Donar ¨®vulos, altruismo con recompensa
Las cl¨ªnicas pagan entre 600 y 1.000 euros a t¨ªtulo compensatorio por cada extracci¨®n
Joven, universitaria y sin cargas familiares. ?ste es a grandes rasgos el perfil medio de las casi 8.000 mujeres que cada a?o ceden sus ovocitos para que otra pueda tener un hijo. A la gran mayor¨ªa les mueven razones altruistas, un sentimiento de solidaridad y aquello de "hoy por ti, ma?ana por m¨ª", porque, al actual ritmo de vida, es posible que algunas de las donantes de hoy, ma?ana sean receptoras. S¨®lo en Espa?a m¨¢s de 600.000 parejas tienen problemas de infertilidad y cada a?o se diagnostican 16.000 nuevas parejas con dificultades para tener hijos.
Sin embargo, la cesi¨®n de ovocitos con fines ¨²nicamente reproductivos parece estar siempre bajo sospecha. La compensaci¨®n econ¨®mica para la donante, que oscila entre los 600 y los 1.000 euros, y el car¨¢cter privado de las cl¨ªnicas de reproducci¨®n asistida hacen que persistan dudas sobre la transparencia en la captaci¨®n de las donantes y su funci¨®n sanitaria.
Los programas de donaci¨®n de ¨®vulos s¨®lo existen en la medicina privada
El n¨²mero de donantes aument¨® tras regularse en 1998 la posibilidad de contraprestaci¨®n
La reciente aprobaci¨®n de la ley sobre reproducci¨®n asistida (Ley14/2006) parece haber aclarado, en parte, la vertiente cremat¨ªstica de la donaci¨®n de ovocitos. La ley establece que la cesi¨®n nunca tendr¨¢ car¨¢cter lucrativo o comercial y habla de una compensaci¨®n econ¨®mica resarcitoria cuyo fin es compensar estrictamente las molestias f¨ªsicas y los gastos de desplazamiento y laborales que se puedan derivar de la donaci¨®n. En cualquier caso, no debe suponer un incentivo econ¨®mico.
"La cuesti¨®n econ¨®mica es un tema recurrente que confronta dos posiciones bien diferenciadas: los que desconocen el proceso de donaci¨®n y/o est¨¢n en contra y lo atacan por la v¨ªa de criticar la compensaci¨®n econ¨®mica, y aquellos que saben lo que supone donar ovocitos", explica Sim¨®n Marina, director del Instituto de Reproducci¨®n CEFER de Barcelona. Marina recuerda que la donaci¨®n de ovocitos requiere un compromiso y un esfuerzo de la donante, desplazamientos al centro m¨¦dico, una serie de inyecciones diarias y sedaci¨®n para la punci¨®n folicular y extracci¨®n de los ovocitos.
La compensaci¨®n econ¨®mica oscila entre 600 y 1.000 euros. "Se han acordado unas cantidades de forma t¨¢cita y, afortunadamente, podemos asegurar que no existe en Espa?a un mercado de compraventa de ovocitos", afirma Rafael Bernab¨¦u, director del Instituto Bernab¨¦u de Alicante y presidente de la Asociaci¨®n Nacional de Cl¨ªnicas de Reproducci¨®n Asistida (Anacer). Lo mismo piensa Juan Garc¨ªa Velasco, director del Instituto Valenciano de Infertilidad de Madrid (IVI): "La donaci¨®n en Espa?a es como establece la ley, altruista y gratuita; no existe mercadeo de ovocitos".
La Comisi¨®n Nacional de Reproducci¨®n Asistida aprob¨® en 1998 la cifra de 600 euros como compensaci¨®n por los gastos y las molestias de la donante y las cantidades estipuladas en cada centro son un poco superiores. El Instituto Bernab¨¦u, el Instituto de Reproducci¨®n CEFER y el Instituto Dexeus de Barcelona recompensan con 900 euros cada donaci¨®n, mientras que en el IVI la cantidad oscila entre los 600 y 700.
