Salida al interior
Los poetas seleccionados por Rodrigo Galarza son interiores en dos sentidos: muchos de ellos nacieron o residen en las provincias argentinas; por otra parte, en sus poemas reaparece un acento l¨ªrico, una forma de interioridad que la corriente principal de la poes¨ªa rioplatense de los ¨²ltimos a?os hab¨ªa deliberadamente dejado de lado. El "objetivismo" de los noventa, que tuvo su cauce principal en la revista Diario de Poes¨ªa, eligi¨® un lenguaje crudo, coloquial, para expresar un paisaje urbano -el de Buenos Aires, casi siempre- degradado e inquietante. En los poetas de esta antolog¨ªa reaparece una impronta subjetiva, un lenguaje menos imantado por el habla de la calle, una recuperaci¨®n de procedimientos vanguardistas. La opci¨®n est¨¦tica converge con el gentilicio: la interioridad espiritual convendr¨ªa al interior geogr¨¢fico.
LOS POETAS INTERIORES (una muestra de la nueva poes¨ªa argentina)
Selecci¨®n y pr¨®logo
de Rodrigo Galarza
Amargord. Madrid, 2006
320 p¨¢ginas. 15 euros
Posiblemente no haya na
ci¨®n en la que los escritores capitalinos no miren con displicencia a los de las provincias, juzg¨¢ndolos anacr¨®nicos, atrapados en el costumbrismo y el folclore. En Argentina, pa¨ªs fuertemente centralista, en el que casi la mitad de la poblaci¨®n se concentra en una capital portuaria con un ojo fijado en Europa, este rasgo fue siempre acusado. Galarza, hombre de la provincia (nacido en Corrientes en 1972; reside en Madrid), se remonta en su pr¨®logo hasta Mart¨ªn Fierro de Jos¨¦ Hern¨¢ndez para hablar de "las dos Argentinas" y de "una cabeza de Goliat sin cuerpo", evocando las palabras con las que Ezequiel Mart¨ªnez Estrada se refiri¨® a Buenos Aires. Las premisas de su selecci¨®n: autores nacidos a partir de 1965, "con cierta tendencia a lo l¨ªrico". Entre los 36 poetas incluidos hay algunos ya de renombre, como el porte?o Fabi¨¢n Casas, la rosarina Beatriz Vignoli o el cordob¨¦s Silvio Mattoni; otros, varias veces premiados, como Diego Ignacio Muzzio; algunos que aun no tienen libros publicados. De Daniel Ovando, por ejemplo, el curr¨ªculo apura: "Naci¨® en Curuz¨² Cuati¨¢, Corrientes, en 1980. Public¨® en diarios y revistas de su provincia".
Galarza acu?a una denomi
naci¨®n, "epif¨¢nicos", para demarcar su selecci¨®n, en la cronolog¨ªa y la po¨¦tica, respecto de las m¨¢s conocidas que se han publicado en los a?os recientes: Poes¨ªa en la fisura, de Daniel Freidemberg (Buenos Aires, Ediciones del Dock, 1995), o Monstruos. Antolog¨ªa de la joven poes¨ªa argentina, preparada por Arturo Carrera (Buenos Aires, Fondo de Cultura Econ¨®mica, 2001). Cuando los poemas hablan las tendencias divergen: aparecen desde el ingenuismo del grupo Belleza y Felicidad -con t¨ªtulos como Concurso de tortas: ?Ganadora Sonia!, de Gabriela Bejerman, o Despeinada, de Mar¨ªa Medrano- hasta la grave intenci¨®n tel¨²rica de Ver¨®nica Ardanaz. La dureza rotunda de Fabi¨¢n Casas, hecha de versos cortados con algo de riff de rock y de jingle publicitario ("Parece una ley: todo lo que se pudre forma una familia") junto a la marcada s¨ªncopa en los encabalgamientos de Andr¨¦s Cursaro ("el cerebro camina muri¨¦ndose hacia la memoria del / lugar donde nos hab¨ªamos donde el recuerdo tuyo ha / sido desalojado de las noches..."). Los maestros del surrealismo argentino, como Enrique Molina y Olga Orozco, fuera de circulaci¨®n en los noventa, vuelven a resonar, junto al influjo de los ¨ªdolos del objetivismo, como Joaqu¨ªn Gianuzzi y Le¨®nidas Lamborghini. Las voces de Alejandra Pizarnik y Susana Th¨¦non quieren dejarse o¨ªr; los experimentos caligram¨¢ticos, que en Argentina tienen la ascendencia importante de Oliverio Girondo, reaparecen tambi¨¦n. En la dispersi¨®n de las tendencias est¨¢ la riqueza del momento: no un carril obligado sino el abanico en el que se apantalla la inflexi¨®n rioplatense de una urgencia universal: revisar la tradici¨®n reciente para encontrar caminos nuevos.
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