CQC se quita el traje
De negro y con gafas, practican el periodismo mosc¨®n. El programa 'Caiga Quien Caiga' se va de vacaciones de verano con la satisfacci¨®n de los 10 a?os cumplidos. Sus reporteros aprovechan para mostrar su cara m¨¢s amable y fresca. Sin el uniforme
Sucedi¨® en San Fernando de Henares (Madrid) el 5 de diciembre de 1996. Los Reyes presid¨ªan el 250? aniversario del Real Sitio escoltados por la alcaldesa del lugar, la comunista Montserrat Mu?oz, y el presidente de la Comunidad de Madrid, el conservador Alberto Ruiz-Gallard¨®n. De repente, don Juan Carlos rompi¨® el protocolo. Se acerc¨® al p¨²blico, cogi¨® las Rayban que le ofrec¨ªa un vociferante -"?Majest¨¢aa, Majest¨¢aa!"- tipo trajeado de oscuro y se las cal¨® al perfil de las pesetas de entonces. El comando de reporteros de Caiga Quien Caiga liderado por El Gran Wyoming cay¨® en ¨¦xtasis. El Rey, con las gafas del programa sonriendo a c¨¢mara. Nunca nada ser¨ªa igual.
Diez a?os, dos yernos, una nuera y siete nietos m¨¢s tarde, don Juan Carlos acept¨® el pasado 22 de mayo, en la entrega de los Premios Laureus del Deporte en Barcelona, el pen¨²ltimo presente de CQC: una min¨²scula camiseta de la selecci¨®n espa?ola con el nombre de la infanta Leonor estampado en el lomo. Esta vez, el hombre de negro fue Juanra Bonet. El actor catal¨¢n que, junto a los periodistas Manel Fuentes y Arturo Valls, da la cara en el plat¨® en la nueva etapa de Caiga Quien Caiga, los viernes por la noche en Tele 5. La sucesi¨®n est¨¢ garantizada.
Con su sempiterno terno negro cortes¨ªa de Hugo Boss y unas Rayban 4057 por bandera, los chicos de CQC -los reporteros Bonet, Valls, Toni Garrido, Gonzo y Christian, capitaneados por el patr¨®n Fuentes- salen a la calle con un objetivo. "Poner en apuros" a pol¨ªticos, artistas, empresarios, deportistas y quien se ponga por delante "dici¨¦ndoles lo que todo el mundo tiene ganas de decirles y ellos probablemente no quieren o¨ªr", seg¨²n el director del programa, Fernando Lojo. Ya lo dice su cabecera: caiga quien caiga. Y su emblema: un enjambre de moscas duras de espantar.
La f¨®rmula de este "noticiario alternativo" naci¨® en la Argentina de Menem, en la productora local Cuatro Cabezas. All¨ª fueron los ejecutivos de Globomedia a comprar ese original formato y tra¨¦rselo a casa. Era 1996. Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar se estrenaba como presidente del Gobierno. Los ministros del PP, los l¨ªderes de la oposici¨®n socialista y todas sus se?or¨ªas tuvieron que acostumbrarse a la zumbona presencia de esos sujetos de luto in¨¦ditos en las salas de prensa de la ¨¦poca. Y a su lenguaje. Impecable pero implacable. Nada de preguntas de agenda ni cuestionarios pactados. Ca?a -o co?a- inteligente con una c¨¢mara por testigo.
Al principio, pocos entraban al trapo. Genuino desconcierto, sonrisas congeladas, falso compadreo, cajas destempladas. De todo hubo. Hasta que don Juan Carlos se puso las gafas negras. Hoy, algunos pagar¨ªan por tenerlas. Pero la oferta y la demanda no siempre coinciden.
"Nos llaman de todo tipo de eventos. Sobre todo, los friquis. Pero en otros sitios no somos bienvenidos. El Congreso, los partidos, los centros de poder no nos acreditan, y si estamos es porque nos colamos. Eso forma parte del reto", ironiza el argentino Fernando Lojo en la oficina madrile?a de Cuatro Cabezas. Porque Caiga Quien Caiga ha vuelto a casa de su madre. Tras siete temporadas en antena en Tele 5, de cuya parrilla se cay¨® en 2002, en pleno apogeo del aznarato y por motivos ajenos a la audiencia, la productora argentina -aupada a multinacional gracias al ¨¦xito de este formato, que se emite en Chile, Argentina, Italia, Francia o Israel- rescat¨® la joya de su corona y la puso de nuevo en el mercado. Desde enero de 2005, el nuevo CQC mantiene el tipo -la edici¨®n del pasado 16 de junio obtuvo un notable 21% de share- en el endiablado prime-time espa?ol. Un infierno en cuyas llamas se abrasaron el 75% de los programas que las cadenas estrenaron el a?o pasado.
El eslab¨®n es Arturo Valls. De simple reportero de calle en los primeros CQC, ha ascendido a copresentador del espacio, sentado a la derecha de Manel Fuentes, el jefe de la tripulaci¨®n. "Estoy al tanto de todo lo que hacen mis compa?eros en la calle y me encargo de aunar todas las salsas en el estudio", explica el capit¨¢n. Y no deja pasar la oportunidad: "Soy la cabeza visible de una relaci¨®n basada en el talento y el respeto mutuo, un pacto bien llevado, y no como el tripartito". A su izquierda, en pantalla, Juanra Bonet. Un payaso. Literalmente. "He hecho desde payaso de comuniones hasta gal¨¢n de culebrones. Siempre he estado a lo que caiga, as¨ª que me present¨¦ a los castings del nuevo CQC y aqu¨ª estoy, je, je. Encantado. Cu¨¢ntas veces he visto el telediario y pensado: 'Joder, si tuviera delante al pol¨ªtico ¨¦se, le dir¨ªa de todo'. Ahora se lo digo y encima me pagan".