Sim¨®n Marina afirma que no existe una pugna en la compensaci¨®n econ¨®mica entre los distintos centros y si se produjese ser¨ªa sancionable. "Tampoco podemos ser cicateros con estas j¨®venes que permiten tanta maternidad deseada. El donante de semen que recibe 50 euros por donaci¨®n, si lo hiciera 20 veces, recibir¨ªa 1.000 euros, m¨¢s que la donante de ovocitos y no tiene que someterse a una inyecci¨®n ni a una sedaci¨®n. La sociedad debe agradecer a estas mujeres su generosidad, que no es menor porque reciban una compensaci¨®n por las molestias".
"Los 900 euros que se dan en mi centro se han establecido despu¨¦s de calcular los gastos de los desplazamientos y el tiempo que ha de dedicar la donante, teniendo en cuenta lo que ganar¨ªa si trabajase como canguro", explica Marina. La compensaci¨®n es independiente del n¨²mero de ovocitos obtenidos y todas las donantes reciben la misma cantidad. "Si se proh¨ªbe toda compensaci¨®n econ¨®mica, se proh¨ªbe, en la pr¨¢ctica, la donaci¨®n", concluye Marina.
Para Garc¨ªa Velasco, "las donantes no lo ser¨ªan exclusivamente por una cuesti¨®n altruista, pero tampoco s¨®lo por la compensaci¨®n econ¨®mica. La motivaci¨®n tiene que ser otra". ?Y cu¨¢l puede ser dicha motivaci¨®n? Cristina tiene 21 a?os y es la segunda vez que dona en una cl¨ªnica de Barcelona. Con 16 ya hab¨ªa decidido que cuando fuera mayor de edad donar¨ªa ovocitos porque, "si yo estuviera en la misma situaci¨®n, me gustar¨ªa que alguien hiciera lo mismo. Una donaci¨®n consiste en eso, dar sin esperar nada a cambio". En su caso se puede decir que sus motivos parecen ser puramente altruistas; de hecho, considera que la compensaci¨®n econ¨®mica que recibi¨®, 900 euros, puede ser excesiva. "Mi caso es particular porque yo ten¨ªa tiempo libre y el proceso de donaci¨®n no supuso una molestia importante en mi vida. Con la mitad ya ser¨ªa suficiente". Sin embargo, reconoce que hay algunas chicas que lo hacen porque el dinero les viene muy bien para pagarse sus estudios.
Lo cierto es que desde que existe dicha compensaci¨®n econ¨®mica se ha detectado un incremento importante en el n¨²mero de donantes. As¨ª lo reconoce Montse Boada, coordinadora del Programa de Fecundaci¨®n in vitro y Donaci¨®n de Ovocitos de USP Instituto Universitario Dexeus, de Barcelona, el primer centro en Espa?a que cont¨® con un programa de donaci¨®n de ovocitos. "Las donaciones eran insuficientes para la lista de espera; cuando en 1998 se regul¨® la posibilidad de compensaci¨®n econ¨®mica, aument¨® la tasa de donaci¨®n".
Las cifras as¨ª lo muestran: en lo que va de 2006 ya se han producido m¨¢s de 500 donaciones en dicho centro. Algo han tenido que ver tambi¨¦n las campa?as de captaci¨®n que hacen los centros en la universidad o a trav¨¦s de la radio.
Sin embargo ceder ovocitos no es tan simple. No todas las mujeres pueden ser donantes. La ley establece que deben reunir una serie de requisitos: ser mayor de edad, buen estado de salud psicof¨ªsico y plena capacidad de obrar. "Debe tener entre 18 y 35 a?os -cuanto m¨¢s joven, mejor es la calidad de los ovocitos-, una funci¨®n ovulatoria normal, no padecer ni ella ni sus familiares m¨¢s pr¨®ximos ninguna malformaci¨®n, enfermedad gen¨¦tica, cong¨¦nita ni hereditaria, y no sufrir alteraciones o enfermedades de transmisi¨®n sexual", explica Bernab¨¦u. Algunos centros incorporan adem¨¢s un test psiqui¨¢trico y una prueba de fibrosis qu¨ªstica.
El proceso de donaci¨®n, que la donante puede interrumpir en cualquier momento, es cada vez m¨¢s sencillo y seguro. Tras una primera fase de estimulaci¨®n ov¨¢rica, de una duraci¨®n de 10 d¨ªas, que es controlado en todo momento por ecograf¨ªas ginecol¨®gicas, le sigue la extracci¨®n de ovocitos mediante una intervenci¨®n con sedaci¨®n que permite que la donante se marche a su casa a los 20 o 30 minutos.
