Desaf¨ªo aprobado
Los festivales Summercase y Bilbao Live resuelven con ¨¦xito su primera edici¨®n
Con m¨¢s de 54.000 visitas repartidas a raz¨®n de unas 13.000 por ciudad y d¨ªa, el Summercase, primer festival musical simult¨¢neo del verano espa?ol, cerr¨® sus puertas en Barcelona y Madrid. Considerando la premura con la que este festival fue presentado y las dificultades de contrataci¨®n derivadas de tratarse de una primera edici¨®n, las cifras dif¨ªcilmente pod¨ªan ser mejores. Todo indica que el modelo puede cuajar, un modelo de festival urbano sin zona de acampada que tendr¨¢ como m¨¢ximo competidor al Festival Internacional de Benic¨¤ssim, que por registro estil¨ªstico, pop anglosaj¨®n independiente, ocupa el mismo espacio. No es de extra?ar que la pr¨®xima temporada vuelen los cuchillos para asegurarse las mejores cabezas de cartel.
Summercase tendr¨¢ como competidor al Festival de Benic¨¤ssim
Los cantantes Andr¨¦s Calamaro y Ariel Rot triunfaron en el Bilbao Live
De hecho, la diferencia fundamental entre el FIB y el Summercase hace referencia a la dualidad entre el modelo de acampada o urbano. Ello implica que al primero acuden los extranjeros ex profeso, mientras que el segundo explota de entrada a la poblaci¨®n for¨¢nea flotante que visitando bien Madrid o bien Barcelona encuentra en el festival un complemento cultural a sus vacaciones. Y a precios m¨¢s que razonables para su econom¨ªa. Por el contrario, el modelo acampada funciona mejor para el p¨²blico joven espa?ol, personal que a?ade a la contemplaci¨®n de sus grupos el poderoso reclamo de cambiar por cuatro d¨ªas el techo de su habitaci¨®n por la libertad que cobija la lona de una tienda de campa?a.
Por lo dem¨¢s, el Summercase ha manifestado que apuesta por los "principales" del indie, artistas que en su momento, tiempo atr¨¢s, provocaron una renovaci¨®n de sus escenas musicales y que con el paso de los a?os se han instalado en el Olimpo de la autocomplacencia. Por eso, por esta falta de imaginaci¨®n en la programaci¨®n, quiz¨¢ derivada de tratarse de un primer a?o, el Summercase ha tenido un muy discreto balance art¨ªstico. Puestos a destacar conciertos estimables, habr¨ªa que mentar a Rufus Wainwright, todo y que en Barcelona el ruido de las conversaciones tap¨® su m¨²sica; a Astrud, sin duda uno de los m¨¢s ir¨®nicos, mordaces e inteligentes grupos espa?oles; a The Divine Comedy, que representaron con elegancia el rol del dandysmo proletario; a la desinhibici¨®n de The Spinto Band, y a unos Massive Attack que siguen ofreciendo con solvencia un discurso sin renovaci¨®n alguna. Para rematar la lista, Primal Scream aportaron argumentos rockeros a un festival muy pop: entrega f¨ªsica, desvar¨ªo, energ¨ªa, tensi¨®n y guitarreo.
Lo dem¨¢s fueron conciertos para el olvido. New Order estuvieron mejor que hace un a?o en el festival Primavera Sound, pero es que entonces resultaron pat¨¦ticos en su falta de respeto a s¨ª mismos. Daft Punk son los mismos del Sonar 1997, pero con m¨¢s lucecitas y un escenario piramidal; Happy Mondays son un chiste et¨ªlico para hooligans; Keane resultan tan insustanciales como Sigur R¨®s; Belle & Sebastian son cada d¨ªa m¨¢s cursis; Starsailor acabar¨¢n siendo Simple Minds y Fatboy Slim y Chemical Brothers hace tiempo que se han especializado en la electr¨®nica de litrona. La cuesti¨®n es que, pese a todo, el Summercase se ha instalado en el verano, y de paso en Madrid ha descubierto una zona id¨®nea para hacer festivales. No est¨¢ mal para tratarse de una primera edici¨®n.
La organizaci¨®n de Bilbao Live, festival que ha programado la actuaci¨®n de medio centenar de grupos y DJ en Kobetamendi, cifraba ayer la asistencia a su primera edici¨®n en 43.616 espectadores. El p¨²blico ha crecido cada d¨ªa, de las 9.566 personas que acudieron en la jornada inaugural, el pasado jueves, a las 18.722 de la ¨²ltima cita, el s¨¢bado. As¨ª, la media diaria se sit¨²a en 14.538 personas, rozando las 15.000 que los organizadores adelantaron como una "buena cifra para una primera edici¨®n".
Curiosamente, aunque Guns N'Roses era el grupo que m¨¢s cobraba, y supuestamente el gran reclamo, quienes m¨¢s p¨²blico atrajeron y m¨¢s fervor provocaron fueron Andr¨¦s Calamaro y Ariel Rot. ?xitos de Los Rodr¨ªguez y de Calamaro en solitario comandaron el s¨¢bado un repertorio bien surtido de rock and roll y pop rock en el que no faltaron baladas arrebatadoras, milongas y rumba. Ben Harper se sirvi¨® de roots rock, soul, reggae, funk rock, blues y ecos estonianos para protagonizar el jueves el otro gran recital del evento.
Tambi¨¦n ha destacado la grandilocuente escenograf¨ªa de unos Guns N'Roses que contaron con la colaboraci¨®n de su ex guitarrista Izzy Stradlin, la gran voz de Chrissie Hynde al frente de sus Pretenders, el exhibicionismo guitarrero de Blue ?yster Cult, la expresividad de Jon Spencer con Heavy Trash, el calado de Placebo y la agitaci¨®n que provoc¨® el rock bailable de Rin??¨¨r?se.
La tardanza de Guns N'Roses, que sali¨® a escena con una hora y cuarto de retraso sobre el horario previsto, problemas de sonido durante la actuaci¨®n de los met¨¢licos Deftones y la ausencia de Tricky por "problemas con su visado para salir de Estados Unidos" han sido peque?os inconvenientes en una muestra con 4,2 millones de euros de presupuesto. La nueva meta se establece a medio plazo: "Afianzar el festival, que dure muchos a?os y haga que el mes de julio en Bilbao no sea una estampida generalizada de los bilba¨ªnos", plantea Ibai Villap¨²n, responsable de prensa de Last Tour International.
La empresa vizca¨ªna centrar¨¢ ahora sus esfuerzos en llevar a buen puerto la quinta edici¨®n del Azkena Rock, el festival m¨¢s veterano que organiza. En su marco, del 31 de agosto al 2 de septiembre, se podr¨¢ contemplar en Vitoria la puesta en escena de Pearl Jam, Iggy Pop & The Stooges, The New York Dolls, Big Star, Redd Kross y Buckcherry. entre otros.
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