La mirada moderna

La mirada moderna no se ha extinguido o, por lo menos, no se ha extinguido para Magdalena Correa y Marisa Gonz¨¢lez, dos artistas que aunque est¨¢n separadas por la edad, el origen, la formaci¨®n y la experiencia comparten sin embargo una actitud com¨²n ante el arte fotogr¨¢fico que puede calificarse sin excesiva violencia interpretativa de moderna. Moderna por archiv¨ªstica y/o serial: el trabajo de ambas se ha articulado siempre en torno a proyectos centrados en un asunto o en un tema que se aborda sistem¨¢ticamente con el fin de producir una serie entera de im¨¢genes dedicadas al mismo. Los resultados de estas acometidas met¨®dicas se titulan en el caso de Gonz¨¢lez La f¨¢brica o Lem¨®niz, que son series de im¨¢genes tanto anal¨®gicas como digitales, tanto fotogr¨¢ficas como videogr¨¢ficas, que tienden a agotar sus respectivos temas: la demolici¨®n de una antigua f¨¢brica de pan en el coraz¨®n de Bilbao y la demolici¨®n de Lem¨®niz, la central nuclear construida en la localidad vasca de ese mismo nombre, que, por razones ante todo pol¨ªticas, nunca lleg¨® a funcionar. De hecho, las fotos y el v¨ªdeo incluidos en la exposici¨®n Naturaleza agredida son la ¨²ltima o por lo menos la m¨¢s reciente entrega de los logros de la exhaustiva exploraci¨®n a la que Marisa Gonz¨¢lez viene sometiendo la demolici¨®n de esa central. En el caso de Magdalena Correa, los equivalentes de esta misma estrategia son Museo -colecci¨®n de fotos en blanco y negro que literalmente diseccionan la arquitectura neocl¨¢sica del Museo de Bellas Artes de Santiago de Chile- o The World Trade Center/El viaje, una serie de fotograf¨ªas a color, as¨ª como de v¨ªdeos y cajas de luz, que cumplen el mismo empe?o con respecto al puerto de Barcelona.

La modernidad de la mirada de estas dos artistas se nota tambi¨¦n en la forma en que abordan y resuelven el problema de resignificar o revaluar asuntos o motivos completamente absorbidos por el prosa¨ªsmo de un mundo desencantado como lo son de hecho las f¨¢bricas o los puertos. Si los temas son comunes y corrientes, no lo son, en cambio, las im¨¢genes que Correa y Gonz¨¢lez elaboran de los mismos, todas ellas producto de una mirada que busca deliberadamente el punto de vista o el ¨¢ngulo de visi¨®n m¨¢s ins¨®lito. M¨¢s inesperado, m¨¢s sorprendente.

Con todo, la mirada moder-

na, como el proyecto entero de la modernidad, ya no puede seguir siendo fiel a s¨ª mismo, aun cuando se quiera con todas las fuerzas. Esa mirada, ese proyecto ya no son hegem¨®nicos y esa subordinaci¨®n o esa represi¨®n si se quiere se notan en la contaminaci¨®n que los invade. De all¨ª que no sorprenda que tanto Austral como Naturaleza agredida compartan la misma desilusi¨®n ante la fe en el progreso y el mismo lamento por la destrucci¨®n de la naturaleza causada por el proyecto cient¨ªfico-t¨¦cnico caracter¨ªstico de la modernidad. En Austral la Patagonia chilena revela todos los signos de una cat¨¢strofe medioambiental. Y en Naturaleza agredida, queda en evidencia la destrucci¨®n de un paraje de una naturalidad probablemente irrecuperable.