Madrid, a la cola del pelot¨®n
Unas 3.500 personas se desplazan cada d¨ªa por la capital en bicicleta
"Durante muchos a?os viv¨ª en un coche. En ¨¦l me pasaba casi las 24 horas del d¨ªa. Era comercial. As¨ª que iba de aqu¨ª para all¨¢ en mi Renault 9. No era feliz. En 1991 decid¨ª cambiar de vida. Me baj¨¦ del coche y me mont¨¦ en la bici. Cambi¨¦ de trabajo y me fui lejos de la ciudad. Ahora soy otro". Juan Merallo ha hecho de la bicicleta un modo de vida. ?l forma parte del colectivo Pedalibre, que defiende el uso de este modo de transporte en las grandes ciudades.
Merallo calcula que al a?o se hace unos 7.500 kil¨®metros sobre dos ruedas. Cuando dej¨® Madrid se compr¨® una casa en Alovera (Guadalajara). "Pero cada d¨ªa vengo a trabajar a la imprenta municipal. Salgo de mi casa en mi bici y en ella recorro los dos kil¨®metros que hay hasta la estaci¨®n de Azuqueca. Tardo ocho minutos. All¨ª subo al tren hasta Atocha y luego vuelvo a coger la bici para llegar a Tirso de Molina, donde trabajo", explica.
En los dos ¨²ltimos a?os no ha habido ninguna muerte por accidente en bici
Seg¨²n los expertos, es necesario facilitar el paso de los ciclistas por las grandes calles
Tiene una Orbea que le ha costado 600 euros que se dobla y aparca en cualquier lado. "Las hay hasta por 300 euros". No lleva casco. Dice que lo mejor es aprender a circular por las calles atascadas de coches. "Entiendo que la gente en principio pueda tener miedo pero la bicicleta es segura. Lo que hace falta es impartir cursos de educaci¨®n vial", dice. Seg¨²n la Polic¨ªa Municipal, en 2005 se registraron 169 accidentes de los cuales s¨®lo cinco fueron graves, aunque no hubo ning¨²n fallecido. En lo que va de a?o se han contabilizado 86 accidentes, tambi¨¦n sin muertes.
Merallo confiesa estar acostumbrado a que la gente se le quede mirando y le diga: "Pero ?ad¨®nde vas en bicicleta?". "Yo paso de los comentarios. Soy feliz. La gente vive estresada y yo no s¨¦ que es eso. F¨ªsicamente me encuentro muy bien. No tengo nada de colesterol y mi coraz¨®n est¨¢ fuerte", agrega.
"La pol¨ªtica en favor de la bicicleta no ha existido en Madrid. Es una de las asignaturas pendientes en la movilidad de esta ciudad. Pero no se puede hacer una pol¨ªtica a favor de la bicicleta si no va acompa?ada de otras medidas", asegura Alfonso Sanz, matem¨¢tico, ge¨®grafo y t¨¦cnico urbanista, conocido como el sabio de la bicicleta. Es adem¨¢s el art¨ªfice del carril-bici d eSan Sebasti¨¢n. Frente a las grandes infraestructuras y los grandes atascos, ¨¦l propone integrar este transporte no motorizado como una alternativa m¨¢s en las grandes ciudades.
Cada d¨ªa en Madrid entran y salen un mill¨®n de veh¨ªculos. Sanz asegura que para fomentar el uso de la bicicleta es necesario acometer un plan integral de tr¨¢fico respetuoso con el medio ambiente. Algo que la capital no tiene. El Ayuntamiento comenz¨® a construir un carril-bici a ra¨ªz del proyecto ol¨ªmpico. Pero Sanz considera que hay grandes contradicciones. "Por un lado se dice que se est¨¢ intentando que no entren veh¨ªculos en la ciudad, que aparquen con alg¨²n tipo de disuasi¨®n, y por otro, se hace la M-30", puntualiza.
Hay ciudades en Holanda en las que la mitad de los desplazamientos se hacen en bici. En Madrid no hay ni datos. Pedalibre asegura que, seg¨²n sus estudios, 3.500 personas se mueven cada d¨ªa por la ciudad en bicicleta.
