Emprendedores sin mitos

Renovarse o morir: las obras no impiden que ESADE, una de las m¨¢s prestigiosas escuelas de negocios de Europa, siga funcionando a todo trapo. Hay tablones, pl¨¢sticos, polvo, obreros, alumnos y profesores en mangas de camisa. Todos parecen perfectamente adaptados al paisaje en cambio. La venerable instituci¨®n, a punto de celebrar medio siglo de vida, es un nido de emprendedores, especie tan m¨ªtica como mal definida. "Emprender es crear y arriesgarse. Es tener la voluntad de transformar la realidad con una aportaci¨®n personal. Emprendedor es, pues, alguien que tiene el valor de apostar por una idea nueva y diferente": ¨¦sta es la definici¨®n de la casa, hoy en obras. Su director general, en mangas de camisa, sonrisa puesta pese al calor, apostilla: "Es la cultura de la responsabilidad".

"Hace casi 50 a?os un grupo de industriales catalanes estaban muy preocupados por la crisis econ¨®mica: 'esto se hunde', pensaban. Hab¨ªa que hacer algo para aprender a hacer mejor las cosas. A trav¨¦s de lo que hoy llamamos una joint venture con los jesuitas, montaron esta escuela de negocios, tanto para prepararse ellos mismos como para los j¨®venes", explica. ?l fue un joven que aprovech¨® la iniciativa: el alumno lleg¨® a profesor de pol¨ªtica de empresa y hoy, como director de la cosa, vuelve a o¨ªr la palabra crisis y el "esto se hunde" aplicados a la econom¨ªa catalana: hablamos el d¨ªa en que acababa de venderse Chupa-Chups. "Me reconozco como alguien interesado en cambiar las organizaciones desde dentro y en proyectos globales", dice. Es perfectamente consciente de que la Catalu?a actual, con la novedad hist¨®rica del bur¨®crata catal¨¢n, busca m¨¢s que nunca su lugar en el mundo: durante su mandato, ESADE ha echado ra¨ªces en Madrid y en Buenos Aires, y recibe alumnos de 45 nacionalidades. Y ahora construye un nuevo supercampus en Sant Cugat: se trata de que aflore el talento en beneficio de todos y como tributo a la pluralidad social.

Barcelon¨¦s, de 49 a?os, es hijo de una burgues¨ªa barcelonesa profesional, honesta, "con conciencia social; mejor de lo que muchos dicen". Est¨¢ orgulloso de ser una "mezcla de catalanes, madrile?os, riojanos y leoneses". En 1978 mont¨® una empresa que trat¨® de introducir ordenadores en Espa?a: demasiado pronto. "Ser precursor a veces es peligroso", asiente. Aprendi¨® la lecci¨®n de la mano de Von Hayeck: el fracaso ense?a m¨¢s que el ¨¦xito. Pas¨® por el sector p¨²blico como secretario general de la Funci¨®n P¨²blica de la Generalitat y consultor de Naciones Unidas para programas de desarrollo, y est¨¢ fuertemente vinculado al mundo global de las ONG a trav¨¦s de Interm¨®n Oxfam. Es director de ESADE desde el a?o 2000: ah¨ª conjuga todas estas piezas que marcan su trayectoria. "Me gusta la gesti¨®n porque detr¨¢s de la gesti¨®n est¨¢n los valores. Aqu¨ª nos interesa la cultura de la responsabilidad que existe tras las t¨¦cnicas y las habilidades directas", puntualiza con pasi¨®n.

Emprender, pues, es algo m¨¢s que rentabilizar, hacerse rico y lograr beneficios: "ESADE nace para hacer gente muy competente con conciencia c¨ªvica y social. El capitalismo funciona mejor en un entorno que favorece el capital social y enlaza con las necesidades reales de la sociedad". Conocer la realidad en la que se act¨²a es la base de todo: un pragmatismo obligado. La fabulaci¨®n es una nefasta tentaci¨®n econ¨®mica, y la acumulaci¨®n de poder un vicio peligroso. Traza esquemas sencillos en un papel mientras habla en tono profesoral y contundente: "El drama actual es la acumulaci¨®n de poder privado, a trav¨¦s de la econom¨ªa, los medios de comunicaci¨®n y la pol¨ªtica. Esta acumulaci¨®n destruye la libertad econ¨®mica. Una econom¨ªa funciona bien cuando el poder est¨¢ repartido". He ah¨ª la cuesti¨®n.

Experto en liderazgo, no es ben¨¦volo con los responsables de superar lo que llama cuellos de botella globales (la energ¨ªa, por ejemplo) que impiden avanzar. "Soy optimista a largo plazo y pesimista a corto. No nos damos cuenta, por ejemplo, de la necesidad de profesionales que vamos a tener. Tampoco creo que la gente sea feliz: vemos demasiada agresividad en lo cotidiano". ?No nos anima la econom¨ªa constantemente a competir? "La competitividad s¨®lo es positiva en un entorno de colaboraci¨®n. Un partido de f¨²tbol, que es pura competitividad, no ser¨ªa posible si no hubiera una normas, un ¨¢rbitro... un marco externo de colaboraci¨®n". Obvio, pero estamos, como dijo Brecht, en tiempos (tristes) en los que hay que repetir lo obvio: "La riqueza est¨¢ en dar servicio a la sociedad m¨¢s que en el beneficio contado en euros o d¨®lares". Elemental, querido Watson.

m.riviere17@yahoo.es