En Espa?a prima el derecho a la intimidad
La legislaci¨®n espa?ola protege el derecho de acceso a la cultura y, en particular, a la obra de autores fallecidos. Pero esa protecci¨®n est¨¢ subordinada a la del derecho a la intimidad. "Acceso a la cultura e intimidad son dos derechos reconocidos por la Constituci¨®n", explica Mar¨ªa Pilar C¨¢mara ?guila, subdirectora del master de Propiedad Intelectual de la Universidad Aut¨®noma de Madrid. "Pero s¨®lo el segundo es un derecho fundamental. Por eso, en mi opini¨®n, en un eventual pulso entre los dos, es el que prevalece".
Eso no impide que la ley de propiedad intelectual atribuya a los jueces el poder de remover el veto a la divulgaci¨®n de obras de autores muertos. "Un autor, evidentemente, es libre de decidir lo que quiere publicar o no. Pero ese derecho de in¨¦dito no se transmite ¨ªntegro a los herederos. El ordenamiento quiere evitar que ¨¦stos de forma caprichosa impidan el acceso a obras cuando ¨¦stas tengan un inter¨¦s cultural p¨²blico", dice la profesora de Derecho Civil.
Por obra, explica C¨¢mara ?guila, se entiende toda creaci¨®n original. En el concepto podr¨ªan, por tanto, entrar tambi¨¦n cartas. "Pero all¨ª puede haber conflicto con el derecho a la intimidad".
A diferencia de Estados Unidos, adem¨¢s, en Espa?a la intimidad est¨¢ protegida durante 80 a?os despu¨¦s de la muerte de la persona. Y, evidentemente, ampara tambi¨¦n a familiares, amigos, amantes del autor en cuesti¨®n. Miguel Dalmau public¨® hace dos a?os una biograf¨ªa de Jaime Gil de Biedma. "Si dividiera ese trabajo en tres grandes ¨¢reas de investigaci¨®n -familia, mundo literario y entorno sentimental-sexual-, tengo que decir que la peor fue la sentimental-sexual", dice Dalmau. "Recib¨ª un trato exquisito de la familia. Otros, en cambio, me obligaron a declarar ante un notario que no habr¨ªa desvelado ciertas identidades y publicado ciertas an¨¦cdotas". "Creo que en Espa?a puede dar m¨¢s problemas este tipo de obst¨¢culos que el tema del derecho de cita", reflexiona. "Tenemos, en este sentido, m¨¢s margen de acci¨®n que EE UU. No es que la ley sea m¨¢s blanda, pero la gente no tiene, como all¨ª, el reflejo autom¨¢tico de demandar. Esto da m¨¢s tranquilidad a la hora de utilizar el material", concluye.
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