podemos seguir montando Shakespeare es porque no ha pasado de moda. Hacerlo porque es eso que llaman un cl¨¢sico me parece un error".
Actores africanos
Peter Brook dice todo eso, expresa su radicalidad art¨ªstica, de modo pausado, sin levantar la voz, sonriendo y sin ganas de provocar ni de dar lecciones a nadie. Pero en ¨¦l todos los pasos son ejemplares, en el mejor sentido del adjetivo: "No pod¨ªa trabajar con actores negros surafricanos para Sizwe Banzi est mort porque hac¨ªa falta ser bien comprendidos por un p¨²blico franc¨¦s. Por eso he recurrido a dos actores africanos franc¨®fonos, uno de Mal¨ª, el otro del Congo. Con ellos la obra es distinta porque la colonizaci¨®n que han sufrido los unos y los otros tambi¨¦n es distinta. Los colonizadores franceses dejaron sobrevivir tradiciones que los colonizadores brit¨¢nicos destruyeron".
Sobre lo que aportan Habib Demb¨¦l¨¦ y Pitcho Womba Konga con su simple presencia f¨ªsica, Brook puede discurrir largo y tendido. "Cuando mont¨¦ La tempestad, los personajes que est¨¢n en contacto con los esp¨ªritus, Pr¨®spero y Ariel, fueron interpretados por actores africanos porque ellos pod¨ªan aportar a la escena el conocimiento que tienen, desde que nacen, de ese mundo de los esp¨ªritus. En la ¨¦poca de Shakespeare en Inglaterra los campesinos ten¨ªan un contacto directo con la naturaleza, con los ¨¢rboles, con los vientos. Eran brujos y brujas. Su cuerpo era sensible al mundo de lo oculto. Eso lo hemos perdido y el buen teatro occidental, a partir de los a?os sesenta, ha intentado recuperarlo a trav¨¦s de esa b¨²squeda que se bautiz¨® como expresi¨®n corporal. En ?frica, los actores no necesitan dos horas de preparaci¨®n para que su cuerpo est¨¦ disponible para expresar la experiencia que han vivido. El trabajo de un actor consiste en poner de relieve lo que normalmente pasa desapercibido. Para Habib Demb¨¦l¨¦ y Pitcho Womba Konga eso es evidente".
Reh¨²ye las grandes palabras, la gesticulaci¨®n del intelectual comprometido. "El racismo, tal y como lo conocemos hoy, es una realidad contra la que hay que seguir combatiendo. Pero con el ejemplo, no con palabrer¨ªa", dice Brook, que lleva d¨¦cadas colaborando con artistas africanos, japoneses o indios.
Recuerda cuando conoci¨® a Kani y Ntshona -"vinieron a Londres clandestinamente para presentar, en 1973, una pieza sobre la prisi¨®n de Robben Island, la misma en la que estaba detenido Mandela. En su pa¨ªs, Sur¨¢frica, no pod¨ªan interpretar. Cuando regresaron, fueron detenidos"- y no puede dejar de evocar el impacto que caus¨® entre el p¨²blico londinense el mensaje directo de quien habla de una realidad angustiosa y lo hace como parte implicada. "Cuando la ¨¦poca o la circunstancia no hacen surgir esa expresi¨®n directa, recurrimos a los autores", resume.
El nuevo montaje de Sizwe Banzi es mort, que se representa en Avi?¨®n hasta el pr¨®ximo d¨ªa 27, viajar¨¢ a Espa?a en septiembre (Girona, Terrassa) y en octubre (Reus, y Festival de Oto?o de Madrid).
Circo y poes¨ªa
Peter Brook es un personaje emblem¨¢tico de la edici¨®n 2006 del Festival de Teatro de Avi?¨®n, que se quiere abierta a los cuatros puntos cardinales y re¨²ne en la ciudad de los Papas obras impregnadas de la cultura japonesa, rusa, argentina, estadounidense, surafricana, centro-europea, flamenca o francesa; tradiciones distintas revisitadas por directores o actores que pertenecen a otro mundo. No se trata de mestizaje o fusi¨®n sino de curiosidad y respeto.
De momento, para abrir boca, todo ha comenzado con el ballet ecuestre de Bartabas y sus jinetes, con Battuta, que sucede a dos espect¨¢culos muy sobrevalorados: Triptyk (2000) y Loungta. Les chevaux du vent (2003). Bartabas es un inventor, puso en marcha el circo Aligre y la renovaci¨®n que comport¨® a finales de los setenta; luego cre¨® un "cabaret ecuestre" y su talento como jinete y para la doma deslumbr¨®. Sin embargo, desde hace a?os, a Bartabas no le bastaba con eso y quer¨ªa ser reconocido como artista, como creador de belleza ef¨ªmera. Para lograrlo se empe?¨® en convocar la poes¨ªa por la fuerza, arrastrarla a la pista entre dos guardias civiles. A veces ella se prestaba al juego pero en la mayor¨ªa de las oportunidades los tricornios le apretaban tanto las esposas que la musa, apresurada, le vend¨ªa sus artificios m¨¢s gastados: lunas rielando en el lago, trajes de novia manchados de sangre y toda la panoplia kitsch de los almacenes del esp¨ªritu.
En Battuta -espect¨¢culo que inaugur¨® el pasado jueves el festival-, lo que hay son caballos que galopan, jinetes que montan y desmontan sin detener los corceles, que dan saltos mortales sobre su grupa, que se suceden al ritmo desenfrenado que marcan una fanfarria moldava y un taraf (grupo de cuerda) transilvano. Circo puro. De pronto, como un destello, la poes¨ªa cruza la pista. M¨¢gico.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.