Unos 150 espa?oles son evacuados de L¨ªbano en tres autobuses de la Embajada

dAlrededor de 150 espa?oles abandonaron ayer Beirut a bordo de tres autobuses fletados por la Embajada espa?ola. El bombardeo israel¨ª de varios caminos que unen L¨ªbano con Siria oblig¨® a los veh¨ªculos a viajar desde la capital libanesa hacia Tr¨ªpoli, al norte del pa¨ªs, siguiendo la ruta m¨¢s segura hacia Damasco (Siria). All¨ª un avi¨®n del Ministerio de Defensa les trasladar¨¢ a Espa?a. Pero no todos se van, unos 650 espa?oles permanecer¨¢n en L¨ªbano, de momento. Muchos esperan a que la situaci¨®n se normalice y otros prefieren quedarse y no emprender un viaje de m¨¢s de seis horas por tierra.

Marta Amador ha decidido marcharse. Deja su trabajo como profesora de espa?ol en el Instituto Cervantes y su casa cerrada con la nevera llena de la comida que compr¨® el jueves, en previsi¨®n de lo que pudiera pasar. "Estoy triste, no s¨¦ cu¨¢ndo voy a poder volver, es verdaderamente una pena tener que abandonar el pa¨ªs as¨ª", declar¨® por tel¨¦fono ayer desde Beirut, donde esperaba para montar en uno de los tres autobuses que la Embajada puso a disposici¨®n de todo aqu¨¦l que quiera marcharse.

Su amiga Amaya, estudiante de ¨¢rabe, tambi¨¦n se va, y con ellas unos 150 espa?oles m¨¢s, y dos holandeses que la Embajada espa?ola, que trabaja en cooperaci¨®n con otros cuerpos diplom¨¢ticos europeos, se ha comprometido a sacar del pa¨ªs. Est¨¢ previsto que el grupo llegue a Espa?a hoy.

El viaje es largo. Desde Beirut, escoltados por varios miembros de las fuerzas de seguridad espa?ola destacadas en la Embajada, los tres autobuses viajaron a Tr¨ªpoli y de all¨ª, bordeando todo L¨ªbano por fuera, a Damasco. Unas seis horas en total. No es el camino m¨¢s corto, pero si el m¨¢s seguro. Una operaci¨®n de evacuaci¨®n que el Gobierno comenz¨® a preparar ayer, seg¨²n anunci¨® en Pek¨ªn el ministro de Exteriores. "Dada la situaci¨®n muy grave que se est¨¢ viviendo", explic¨®, seg¨²n informa Peru Egurbide. Una operaci¨®n muy complicada, ya que, al estar cerrado el aeropuerto de Beirut, y al ser la frontera sur terrestre un punto ¨¢lgido de enfrentamientos entre palestinos e israel¨ªes, los autobuses se han visto obligados a tomar la ruta norte.

"?sta no es una forma agradable de abandonar el pa¨ªs, es trist¨ªsimo", declar¨® Adrian Rodr¨ªguez, uno de los viajeros espa?oles del autob¨²s, mientras llegaban ayer a Tr¨ªpoli. "M¨¢s que tener miedo estamos preocupados, a nadie le gusta tener que hacer as¨ª las cosas, de forma tan precipitada", prosigue. Adri¨¢n tambi¨¦n ha dejado su casa cerrada, con todas sus cosas dentro.

Juan Ruiz se queda. "S¨¦ que no es una decisi¨®n muy racional, y todav¨ªa no tengo claro porqu¨¦ he decidido quedarme pero...", declar¨® por tel¨¦fono desde su casa en el barrio cristiano de Beirut. Tambi¨¦n trabaja en el Instituto Cervantes y cuenta que sus compa?eros le han llamado para pedirle que se marche con ellos. No le han convencido. "Estoy aqu¨ª para aprender el idioma, hago incluso la tesis sobre la guerra de L¨ªbano, he intentado vivir en una inmersi¨®n total en el pa¨ªs, y dejarlo ahora me parec¨ªa hacer una distinci¨®n entre los libaneses y yo", explic¨®.

Margarita Cabezuelo y Ana Ramajo tambi¨¦n se quedan, pero sus motivos son muy distintos. "Vivo con mi chico liban¨¦s y aqu¨ª tengo a mi verdadera familia, a mis padres les podr¨¦ ver m¨¢s adelante. Pero uno tiene que quedarse con su familia", dice Margarita. Ana lleg¨® a Beirut en septiembre con una beca de la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional. Vive frente a la embajada francesa y all¨ª se siente segura. "Prefiero no salir de casa, creo que es mejor quedarme aqu¨ª, que emprender un viaje tan largo en autob¨²s", explica por tel¨¦fono.

Los turistas intentan dejar Beirut a toda prisa. Las recepciones de los hoteles estaban ayer abarrotadas de clientes que, con sus maletas preparadas, esperaban la se?al para poder abandonar el pa¨ªs por carretera. "La temporada tur¨ªstica ha terminado", afirm¨® ayer el ministro de Turismo liban¨¦s Joseph Sarkis. Cada embajada tiene un plan para sus compatriotas. Estados Unidos y el Reino Unido desaconsejan a sus ciudadanos viajar por el pa¨ªs.

Fran?ois Zanparini, un franc¨¦s que colabora en los campos de refugiados de Beirut coment¨® las dificultades para salir de L¨ªbano por carretera: "el viaje que en taxi costaba 10 d¨®lares ahora cuesta 150". Otros s¨ª quieren irse. Como Daniela Triciano, que quiere regresar a su Italia natal para cuidar de su madre enferma pero que no se atreve a viajar con su hijo de ocho a?os.