Islamistas criminales contra la guerra de Irak
La investigaci¨®n revela los agujeros de seguridad por los que se colaron los autores del 11-M
En los interrogatorios que han acompa?ado a la instrucci¨®n judicial del mayor atentado en la historia de Espa?a no hay una sola confesi¨®n de culpa.
Los islamistas Jamal Zougam y Abdelmajid Bouchar, presos como supuestos autores materiales de la matanza de los trenes, se han declarado inocentes ante el juez. Los restantes terroristas que perpetraron los atentados se suicidaron en un piso de Legan¨¦s (siete), murieron en Irak (Mohamed Afalah) o est¨¢n huidos. Imposible contar con su testimonio para conocer m¨¢s de lo ocurrido.
Pese a ello, las pruebas reunidas tras m¨¢s de dos a?os de investigaci¨®n son tan apabullantes que la reconstrucci¨®n del atentado, aunque con lagunas ciertas, ha sido posible.
Acebes: "El n¨²cleo central que perpetr¨® la masacre est¨¢ detenido o muerto en suicidio". (5 de abril de 2004)
El Chino ley¨® dos de las reivindicaciones de los atentados grabadas en una cinta de v¨ªdeo
Ning¨²n responsable policial, ni los que dirigieron la investigaci¨®n durante las primeras semanas clave bajo mandato del PP ni los de ahora, bajo mandato socialista, pone el relato de hechos en duda. S¨®lo el Partido Popular, cuyo Gobierno control¨® y dirigi¨® la parte principal de la investigaci¨®n policial que permiti¨® detener a parte de los culpables, se empe?a desde hace m¨¢s de un a?o en poner bajo sospecha todos los aspectos de ese trabajo de jueces, fiscales, polic¨ªas, guardias civiles y peritos de todo tipo.
El juez Juan del Olmo recuerda y describe en su ¨²ltimo auto judicial las evidencias descubiertas en todo este tiempo, "mediante v¨ªas leg¨ªtimas y legales de investigaci¨®n", que le permiten sostener su relato de hechos:
- Muestras biol¨®gicas que han permitido obtener el ADN de varias personas entre los escombros de la vivienda de Legan¨¦s que salt¨® por los aires junto a siete terroristas que se suicidaron en ella cuando hab¨ªan sido acorralados por la polic¨ªa. La investigaci¨®n tambi¨¦n ha acreditado gracias a muestras biol¨®gicas la presencia de terroristas en escenarios relacionados con el atentado, como la finca de Chinch¨®n donde se montaron las bombas con tel¨¦fonos m¨®viles, la casa de Granada que alquilaron unos d¨ªas antes para esconderse tras la matanza, la ropa arrojada a contenedores junto a la estaci¨®n de Vic¨¢lvaro por la que huyeron, o los dos coches en los que se trasladaron a Alcal¨¢ de Henares.
- An¨¢lisis del tr¨¢fico telef¨®nico entre decenas de personas vinculadas al ataque terrorista que acreditar¨ªan sus relaciones en momentos clave de la preparaci¨®n y la consumaci¨®n de los atentados. Ese an¨¢lisis del tr¨¢fico telef¨®nico permite conocer la v¨ªa que utilizaron los terroristas para conseguir el explosivo con el que atentaron en los trenes. Y tambi¨¦n revela de d¨®nde partieron siete de los 13 tel¨¦fonos m¨®viles introducidos en las mochilas bomba y c¨®mo se utilizaron otras tarjetas telef¨®nicas vendidas en la tienda de uno de los principales acusados.
- Investigaci¨®n sobre la procedencia del explosivo descubierto en la bomba que pudo ser desactivada, en el artefacto que no explot¨® junto a las v¨ªas del AVE en Mocej¨®n (Toledo) y en el piso de Legan¨¦s donde se suicidaron los terroristas.