Hambre "de la de tener la nevera vac¨ªa y de la de querer comerse el mundo" y una pizca de rencor "del de pedir cuentas al poderoso" son los atributos imprescindibles de un reportero de CCQ seg¨²n Bonet, para el que resulta "infinitamente m¨¢s f¨¢cil entrarle a Acebes en un mal d¨ªa que enfrentarse a la mirada de un ni?o con c¨¢ncer", como hace a diario un colega suyo, payaso de hospital. "Eso s¨ª que es valor, y no lo nuestro".
Y eso que los pol¨ªticos ya no les huyen? tanto. "Al poder no le gustamos un pelo, eso est¨¢ claro, pero sabe que tiene que pasar por esto", confirma Fuentes. "Es un peaje que han de pagar para conservar el puesto. El humor, creo que lo dijo Gila, es el arma m¨¢s poderosa que tiene el pueblo, y este programa hace esa funci¨®n".
Con o sin acreditaci¨®n al cuello. Los CQC, como las moscas, se cuelan por las rendijas. El traje, la corbata y las gafas -un premeditado look "entre The Blue Brothers y Reservoir Dogs", seg¨²n retrato de Lojo- ayudan. La celebridad del programa y la de sus reporteros, tambi¨¦n. ?Qui¨¦n va a vetar a Arturo Valls, por ejemplo, que gracias "al trampol¨ªn" CQC ha ampliado registros y arrasa ahora como Jes¨²s, el adorable sinverg¨¹enza de Camera Caf¨¦, el boom televisivo del a?o? "Me pregunto si el p¨²blico cree que jugamos a colarnos, pero es que no nos dejan. Es m¨¢s, para los seguratas somos un aliciente. Nos ven aparecer y saben que van a usar los pinganillos y las emisoras en plan peliculero. Y total ?para qu¨¦? Lo m¨¢s que hacemos es una pregunta inc¨®moda o una broma inofensiva. No reventamos actos ni montamos pollos. Miramos la noticia bajo otro prisma".
Una actitud que provoca divisi¨®n de opiniones entre los colegas serios. "Hay algunos m¨¢s papistas que el Papa", confirma Lojo. Son los que deploran, un poner, que en medio de la solemnidad de una rueda de prensa deportiva, entre la liturgia y reverencia del auditorio hacia unos j¨®venes en ch¨¢ndal, llegue un CQC y le pregunte a Larsson, el futbolista sueco: "Me he comprado un taburete de Ikea y me he liado, ?me lo puedes montar?". "Pero domina el respeto mutuo", dicen los de negro. "Algunos incluso nos comisionan para preguntar cosas que ellos no pueden con la cabecera de su medio por delante".
Porque a los chicos de CQC tambi¨¦n les gustan los apuros. Les ponen. A Valls a¨²n le dura "el subid¨®n" de haberse colado en el samb¨®dromo de R¨ªo de Janeiro tomado por las huestes de O Globo defendiendo su exclusiva. O de meterse "hasta las trancas" en el T¨¢mesis en plena regata Oxford-Cambridge en una barca hinchable. Otras veces, el peligro es s¨®lo verbal. Gallard¨®n, c¨®mplice del hito de las Rayban reales, encabeza la lista de preferencias de los reporteros. "Tiene muchos reflejos y te regatea como nadie", consiente Valls. "Es un gran fajador", confirma Bonet, que aporta una personal clasificaci¨®n de los padres de la patria. Est¨¢n "el guapo, el feo y el malo" (Zaplana, Rajoy y Acebes), "el monocorde efecto tila" (Diego L¨®pez Garrido), el "falso simp¨¢tico" (Jos¨¦ Blanco), la "poli correcta pero seca" (Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega) o el "chupito-de-carajillo-y-palmada-en-el-hombro" (Mart¨ªnez Pujalte).
La pol¨ªtica es el gran fil¨®n, claro. Pero un informativo hay que llenarlo cada semana, y no todas hay eventos del siglo. Ah¨ª es donde los CQC se crecen. Es lo que Bonet llama hacer "nadas". "Ir a despedir al Tau Vitoria, que se va a jugar la final de la Final Four, por ejemplo. No pasa nada, pero t¨² tienes que sacar algo de ah¨ª. A veces, el p¨¢nico funciona. De esos gabinetes de crisis entre el reportero, el c¨¢mara y el productor de exteriores enviados a la nada m¨¢s absoluta ha salido oro puro".
Como del Proteste ya, la nueva secci¨®n de denuncia del programa, en la que los espectadores encargan a CQC desfacer entuertos -desde evitar el maltrato a animales hasta exterminar plagas de cucarachas- por toda Espa?a. En una de esas misiones, Gonzo, el reportero titular, obtuvo una de las mejores cr¨ªticas a un cl¨¢sico que lleva una d¨¦cada en antena. Se la dio un pescador de la Costa de la Muerte remendando redes en la cofrad¨ªa. Gonzo preguntaba a los lugare?os por una de las acepciones que del t¨¦rmino gallego da el Diccionario de la Real Academia de la Lengua.
-?Qu¨¦ le parece que gallego quiera decir tonto en Costa Rica?
-T¨² eres gallego, ?no?
-S¨ª, pero ?qu¨¦ opina usted?
-?Y c¨®mo vas t¨² a ser tonto, con ese traje y esas gafas?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.