La realidad es que el 40% de las donantes, al ser informadas del proceso, desiste a pesar de la gratificaci¨®n. Aun as¨ª, la cifra de donaciones es muy alta si se compara con la de otros pa¨ªses. Pero, ?por qu¨¦ hay tantas donaciones en Espa?a? "Es posible que sea una herencia del sistema de donaci¨®n espa?ol", se?ala Garc¨ªa Velasco. "Muchas de las donantes de ovocitos lo son tambi¨¦n de sangre o de ¨®rganos", reconoce Bernab¨¦u. Como Cristina, que est¨¢ pensando donar sus ojos en el futuro.
Anonimato, confidencialidad, gratuidad y ausencia de v¨ªnculo entre la donante y la receptora. ?stas son las caracter¨ªsticas esenciales del contrato por escrito que se establece entre el centro de salud reproductiva. "Los centros con programas de donaci¨®n explican con detalle todos los aspectos", se?ala Cristina, que recuerda que su novio todav¨ªa le pregunta si no tiene curiosidad por conocer a sus posibles hijos. "No hay v¨ªnculo", destaca Boada. "Ni siquiera saben si se ha producido o no un embarazo. Donan ovocitos como donan sangre. La mayor¨ªa no quiere saber nada m¨¢s y no suelen volver".
Los programas de donantes de ovocitos s¨®lo existen en la medicina privada y no son una prioridad para el sistema p¨²blico que, seg¨²n Antonio Gons¨¢lvez, de la Unidad de Reproducci¨®n Humana del Hospital 12 de Octubre, de Madrid, s¨®lo atiende el 10% de la demanda de reproducci¨®n asistida. "No existen programas de donaci¨®n de ovocitos como tal, aunque algunos centros est¨¢n investigando la posibilidad de emplear los ovocitos de pacientes escogidas que han sido sometidas a fertilizaci¨®n. Sin embargo, lo m¨¢s probable es que los resultados no sean muy buenos", a?ade Gons¨¢lvez.
El registro que no llega
Uno de los puntos m¨¢s controvertidos de la nueva Ley de Reproducci¨®n Asistida se refiere al n¨²mero de hijos nacidos a partir de una ¨²nica donante y a la forma en la que se pueden y deben verificar estos datos. "La ley no delimita el n¨²mero de donaciones -aunque desaconsejamos m¨¢s de tres- sino el de hijos nacidos a partir de una donante para evitar problemas de consanguinidad. Yo puedo controlar los datos de mi centro, pero no s¨¦ si lo que me dice la donante es siempre cierto", explica Montse Boada, del Instituto Dexeus, de Barcelona.
De acuerdo con la ley, es la donante la que debe declarar en cada donaci¨®n si ya lo ha hecho previamente, en qu¨¦ condiciones y en qu¨¦ centro. Pero la responsabilidad de comprobar la identidad de la donante y de las consecuencias de las donaciones anteriores corresponde a los centros de reproducci¨®n asistida. Para ello se ha de crear un Registro Nacional de Donantes donde podr¨¢n comprobarse estos datos, y un Registro Nacional de Centros.
"El registro de donantes sigue siendo una entelequia", afirma Rafael Bernab¨¦u, del Instituto Bernab¨¦u de Alicante. La responsabilidad es de la Administraci¨®n "que debe desarrollar un registro codificado y encripatado". Lo mismo opina Sim¨®n Marina, del Instituto de Reproducci¨®n CEFER de Barcelona. "Corresponde a la Administraci¨®n organizar el registro. De otra forma, no tenemos posibilidad de saber si la donante ya ha tenido 6 hijos y, aunque la compensaci¨®n econ¨®mica no justifique por s¨ª sola donar muchas veces, deber¨ªamos disponer de esa informaci¨®n".
Para Boada, sin un registro es imposible comprobar si de una donante han nacido m¨¢s de seis hijos: "Aunque la ley pretende que se organicen los centros, la responsabilidad es de la Administraci¨®n y parece que no ha habido voluntad pol¨ªtica". "Afortunadamente la donante suele ser en la mayor¨ªa de los casos la m¨¢s responsable y no suele donar m¨¢s de dos o tres veces", concluye Juan Garc¨ªa Velasco, del IVI de Madrid.
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