- Testimonios de algunos amigos de los terroristas que participaron en el atentado terrorista. El 5 de abril de 2004, ?ngel Acebes, ministro de Interior en funciones, declar¨®: "El n¨²cleo central que perpetr¨® la masacre est¨¢ detenido o muerto en suicidio". Dos d¨ªas antes, siete terroristas se hab¨ªan suicidado en la localidad de Legan¨¦s tras ser acorralados por la polic¨ªa.
La investigaci¨®n ha acreditado suficientemente que un grupo de islamistas criminales, radicalizados y opuestos a la guerra contra Irak que apoy¨® Espa?a, prepararon y ejecutaron el atentado de los trenes.
Los que participaron en la matanza eran partidarios de hacer la guerra santa contra el "infiel occidental" y en sus ¨²ltimos a?os de vida se hab¨ªan radicalizado. Algunos ten¨ªan experiencia en actividades terroristas previas, como el argelino Allekema Lamari, detenido en Valencia en 1997 por pertenencia a un grupo terrorista. Condenado y excarcelado por un error judicial antes de tiempo, vivi¨® muchos meses en busca y captura antes del atentado. Su peligrosidad estaba tan probada, que el CNI (Centro Nacional de Inteligencia) alert¨® meses antes del 11-M que era urgente detenerle porque podr¨ªa estar preparando un atentado.
Otros miembros del comando, como Serhane Bel Abdelmajid, El Tunecino, con permiso de residencia y trabajo en regla, llevaban a?os reclutando fieles para su causa a favor del islam.
El an¨¢lisis de los discos duros de los ordenadores encontrados en Legan¨¦s, que utilizaban los terroristas, y hallados en otros escenarios habitados por los autores del 11-M, han permitido saber que sus intenciones, mucho antes del atentado, eran asesinas.
Entre las p¨¢ginas web que visitaban estaba la de Global Islamic Media donde, unos meses antes del 11-M, se colgaron documentos donde se hac¨ªan an¨¢lisis estrat¨¦gicos con "unas menciones muy claras y precisas sobre el ejercicio de violencia contra Espa?a y sus fuerzas" (p¨¢gina 195 del ¨²ltimo auto judicial sobre el 11-M).
En los discos duros de los ordenadores de los terroristas se han encontrado adem¨¢s decenas de textos donde se ensalzan los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos, se alaba a Osama Bin Laden, se justifican todos los ataques contra Israel o las matanzas en Irak, y se instruye sobre terrorismo y guerra de guerrillas.
El juez, con todos los elementos que ha recabado durante la investigaci¨®n, traza el siguiente perfil de la decena de autores materiales del atentado.
EL TUNECINO Adoctrinamiento
El Tunecino. Fue investigado en relaci¨®n con c¨¦lulas terroristas islamistas por el juez Baltasar Garz¨®n y seguido por la polic¨ªa hasta unos d¨ªas antes del atentado sin ning¨²n resultado.
Un testigo protegido relata al juez que era el jefe de un grupo de radicales islamistas a los que adoctrinaba en la guerra santa. Unos d¨ªas antes del 11-M hablaba con sus amigos de la necesidad de hacer un atentado en Espa?a porque era un pa¨ªs que estaba en contra de los musulmanes al apoyar la guerra contra Irak.
El testigo protegido 11.304 declar¨® al juez que el grupo liderado por El Tunecino se?al¨® la posibilidad de atentar en Espa?a con motivo de la invasi¨®n de Irak por parte de una coalici¨®n internacional.
Un manuscrito suyo reivindicando el atentado fue remitido al diario Abc. Peritos caligr¨¢ficos mantuvieron en su informe que la letra correspond¨ªa a El Tunecino.
