Valores en conflicto

LA PROPUESTA DE CONTENIDOS de la nueva asignatura Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa, que ser¨ªa impartida con car¨¢cter obligatorio en un curso de primaria y dos de secundaria, ha reactivado la ofensiva eclesi¨¢stica contra la pol¨ªtica de ense?anza del Gobierno; el plazo de cortes¨ªa concedido a la nueva ministra, Mercedes Cabrera, apenas ha durado tres meses. No siempre es f¨¢cil separar los intereses econ¨®micos en juego y los valores inmateriales en conflicto de las batallas libradas por la Iglesia contra el Estado. Mientras las patronales cat¨®licas del sector -la FERE-CECA y la CECE- denuncian una maniobra socialista cuyo prop¨®sito ser¨ªa controlar la transmisi¨®n de los valores y el Foro Espa?ol de la Familia (FEF) invita a los padres a ejercitar llegado el caso la objeci¨®n de conciencia contra las clases que impartiesen la disciplina, la Confederaci¨®n Cat¨®lica de Padres de Alumnos (Concapa) rechaza la invasi¨®n por el Gobierno del territorio de la moral.

El cardenal primado y el presidente del PP expresan su temor a que la nueva asignatura sirva de instrumento para hacer del laicismo excluyente la ideolog¨ªa oficial de la escuela p¨²blica espa?ola

Esta refriega es la otra cara de la pelea en torno al estatuto acad¨¦mico de la asignatura de religi¨®n. Durante su segundo mandato, Aznar alter¨® unilateralmente el dif¨ªcil equilibrio alcanzado en 1978 entre el car¨¢cter aconfesional del Estado y sus relaciones de cooperaci¨®n con la Iglesia cat¨®lica (plasmado en el art¨ªculo 16 de la Constituci¨®n) y entre el derecho a la educaci¨®n y la libertad de ense?anza (instrumentado por el art¨ªculo 27). La mayor¨ªa absoluta del PP resolvi¨® que la asignatura de religi¨®n (de oferta obligatoria para los centros y demanda voluntaria para los alumnos por mandato constitucional) fuese equiparada, a todos los efectos evaluativos, con disciplinas como las matem¨¢ticas o la lengua; el libre nombramiento y cese por los obispados de los profesores de religi¨®n cat¨®lica -pagados con fondos presupuestarios e indemnizados en caso de despido tambi¨¦n por el Estado- rebajaban la supuesta asignatura formativa a la condici¨®n de mera catequesis adoctrinadora. El Gobierno de Zapatero se limit¨® a cumplir su promesa electoral de suspender la aplicaci¨®n de una norma que hab¨ªa roto el anterior consenso.

La estrategia seguida por el PP a lo largo de la legislatura para restablecer la alianza entre el Trono y el Altar ti?e irremisiblemente ese conflicto de pol¨ªtica partidista. El cardenal primado, Antonio Ca?izares, y el presidente del PP, Mariano Rajoy, acudieron agarrados de la mano a un curso veraniego sobre la ense?anza religiosa escolar para confirmar la identidad program¨¢tica de la Conferencia Episcopal y el principal partido de la oposici¨®n en materia educativa. Mientras el purpurado enmarcaba el conflicto dentro del ¨¢mbito de "una aut¨¦ntica revoluci¨®n cultural que pretende el silenciamiento de Dios", ambos comparecientes comunicaron a los periodistas su temor a que la nueva asignatura sea un instrumento para convertir el laicismo excluyente en la ideolog¨ªa oficial de la escuela p¨²blica espa?ola.

Todo hace suponer que el PP se dispone a unir sus fuerzas con los halcones de la Conferencia Episcopal bajo la bandera com¨²n del rechazo a la nueva asignatura, como sucedi¨® durante esta legislatura a prop¨®sito del matrimonio homosexual y la ley de educaci¨®n. Las eventuales manifestaciones convocadas por esa Santa Alianza crispar¨ªan la vida p¨²blica seg¨²n las calenturientas l¨ªneas de fuerza ideol¨®gicas y pol¨ªticas ya conocidas; la manipulaci¨®n de este nuevo conflicto dirigida exclusivamente a desgastar al Gobierno tendr¨ªa efectos desastrosos para una discusi¨®n racional sobre la nueva asignatura. Es cierto que los necios paralelismos trazados por los chistosos de turno entre la Formaci¨®n del Esp¨ªritu Nacional del franquismo y la proyectada Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa de la democracia no hacen sino poner de relieve las convicciones ¨ªntimas de esos dicharacheros que meten en el mismo saco la dictadura y la libertad o los Principios del Movimiento Nacional y la Constituci¨®n de 1978. Abstracci¨®n hecha de los buenos prop¨®sitos de los inspiradores de la iniciativa, hay buenos argumentos, sin embargo, para recomendar prudencia en el dise?o definitivo de esta propuesta educativa sobre cuya oportunidad el Consejo Escolar del Estado no logr¨® en su d¨ªa ponerse de acuerdo.