La apuesta por este medio de transporte no motorizado ya se ha emprendido con decisi¨®n en otras ciudades europeas. "Londres es una urbe muy extensa, pero tiene una pol¨ªtica de promoci¨®n de la bicicleta m¨¢s potente que la madrile?a. Y Par¨ªs est¨¢ haciendo tambi¨¦n muchas cosas. La bicicleta no es un medio universal, como no lo es el autom¨®vil. A la gente le da miedo montar en bicicleta por la ciudad porque no es seguro. Parece necesario construir carriles bus-bici", recomienda Juan Merallo.
"Hay algunas ciudades europeas que ya lo est¨¢n haciendo con carriles m¨¢s anchos. Es una posibilidad para hacer menos peligroso su uso. Lo que pasa es que esto s¨®lo se puede acometer en ciudades de mucha madurez en el uso de la bicicleta", afirma Sanz. "Si se quiere incluir un nuevo medio de transporte en una ciudad es necesario tocar a los coches. Por ah¨ª es por donde van las grandes ciudades europeas, Par¨ªs, Berl¨ªn y Londres. Par¨ªs se est¨¢ planteando quitar carriles a los coches y restricciones de velocidad para facilitar la integraci¨®n de las bicis. Londres tiene muchas v¨ªas ciclistas y est¨¢ implantado el peaje para disuadir del uso coche", a?ade.
En Madrid, seg¨²n Sanz, es necesario hacer una serie de ejes: "Por ejemplo, en la Castellana de norte a sur, otro en Arturo Soria hasta Garc¨ªa Noblejas. Hay que hacer algo alrededor de la M-30 y otros trazados este-oeste. Hay que abordar este tipo de recorridos base y luego pensar en c¨®mo ¨¦stos conectar¨¢n con los barrios", concluye.
62 kil¨®metros de carril-bici
El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, se ha comprometido a construir al menos 30 kil¨®metros de carriles-bici cada a?o hasta 2012. Desplazarse sobre dos ruedas por la ciudad no ser¨¢ una quimera. Al impulso dado por la candidatura ol¨ªmpica, se unen los planes espec¨ªficos dise?ados por la Concejal¨ªa de Urbanismo que intenta introducir este medio de transporte en la ciudad como algo cotidiano.
El anillo verde ciclista tendr¨¢ 62 kil¨®metros de longitud cuando est¨¦ acabado. La fecha fijada es el verano de 2007. La primera parte del desarrollo fue de 17,7 kil¨®metros, a la que sigui¨® una de 15 kil¨®metros y una tercera que est¨¢ en fase de preparaci¨®n de 30 kil¨®metros m¨¢s. A partir de ese circuito, Urbanismo, de acuerdo con Madrid 2012, impulsar¨¢ una ampliaci¨®n de estas rutas.
El anillo verde ciclista unir¨¢ todas las instalaciones ol¨ªmpicas y adem¨¢s todas las grandes zonas verdes de la ciudad. Partiendo de la Casa de Campo, se podr¨¢ llegar a Valdebebas pasando por el parque de Aluche, Las Cruces, Pradolongo, Tierno Galv¨¢n, Dehesa Ol¨ªmpica y Juan Carlos I. Los responsables de este proyecto han querido dar un contenido medioambiental a estas zonas, de tal manera que en ellas se aplicar¨¢n todos los criterios de construcci¨®n ecol¨®gica. As¨ª, los pavimentos se levantar¨¢n con materiales amigables y en algunos casos habr¨¢ zonas tratadas con el material de neum¨¢ticos reciclados a modo de firmes.
Los datos que maneja la Concejal¨ªa de Urbanismo indican que la bicicleta tiene miles de usuarios de toda edad y condici¨®n. Estos mismos estudios se?alan que estos carriles-bici de la ciudad son para muchos madrile?os desconocidos, y aun as¨ª se calcula que en un s¨¢bado pasan cada hora por ellos una media de 500 bicicletas.
Pilar Mart¨ªnez, concejal de Urbanismo, tiene ya encima de su mesa el borrador de un plan director de circulaci¨®n en bicicleta para Madrid. "?ste es el documento de partida a trav¨¦s del que desarrollaremos todas estas pol¨ªticas", se?ala.
As¨ª se promover¨¢, seg¨²n el Ayuntamiento, la conservaci¨®n de v¨ªas y carriles-bici, planes ambientales relacionados con esta actividad. Tambi¨¦n se crear¨¢ un observatorio de la bicicleta de Madrid, un programa de promoci¨®n del uso de este transporte, otro de
Al colegio en bicicleta,
se implantar¨¢ un abono transportes combinado y se construir¨¢n aparcamientos espec¨ªficos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