CUATRO SUICIDAS Unidos para la guerra santa
Rachid Oulad Akcha, Mohamed Oulad Akcha, Asrih Rifaat Anouar y Abdennabi Kounjaa. En el verano de 2003 se reunieron con El Tunecino en distintos inmuebles de Madrid y reflexionaron sobre la situaci¨®n mundial, considerando que el islam estaba siendo atacado y deb¨ªa realizarse la yihad (guerra santa) en defensa de sus hermanos de religi¨®n. Manten¨ªan que se estaba produciendo la invasi¨®n de tierra sagrada por lo que era necesario actuar contra los enemigos del islam. Colaboraron con Jamal Ahmidan, El Chino, para trasladar el explosivo desde Asturias a Madrid o para robar un coche con el que viajaron hasta Mocej¨®n (Toledo) para atentar contra las v¨ªas del AVE. Acabaron acorralados por la polic¨ªa en un piso de Legan¨¦s y se suicidaron.
ALLEKEMA LAMARI "Di a los hermanos que recen por m¨ª"
Excarcelado en 2002 por un error judicial tras ser condenado por pertenencia a una organizaci¨®n terrorista islamista mientras viv¨ªa en Valencia. En 2003 se dict¨® la orden de busca y captura contra ¨¦l. En esa situaci¨®n de perseguido por las Fuerzas de Seguridad, el argelino envi¨® desde oficinas de Correos de Madrid giros de 150 euros a algunos de sus compa?eros islamistas encarcelados por la pertenencia al mismo grupo terrorista.
En el verano de 2003, contact¨® con el grupo de Lavapi¨¦s en el que tambi¨¦n particip¨® El Tunecino y Jamal Zougam. El 27 de marzo, 16 d¨ªas despu¨¦s del atentado y una semana antes del suicidio de Legan¨¦s, Allekema Lamari le dijo a su amigo Safwan Sabagh: "A m¨ª no me coger¨¢n vivo. Ya nos encontraremos en el cielo. Di a los hermanos que recen por m¨ª".
EL CHINO Un delincuente radicalizado
Lleg¨® de Marruecos en el verano de 2003 despu¨¦s de salir de la c¨¢rcel de Tetu¨¢n "donde hab¨ªa experimentado un cambio muy relevante en su planteamiento religioso, volvi¨¦ndose extremadamente radical, con una visi¨®n yihadista y censuraba duramente la invasi¨®n de Irak por tropas occidentales, as¨ª como el apoyo brindado por las autoridades espa?olas" (folio 67 del ¨²ltimo auto judicial de Juan del Olmo). El Chino retom¨® los contactos con el grupo de delincuentes con los que se relacionaba, entre ellos los hermanos Rachid y Mohamed Oulad Akcha. En septiembre de 2003 se produjeron los primeros contactos con El Tunecino.
En ese momento se iniciaron las jornadas de adoctrinamiento los viernes por la tarde junto a un r¨ªo tras salir de la mezquita, seg¨²n la investigaci¨®n judicial. Una semana antes de los atentados del 11-M, El Chino llama desde Ibiza a su suministrador de explosivos, el ex minero Jos¨¦ Emilio Su¨¢rez Trashorras, y le despide as¨ª: "Si no nos vemos en la tierra, nos veremos en el cielo".
Una huella suya se encontr¨® en el soporte de pl¨¢stico de la tarjeta del n¨²mero 652282947 que se encendi¨® por primera vez el 10 de marzo junto a Chinch¨®n y fue utilizado en una de las bolsas bomba que estall¨® en los trenes de Madrid. Ley¨® dos de las reivindicaciones de los atentados que grabaron en una cinta de v¨ªdeo.
Su perfil gen¨¦tico fue hallado en el Citro?n C 3 robado a punta de pistola en Fuenlabrada el 29 de marzo de 2004 junto a los perfiles de Abdennabi Kounjaa y Mohamed Oulad Akcha. Con ese veh¨ªculo se traslad¨® el 2 de abril a las v¨ªas del AVE en Mocej¨®n (Toledo) e intent¨®, junto a otros compa?eros, perpetrar un atentado contra el tren veloz que se frustr¨® a ¨²ltima hora. "El an¨¢lisis de las muestras de barro obtenidas y las de las v¨ªas del AVE en Mocej¨®n demuestra su coincidencia" (p¨¢gina 92 del ¨²ltimo auto judicial).
