Hispanista y esp¨ªa brit¨¢nico
Peter Russell fue el hispanista y lusitanista brit¨¢nico m¨¢s importante de la segunda mitad del siglo XX, y sus alumnos llegaron a ocupar gran parte de las c¨¢tedras hisp¨¢nicas en el Reino Unido, y algunas en Estados Unidos y otros pa¨ªses.
Peter Edward Lionel Russell Wheeler naci¨® en Christchurch, Nueva Zelanda, el 24 de octubre de 1913, y en 1929 cambi¨® su apellido por el de su abuelo materno, Thomas Russell, magnate de la prensa. Educado en Inglaterra y alumno del Queen's College, Oxford, fue elegido en 1953 tercer titular de la c¨¢tedra como sucesor de Salvador de Madariaga y William J. Entwistle. Falleci¨® tranquilamente en su cama, mientras desayunaba y le¨ªa la prensa, en Oxford el 22 de junio, a los 92 a?os.
En el verano de 1933 estuvo en la Residencia de Estudiantes, donde conoci¨® de lejos a Federico Garc¨ªa Lorca y su c¨ªrculo, y desde donde pudo observar la quema de iglesias y otros desmanes del Bienio Negro en Madrid.
Ya licenciado en Rom¨¢nicas, estuvo un tiempo en Portugal preparando su tesis sobre las fuentes del cronista del siglo XIV Fern?o Lopes, que mostr¨® a un historiador portugu¨¦s; su sorpresa fue luego verla puesta a la venta en edici¨®n pirata en Lisboa en 1941. En el verano de 1938 se encontr¨® con un grupo de estudiantes oxonienses en Galicia, donde fue detenido en las islas C¨ªes fotografiando el Canarias, uno de los pocos buques de la Armada que se hab¨ªa entregado al servicio de los insurgentes nacionalistas. Llevado al hotel Atl¨¢ntico de Vigo, fue interrogado por dos oficiales de las SS, quienes, al enterarse de que hab¨ªa estado en un campamento de verano de las Juventudes Hitlerianas en Baviera en 1935, le invitaron a cenar con ellos. Despu¨¦s de una consulta con el Gobierno de Franco en Burgos, Russell fue llevado al puente internacional de Tuy para cruzar a Portugal, con un par de ametralladoras apunt¨¢ndole para que no se desviara del camino. M¨¢s tarde comentar¨ªa que fue el paseo m¨¢s lento y peligroso de su vida.
Tuvo unos meses muy agitados en 1940, primero al tener que acompa?ar a los duques de Windsor desde Madrid a Estoril a finales de junio, con ¨®rdenes de Churchill de evitar, con uso de la pistola en ¨²ltimo recurso, que fuesen secuestrados por la Gestapo y llevados a Alemania. Por fin consigui¨® que se embarcaran en un buque de la Royal Navy que los llev¨® al Caribe para ser gobernadores de las Bahamas.
A mediados de octubre Russell fue enviado a Dakar (Senegal) provisto de viejos mapas del Almirantazgo brit¨¢nico para estudiar los mejores puntos para el desembarco de tropas en Gran Canaria y Tenerife, que el Gobierno brit¨¢nico se propon¨ªa invadir si el general Franco conced¨ªa permiso a Hitler, en la famosa reuni¨®n de Hendaya el 23 de octubre, para enviar fuerzas alemanas a capturar el pe?¨®n de Gibraltar. Avisado el ministro Ram¨®n Serrano Su?er por el embajador brit¨¢nico en Madrid, sir Samuel Hoare, el caudillo se mantuvo firme. Despu¨¦s de un duro entrenamiento en Escocia en 1941, Russell fue nombrado director de seguridad de Jamaica en 1942, y hacia el final de la guerra fue despachado al Lejano Oriente: Rang¨²n (Birmania) y Colombo (Ceil¨¢n) en 1944; a Indonesia fue despu¨¦s de la rendici¨®n del imperio japon¨¦s en agosto de 1945.
Durante sus vuelos secretos de la RAF por la costa noroeste de ?frica y las islas atl¨¢nticas, Russell aprovech¨® el tiempo para comprobar y observar la geograf¨ªa local, a la vez que, pensando en sus investigaciones hist¨®ricas, ya esbozaba su famoso libro sobre La intervenci¨®n inglesa en Espa?a y Portugal en tiempos de Eduardo III y Ricardo II, publicado por las prensas oxonienses en 1955, justificando as¨ª su elecci¨®n algo prematura a la c¨¢tedra del rey Alfonso XIII en 1953.
Este libro fue tambi¨¦n objeto de pirater¨ªa, y circulaba y todav¨ªa circula en fotocopias no autorizadas por el autor en algunas facultades de historia en las universidades espa?olas, puesto que el ¨²nico intento de Russell de publicarlo en Barcelona termin¨® en manos de su abogado cuando el historiador barcelon¨¦s que se lo hab¨ªa encargado acept¨® una cantidad de dinero para traducirlo pero no lo public¨®.
Su tercer libro historiogr¨¢fico importante, empezado en 1960, fue El pr¨ªncipe Enrique el Navegante: una vida, publicado en Chicago en 2000 y en Lisboa en 2005. Tal vez Russell haya sido m¨¢s influyente en Espa?a por sus ensayos recogidos en temas de La Celestina y otros estudios (del Cid al Quijote) (Ariel, 1978), Traducciones y traductores en la pen¨ªnsula Ib¨¦rica, 1400-1550 (Universidad Aut¨®noma de Barcelona, 1985) y su edici¨®n cr¨ªtica de La Celestina (Cl¨¢sicos Castalia, 1991, revisada en 2001).
El genio de Russell resid¨ªa en su audaz aplicaci¨®n de la documentaci¨®n hist¨®rica a figuras hist¨®ricas como el Cid o Enrique el Navegante, o a autores como Fernando de Rojas, para demoler las ideas falsas que se hab¨ªan venido aceptando como veraces durante varios siglos: un iconoclasta en el mejor sentido de la palabra.
Durante su larga vida, recibi¨® muchos honores: miembro de la Academia de Historia de Portugal (1956), Real Academia de Buenas Letras de Barcelona (1972), y la British Academy (1977); doctor en Letras de Oxford (1981), y premio Nebrija de Salamanca y Encomienda de Isabel la Cat¨®lica (1989), comendador de la Orden del Infante Dom Henrique (1993); y tambi¨¦n duque del imaginario Reino de Redonda (1999) de Javier Mar¨ªas, a quien sirvi¨® de fuente de inspiraci¨®n para el protagonista de cuatro de sus novelas.
Su alta estatura y su presencia juvenil le ganaron el ep¨ªteto del m¨¢s guapo de la jeunesse dor¨¦e del Oxford de los a?os treinta, si bien sus facciones leoninas se intensificaron con la vejez. Para sus disc¨ªpulos era la fuente de la sabidur¨ªa y objeto de respeto y adoraci¨®n; siempre generoso tanto con su tiempo, libros y notas como con su ayuda financiera a sus alumnos, durante toda su vida constituy¨® el centro de una red informativa y social de extensi¨®n mundial.
Ian Michael fue el cuarto titular de la c¨¢tedra del rey Alfonso XIII, entre 1982 y 2003
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.