Los 'kikos' exhiben su fuerza
El movimiento Camino Neocatecumenal muestra su poder de convocatoria en el mismo escenario que Benedicto XVI
Kiko Arg¨¹ello, fundador del Camino Neocatecumenal, present¨® ayer en Valencia a un grupo de familias dispuestas a participar en una "nueva evangelizaci¨®n del mundo", instal¨¢ndose en barrios de distintos pa¨ªses donde la presencia cristiana se ha ido diluyendo. Lo hizo ante unas 30.000 personas (150.000 seg¨²n la organizaci¨®n), en la Ciudad de las Artes y las Ciencias, el mismo escenario en el que Benedicto XVI ofici¨® el domingo la misa conclusiva del V Encuentro Mundial de las Familias. El l¨ªder de los kikos habl¨® rodeado de tres cardenales (el Madrid, Antonio Rouco Varela; Pedro Rubiano, de Bogot¨¢, y el de Boston, Sean O'Malley) y de 20 obispos, casi todos espa?oles.
Arg¨¹ello, guitarra en mano, dirigi¨® un acto muy popular. Los kikos (como se conoce a los seguidores del Camino), a diferencia de otros movimientos surgidos en las ¨²ltimas d¨¦cadas en el seno de la Iglesia cat¨®lica, cuenta entre sus filas con muchas personas de extracci¨®n humilde. Es el caso de Antonio Lepe, valenciano, de 45 a?os, que trabaja en la obra y que ayer asist¨ªa al acto con su mujer. O de Miguel y Jos¨¦ Carlos Sastre Rojo, de 20 y 16 a?os llegados desde Valladolid con sus padres y sus otros nueve hermanos para participar en el encuentro. El padre de ambos est¨¢ parado, despu¨¦s de haber pasado 11 a?os en Jap¨®n "en misi¨®n" con toda su familia. O de Rosa Cort¨¦s, ama de casa costarricense, de 55 a?os, cuyo marido es pescador y que explicaba que hab¨ªa tenido que vender un terreno para pagar los billetes de avi¨®n y la estancia en Espa?a y poder ver al Papa y al l¨ªder de los kikos, movimiento en el que se integr¨® hace un par de a?os.
Desde las seis de la tarde fueron concentr¨¢ndose en el antiguo cauce del r¨ªo Turia miles de kikos, muchos de ellos ataviados con las gorras y las camisetas del V Encuentro. Pod¨ªan verse banderas espa?olas e italianas, alemanas, francesas, polacas y colombianas. Los peregrinos fueron sent¨¢ndose en sillas y en el suelo sobre una superficie aproximada de 36.000 metros cuadrados, cuya ocupaci¨®n, de haber sido completa, habr¨ªa rondado las 47.000 personas.
Aunque el acto se entend¨ªa como una continuaci¨®n del encuentro de las familias y de la visita del Papa, ni la organizaci¨®n ni las medidas de control y seguridad eran comparables. Minutos antes de comenzar, amplios grupos de personas continuaban llegando y acerc¨¢ndose al m¨¢ximo al escenario, junto al cual se apretaba un gran n¨²mero de personas. Una voz insist¨ªa una y otra vez poco antes sin demasiado ¨¦xito: "La corona de sillas alrededor de la tarima est¨¢ reservada para los hermanos de la primera comunidad de Valencia, invitados expresamente por Kiko. Los hermanos que no se¨¢is de las primeras comunidades de Valencia haced el favor de cederlos a los que s¨ª lo son".
Kiko Arg¨¹ello manej¨® el acto como un maestro de ceremonias, interpretando, junto a un grupo de guitarristas, numerosos c¨¢nticos religiosos, y demandando continuamente al p¨²blico su participaci¨®n. El arzobispo de Madrid, Antonio Rouco Varela, expres¨® su alegr¨ªa por participar en el encuentro de las familias kikas y record¨® que son ya numerosas las oportunidades en las que lo hab¨ªa realizado.
"Lo otro es un movimiento, esto es un camino, un camino de gestaci¨®n en el que Jesucristo se incorpora en tu vida", dec¨ªa, Mar¨ªa Jes¨²s Prado, carnicera, de Burgos, que lleva m¨¢s de 30 a?os en el Camino, "casi desde que se inici¨®".
Que Kiko Arg¨¹ello iba a hacer una exhibici¨®n de la fuerza de su movimiento en Valencia lo anunci¨® el pasado jueves el cardenal Alfonso L¨®pez Trujillo, presidente del romano Consejo Pontificio de la Familia, cuando le present¨® como conferenciante en el Congreso Teol¨®gico del V Encuentro Mundial de las Familias. "Vino hace dos meses al Consejo Pontificio y me dijo que vendr¨ªa a Valencia con 200.000 personas", dijo el prelado.
El fundador del Camino Neocatecumal no defraud¨® entonces a los asistentes al congreso -"seg¨²n escucho, ha venido acompa?ado por algunos", ironiz¨® el cardenal con satisfacci¨®n al escuchar los reiterados aplausos-, ni fall¨® ayer, cuando el Papa ya est¨¢ de regreso en el Vaticano y los kikos han vuelto a demostrar que son multitud.
Roma no siempre est¨¢ entusiasmada con los movimientos eclesiales y las nuevas comunidades, pero son los que le llenan las campas en las que el Papa pronuncia sus discursos. La exhibici¨®n coincide con un tiempo de dificultades para el movimiento fundado por Kiko Arg¨¹ello y Carmen Hern¨¢ndez en 1964. Roma les ha advertido de que tienen que moderarse en las ceremonias catecumenales, m¨¢s alegres y coloristas, con menos parafernalia lit¨²rgica, que las tradicionales, a las que quiere volver el papa Ratzinger.
Kiko Arg¨¹ello ten¨ªa 25 a?os y era un pintor de ¨¦xito entre la burgues¨ªa madrile?a cuando fund¨® su movimiento. Vive en Roma, como los grandes fundadores.
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