Tarantiniano
El lunes, final de temporada de CSI: Las Vegas (Tele 5), firmada por Tarantino. Los conneseurs ya la hab¨ªan paladeado en AXN o en DVD. Un espl¨¦ndido trabajo tarantiniano. Uno de los polic¨ªas es enterrado vivo por un padre que venga as¨ª la condena de su hija -?un error de los chicos del CSI?- . Tarantino ya enterr¨® a Uma Thurman en Kill Bill. All¨ª cosi¨® una inolvidable escena: en la oscuridad del ata¨²d se oyen las limitadas maniobras de la soterrada. La televisi¨®n no permite que sus clientes pasen un rato, aunque sea corto, sin ver nada. Esta vez su v¨ªctima siempre tiene luz en el f¨¦retro, entre otras cosas para que sus colegas, v¨ªa webcam, lo vean. Adem¨¢s, cada vez que teclean en el PC se enciende una luz en el cub¨ªculo. La broma de Tarantino est¨¢ en que esa necesidad de ver, esa luz, es una tortura para el secuestrado. Hay m¨¢s iron¨ªas. Al poli, el criminal lo caza desperdigando pistas de un falso delito. Lo que sirve a los CSI para llegar al criminal aqu¨ª sirve a ¨¦ste para raptar al polic¨ªa. El cazador cazado.
Excelente noche. Viendo lo de Tarantino, s¨®lo los puritanos pueden seguir con la monserga de que la tele es un artefacto maligno por definici¨®n. Pero tambi¨¦n es ejemplo de lo que podr¨ªa llamarse "sana competencia". Jugarse, y ganar, la audiencia con riesgo.
Muy distinto a lo que ha pasado con Aqu¨ª no hay quien viva. La semana pasada se despidi¨® de Antena 3 porque Tele 5 ha comprado la productora y echa el cerrojo a algo que le robaba p¨²blico. El ¨²ltimo cap¨ªtulo incluy¨® una dolorosa met¨¢fora del derribo especulativo de la casa. Antena 3, para aprovechar el tir¨®n, desperdiga sus actores por otros programas. Puso algunos en uno de promoci¨®n musical. Lo ¨²nico que tuvo de bueno fueron las angustias de la presentadora, con un vestido de escote desabrochado que la obligaba obsesivamente a corregir sus costuras. A estas horas, la estilista, o est¨¢ despedida por el tormento que infligi¨®, o le han dado matr¨ªcula de honor por haber introducido una tan curiosa intriga (?se ver¨¢ o no la teta?).
En contra del principio televisivo anteriormente enunciado... no se vio.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.