Como si nada
Ya de vacaciones, Rajoy, saturado de pol¨ªtica, de declaraciones, de c¨®cteles, de estrategias, de escuelas de verano y de m¨ªtines, estuvo unos d¨ªas sin leer peri¨®dicos ni ver la televisi¨®n. Paseaba con su mujer, jugaba con sus hijos y fumaba puros frente al mar. Con cada calada se vaciaba un poco de las tensiones propias del curso pol¨ªtico. Las ideas iban y ven¨ªan dentro de su cabeza con la monoton¨ªa de las olas. Al cuarto d¨ªa era casi feliz y al quinto le atac¨® una especie de nirvana que confundi¨® con una lipotimia. Llam¨® al m¨¦dico y ¨¦ste le respondi¨® que los pol¨ªticos, sin excepci¨®n, ten¨ªan horror vacui. Procura relajarte, es muy saludable ese v¨¦rtigo, pues te espera un oto?o duro. Por lo dem¨¢s, pescado y verduras.
A los diez d¨ªas de nirvana, Rajoy no pod¨ªa m¨¢s, de modo que llam¨® a su secretaria, que se present¨® con un mont¨®n de carpetas. Lo primero era ver c¨®mo hab¨ªan quedado las cosas antes de comenzar las vacaciones. A medida que revisaba papeles, recortes de prensa, declaraciones y v¨ªdeos, se iba poniendo p¨¢lido. ?Pero yo he dicho esto? ?Yo he insinuado que Zapatero y ETA negociaron, juntos, el modo de sacarnos de la Moncloa? ?Nosotros hemos dejado caer que el 11-M fue obra del PSOE? ?Tenemos de verdad tantas ganas de que ETA vuelva como aparentamos al abrir la boca? ?He dado yo el visto bueno a ese v¨ªdeo en el que se afirmaba sin rubor que socialismo era igual a terrorismo?
?Y c¨®mo es que no han actuado, frente a tales desprop¨®sitos, la justicia ni Dios? ?Vivimos ya en un mundo sin l¨ªmites? ?De verdad se han tragado los ciudadanos la especie de que no pagamos a ETA el precio pol¨ªtico de reconocerla como el Movimiento Vasco de Liberaci¨®n? ?No concedimos terceros grados? ?No excarcelamos presos? ?No abrimos la reuni¨®n de Zurich asegurando a los encapuchados que ni pretend¨ªamos la derrota de ETA ni contempl¨¢bamos un escenario de vencedores y vencidos?, se preguntaba fuera de s¨ª el pol¨ªtico. La secretaria, preocupada, telefone¨® a Acebes y se lo pas¨®. Al poco, Rajoy sali¨® hipnotizado al jard¨ªn, se ratific¨® ante la prensa de todo lo dicho antes del verano y la vida continu¨® como si nada, como si nada, la quiero a morir.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.