El 'camello' del colegio

Var¨®n, joven, espa?ol busca dinero f¨¢cil, fumar porros gratis y ser el tipo con m¨¢s colegas del instituto. Esto que parece un anuncio es el perfil del camello de escuela, un adolescente que vende drogas en el entorno de los centros escolares para consumir cannabis con el dinero que obtiene del menudeo.

Normalmente, lo que vende es poco, nada con lo que pasar a las listas de los narcotraficantes m¨¢s perseguidos por la polic¨ªa, pero si se descuida o quiz¨¢ si tiene demasiado ¨¦xito podr¨¢ empezar a subir escalones como peque?o narcotraficante.

Juan, nombre supuesto, tiene 22 a?os. Empez¨® a consumir cuando ten¨ªa 16 y pronto tom¨® la opci¨®n de vender a sus compa?eros de clase. ?l es el que dibuja el perfil del camello de escuela. "Yo llegu¨¦ a tener placas de 200 gramos. Si la polic¨ªa me hubiese pillado con esa cantidad, me habr¨ªan metido un tiempo en la trena, pero fui listo y no me dej¨¦ pillar. Claro que entonces no hab¨ªa tanta vigilancia", se?ala.

La polic¨ªa ha detenido a 62 j¨®venes tras 2.963 actuaciones en los centros espa?oles

Juan se refiere sobre todo al dispositivo de miles de polic¨ªas y guardias civiles que mont¨® el Gobierno a principios de a?o para acabar con la actividad de estos j¨®venes.

Los resultados de ese plan en 1.560 centros tras el fin del curso acad¨¦mico, son los siguientes: 62 detenidos, 2.963 actuaciones, 3.013 decomisos de droga, principalmente hach¨ªs.

Los datos, procedentes del Ministerio del Interior, fueron anunciados ayer por el Ministerio de Sanidad tras una reuni¨®n de la Conferencia Sectorial sobre Drogas, que agrupa a los responsables sobre drogas del Gobierno y las comunidades aut¨®nomas. Despu¨¦s de la reuni¨®n, la Ministra de Sanidad, Elena Salgado, ley¨® m¨¢s datos. Esta vez los que hablan sobre la percepci¨®n del riesgo relacionada con el consumo de drogas. Tras tantos a?os de campa?as, Noes a las drogas y anuncios de gusanos entrando por las narices... ?tienen miedo los j¨®venes espa?oles a la droga? Por los datos que refiri¨® la ministra la respuesta es que no, o al menos, que cada vez le tienen menos miedo. En 1994, el 60% de los adolescentes espa?oles percib¨ªa los riesgos que entra?aba el consumo de cannabis. El 78% ve¨ªa esos peligros en la coca¨ªna. Veinte a?os despu¨¦s, en 2004, los dos porcentajes caen hasta el 36,9% en el caso del cannabis y hasta el 70,6% en el de la coca¨ªna.

Las campa?as con el NO en may¨²sculas no son siempre lo mejor, seg¨²n cuentan algunos expertos. Una de las ¨²ltimas conclusiones presentadas por la Fundaci¨®n de Ayuda contra la Drogadicci¨®n (FAD) se?alaban que en Suecia y Finlandia, los niveles de consumo eran m¨¢s bajos que en el resto de Europa. La represi¨®n en estos pa¨ªses es bastante leve, sin embargo.

Expertos como Jos¨¦ Luis Sancho, psic¨®logo de la ONG Proyecto Hombre apuntan que la soluci¨®n no est¨¢ en la persecuci¨®n policial. "Esas sociedades conciben los riesgos que conlleva el hach¨ªs, algo que todav¨ªa no est¨¢ generalizado aqu¨ª entre los j¨®venes espa?oles", concluye.

Juan, el que fuera camello a los 16 a?os, parece darle la raz¨®n. "Mira, esto es como todo. Todo est¨¢ mal, no paran de decirte c¨®mo tienes que vivir, qu¨¦ pantalones tienes que llevar, la canci¨®n que tienes que escuchar. ?No? Pero te lo dicen los pol¨ªticos y te lo dicen tus colegas. Yo, entre unos y otros prefiero los colegas".

Juan habla con la autoridad que le dan los 11 meses que lleva sin fumar un porro. Hace m¨¢s de un a?o toc¨® fondo y se dio cuenta de que pasaba casi todo el tiempo tumbado en la cama, fumando canutos. "Por entonces estaba fatal. Me hab¨ªa metido tanto en mis malos rollos que todo lo que hac¨ªa me parec¨ªa una tonter¨ªa. Mi madre me ayud¨® y me llev¨® a un cetro. Me dijeron que todo lo que me pasaba, las depresiones y las comeduras de coco eran por el hach¨ªs".

Juan empez¨® entonces a tratarse en un centro. Recibi¨® la ayuda terap¨¦utica de psic¨®logos y m¨¦dicos y fue saliendo poco a poco. Cuando sali¨® del centro y volvi¨® a la calle busc¨® a sus amigos, los que le compraban hach¨ªs. "Ya no eran tan colegas. Se hab¨ªan buscado a otro que les suministrara y me miraban con pena. He dejado de hablarles. Tengo mi novia y me basta con ella y con mi familia", asegura.

Los especialistas han se?alado en varias ocasiones que, adem¨¢s de todas las campa?as en contra del consumo de estupefacientes, es necesario incidir en la educaci¨®n de los m¨¢s j¨®venes.

"No siempre es necesario hablarles de drogas", se?ala Javier Solana, profesor en un colegio madrile?o, participa en los programas de prevenci¨®n que la organizaci¨®n Proyecto Hombre desarrolla en varios centros de la Comunidad.

"A veces no hay que hablar de drogas sino preparar a la persona para que pueda decidir por s¨ª misma, darle las herramientas necesarias para que sea libre y no se vea condicionada por lo que opinen sus amigos. Incluso a veces se les ense?a trucos para decir NO a los amigos que se ponen pesados", se?ala.

Las administraciones, las organizaciones y los especialistas est¨¢n de acuerdo en que todos los esfuerzos son ¨²tiles para disminuir el alto consumo de cannabis entre los adolescentes.

Sanidad present¨® ayer el Plan ?taca, un programa piloto dotado con 1,5 millones de euros que tratara de prevenir el problema de la droga en los j¨®venes de hasta 18 a?os: el 36% de ellos reconoce que consume cannabis habitualmente, seg¨²n el Ministerio de Sanidad.

Juan est¨¢ de acuerdo tambi¨¦n en que en determinado momento es necesaria la ayuda. Sin embargo, muchas veces recuerda cuando todos en el colegio le buscaban para que les pasara costo. "No era muy listo, pero era el rey", dice ri¨¦ndose.