Las declaraciones de Batasuna sit¨²an en una fase de incertidumbre el proceso del fin de ETA

El proceso para el fin de la violencia de ETA entra en una etapa de incertidumbre cuando a¨²n no se ha iniciado el di¨¢logo entre la representaci¨®n del Gobierno y la de la banda terrorista. El 3 de julio pasado, Zapatero confirmaba, desde India, que ya hab¨ªa designado interlocutores y, con ello, daba a entender que el di¨¢logo entre el Gobierno y ETA se iniciar¨ªa con prontitud. Pero las declaraciones de Batasuna, pidiendo la derogaci¨®n de la Ley de Partidos y renunciando a iniciar el proceso de legalizaci¨®n arrojan algunas sombras sobre el proceso e inclinan a pensar que el di¨¢logo se demora.

El primer toque de atenci¨®n serio a la marcha del proceso, desde la declaraci¨®n institucional de Zapatero del 29 de junio, lo dio Batasuna el s¨¢bado, 48 horas despu¨¦s de que se reunieran en un hotel donostiarra una representaci¨®n del PSE, con Patxi L¨®pez al frente, y otra de la formaci¨®n ilegalizada, encabezada por Arnaldo Otegi.

Joseba Permach, uno de los l¨ªderes de Batasuna, en una conferencia de prensa en la capital donostiarra, se opon¨ªa a lo que en el PSE se consideraba una decisi¨®n ya asumida por la c¨²pula de Batasuna: el cumplimiento de la Ley de Partidos para legalizarse. El PSE pensaba que Batasuna hab¨ªa asumido presentar nuevos estatutos y marca de acuerdo con la legalidad. A dicha decisi¨®n s¨®lo le quedaba resolver algunas garant¨ªas y fijar fecha para que la izquierda abertzale se presentara en el Registro de Interior, aunque todo apuntaba que ser¨ªa a finales del verano.

Precisamente, la reuni¨®n celebrada por las delegaciones del PSE y Batasuna, con lo que supon¨ªa de reconocimiento a la formaci¨®n ilegalizada, ten¨ªa por objeto preparar el terreno para que Batasuna cumpliera la Ley de Partidos. Las declaraciones de Permach, del s¨¢bado, cayeron como un jarro de agua fr¨ªa en el PSE.

El segundo toque de atenci¨®n al proceso desde Batasuna procede de su exigencia al Gobierno de Zapatero, en el diario Gara, af¨ªn a sus planteamientos, a que cumpla los supuestos compromisos alcanzados con ETA en las conversaciones anteriores al alto el fuego permanente del 22 de marzo.

La prueba de que Batasuna sab¨ªa que la publicaci¨®n de esta informaci¨®n colocaba obst¨¢culos al Gobierno es que fue bloqueada d¨ªas atr¨¢s por una personalidad relevante de la formaci¨®n ilegalizada en el Diario de Noticias, seg¨²n public¨® ayer el citado diario. La misma informaci¨®n se?alaba que los compromisos a que alud¨ªa eran "secretos".

Sin embargo, el lunes, esa misma informaci¨®n vio la luz en Gara. M¨¢s all¨¢ del debate, entre el Ejecutivo y ETA, sobre la veracidad o no del contenido de la informaci¨®n, Batasuna sab¨ªa que su mera publicaci¨®n creaba un problema al Gobierno, pues el PP ha decidido oponerse a este proceso y la utiliz¨® contra Zapatero.

El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, interpreta que "estas cosas no contribuyen al proceso de paz". Imaz apunt¨® el lunes la posibilidad de que "haya sectores de la propia ETA o de la izquierda abertzale que puedan estar poniendo obst¨¢culos". "El que ha publicado esta informaci¨®n no lo ha hecho con el ¨¢nimo de que las cosas avancen", a?adi¨®. Todo apunta a que m¨¢s que disensiones de fondo en Batasuna sobre la conveniencia del alto el fuego de ETA, lo que sucede es que hay dos orientaciones sobre el mismo, entre quienes conf¨ªan en que el proceso siga su curso y quienes quieren meter presi¨®n al Gobierno, seg¨²n se?alan fuentes conocedoras del proceso.

Malestar 'abertzale'

Las mismas fuentes interpretan que las 32 detenciones, a las que ayer hab¨ªa que sumar otras dos, por presuntas relaciones con la extorsi¨®n a empresarios, y los problemas judiciales de Batasuna han creado malestar y han abierto un debate en la izquierda abertzale. Los m¨¢s cr¨ªticos estiman que el alto el fuego permanente de ETA no ha sido correspondido por el Gobierno y las instituciones estatales. Este debate se produce en el momento en que Batasuna tiene que asumir su legalizaci¨®n. Las declaraciones de Permach del s¨¢bado y las exigencias de ETA, el lunes en Gara, suponen, en este sentido, un pulso al Gobierno.

Pese a las incertidumbres de estos d¨ªas, fuentes conocedoras del proceso creen que "acabar¨¢n super¨¢ndose". Las fuentes valoran que son muchas las horas, en conversaciones informales, que el PSE y Batasuna dedicaron al proceso, logrando, incluso, la implicaci¨®n de la banda ETA e importantes complicidades internacionales.