JAMAL ZOUGAM El vendedor de las tarjetas
El 25 de febrero de 2004 llegaron a la tienda que Jamal Zougam regentaba en Lavapi¨¦s un lote de 100 tarjetas telef¨®nicas de las que al menos 14 (siete de ellas explotaron en los trenes junto al artefacto explosivo) fueron utilizadas por el comando terrorista del 11-M.
Uno de los trabajadores de la tienda, Mohamed Bakkali, reconoci¨® en fotograf¨ªas que le mostr¨® la polic¨ªa que El Chino compr¨® a finales de febrero un lote de 10 tarjetas a nueve euros cada una.
Los testimonios recogidos por la investigaci¨®n judicial y policial acreditaron la relaci¨®n de Jamal Zougam con El Tunecino, que acudi¨® a su tienda en alguna ocasi¨®n. Y sus conversaciones con Mohamed Afalah, marroqu¨ª que huy¨® de Espa?a tras el suicidio de sus compa?eros de Legan¨¦s y que, supuestamente, muri¨® en Irak.
El testigo protegido S 20-04- A-27, que tom¨® el tren en Alcal¨¢ de Henares, se?al¨® a Jamal Zougam como "la persona que introdujo debajo del asiento una bolsa de deportes de color azul oscuro, de unos 50 cent¨ªmetros de longitud y unos 30 cent¨ªmetros de altura, con asas y dando la impresi¨®n de albergar unos 10 ¨® 15 kilos". El mismo testigo declar¨® que Jamal Zougam se habr¨ªa apeado del tren en la estaci¨®n de Torrej¨®n de Ardoz o de San Fernando de Henares. Otros testigos protegidos, identificados como S 20-04-R10, S 20-04-C-65 y S 20-04-J-70, "lo identificaron fotogr¨¢ficamente y en reconocimiento en rueda judicial" (p¨¢gina 156 del ¨²ltimo auto judicial).
En su ¨²ltima declaraci¨®n ante el juez, Zougam cuestiona las rondas de reconocimiento de las que fue objeto: "Me han utilizado como cabeza de turco por motivos pol¨ªticos. Llevo dos a?os en la c¨¢rcel sin saber por qu¨¦. Se han realizado varias ruedas de reconocimiento con otras personas que no se parecen nada a m¨ª, ni en el color de la piel ni en el color de los ojos ni en el pelo ni en nada. No se est¨¢ diciendo la verdad, es todo por motivos pol¨ªticos".
ABDELMAJID BOUCHAR El ¨²ltimo detenido
Abdelmajid Bouchar ha sido el ¨²ltimo detenido en relaci¨®n con la autor¨ªa material del 11-M. El juez le imputa los 191 asesinatos. Fue localizado en Belgrado y extraditado a Madrid, donde fue inmediatamente encarcelado.
En el desescombro del piso de Legan¨¦s, la polic¨ªa hall¨® documentaci¨®n de este marroqu¨ª.
Un agente ha declarado que vio el 3 de abril a Abdelmajid Bouchar en las inmediaciones del piso de Legan¨¦s momentos antes del suicidio de sus compa?eros echando una bolsa de basura en un contenedor. Al advertir el marroqu¨ª que le segu¨ªan, huy¨® a la carrera.
El an¨¢lisis de la bolsa de basura y de su contenido permiti¨® encontrar restos de comida de los que se pudo extraer el ADN de Bouchar. Sus huellas dactilares se encontraron en un libro religioso que estaba en el piso de Legan¨¦s y en una plancha met¨¢lica de la finca de Chinch¨®n, donde se montaron las bombas.
El juez relata adem¨¢s que su ADN se encuentra en "condiciones que excluyen cualquier elemento casual -en una maquinilla de afeitar, en un hueso de d¨¢til y en otro de aceituna-".
MOHAMED AFALAH Muerto en Irak
Facilit¨® el dinero para el alquiler del piso de Legan¨¦s y huy¨® el 3 de abril hacia B¨¦lgica. Un seguimiento policial especial permiti¨® determinar que tras su huida, Afalah recal¨® en Irak donde particip¨® en un atentado suicida.
De todos estos terroristas que participaron en el 11-M, el juez Juan del Olmo ha reunido pruebas que les sit¨²an en la organizaci¨®n y participaci¨®n en la matanza de los trenes.
En muchos casos, el juez ha logrado huellas dactilares y ADN de los terroristas en distintos escenarios del crimen. En otros, el relato de testigos protegidos ha permitido sustentar la acusaci¨®n.
El enemigo de Espa?a
Serhane Ben Abdelmajid, El Tunecino, islamista radical, cont¨® a algunos islamistas tras la guerra de Irak que era necesario atentar en Espa?a por su apoyo a Estados Unidos y Reino Unido.
"Nos vemos en el cielo"
Jamal Ahmidan, El Chino, logr¨® el explosivo para que el comando atentara en Madrid. Unos d¨ªas antes del 11-M, habl¨® con el ex minero que le consigui¨® la dinamita y le dijo: "Si no nos vemos en la tierra, nos veremos en el cielo".
"No me coger¨¢n vivo"
Allekema Lamari, terrorista argelino excarcelado por un error judicial, le cont¨® a un amigo suyo 16 d¨ªas despu¨¦s del atentado: "A m¨ª no me coger¨¢n vivo. Di a los hermanos que recen por m¨ª".
"Soy el cabeza de turco"
Jamal Zougam vendi¨® las tarjetas de siete tel¨¦fonos m¨®viles con los que se activaron otras tantas bombas de los trenes de la muerte. El juez le atribuye los 191 asesinatos. ?l se confiesa inocente: "Soy el cabeza de turco".
Algunas alertas previas
La radicalizaci¨®n de determinados islamistas que viv¨ªan en Espa?a fue creciendo a partir del a?o 2000. Algunas investigaciones policiales, impulsadas desde la Audiencia Nacional, as¨ª lo acreditaron.
El Ministerio del Interior dispuso incluso de v¨ªdeos grabados en el interior de mezquitas de Madrid donde se alentaba el terrorismo.
La mujer de uno de los implicados en el 11-M acudi¨® a una comisar¨ªa de polic¨ªa en 2003 con dos v¨ªdeos grabados en VHS y sacados de una casa donde se reun¨ªan muchos de los terroristas que fueron detenidos con posterioridad al atentado del 11-M. En uno de esos v¨ªdeos, grabados en la mezquita de la M-30, participa un sirio detenido por la matanza de los trenes.
Tres meses antes del atentado, un confidente habitual de la polic¨ªa avis¨® de que unos marroqu¨ªes que traficaban con droga iban a poner "bombas en los trenes".
El testigo protegido conoci¨® esta informaci¨®n por su cu?ado, un narcotraficante que se hab¨ªa enterado a trav¨¦s de compa?eros del mismo negocio.
El testigo intent¨® contactar con la Unidad Central de Informaci¨®n Exterior de la Polic¨ªa, pregunt¨® por un tal ?ngel Soto, con el que colaboraba habitualmente, pero no estaba. Entonces llam¨® a otro polic¨ªa al que conoc¨ªa, Evaristo Tobares, al que le coment¨® que no tomara ning¨²n tren porque sab¨ªa que iban a poner bombas en los mismos.
Cuando al testigo, mucho despu¨¦s del 11-M, le ense?aron unas fotograf¨ªas, reconoci¨® a los hermanos Mohamed y Rachid Oulad como los traficantes de droga que acudieron a las citas con su cu?ado.
Los dos hermanos Oulad murieron en el suicidio colectivo de Legan¨¦s junto a otros cinco terroristas. El juez atribuye a los suicidas su participaci¨®n directa en los atentados del 11-M que costaron la vida a 191 personas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.