Las ideas claras de Sastre
Hombre de fuerte personalidad, el de El Barraco ha trazado su carrera por caminos imprevistos
![Carlos Arribas](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fe3f9d365-91a0-4554-a5c4-70f3bf1ea029.png?auth=e6426bc0be73ca7a1a032b8f3a5a8f5479303facc987fc5270aa197eb094c06b&width=100&height=100&smart=true)
De El Barraco, un pueblo de ?vila, granito barrido por el viento, han salido tres grandes ciclistas, ?ngel Arroyo, Jos¨¦ Mar¨ªa Jim¨¦nez y Carlos Sastre. Cada uno es un mundo aparte. Cada uno, a su manera, un ejemplo de personalidad compleja, de car¨¢cter fuerte.
Desde hac¨ªa varios a?os V¨ªctor Sastre era el proveedor oficial de ciclistas castellanos, m¨¢s concretamente de la Sierra de Gredos, para el Banesto, el equipo de Jos¨¦ Miguel Ech¨¢varri. A finales de los ochenta le pas¨® a Francisco San Rom¨¢n, el primer fruto de la escuela de ciclismo que cre¨® con el nombre de ?ngel Arroyo, el ¨ªdolo de la tierra, al que despu¨¦s siguieron Jos¨¦ Mar¨ªa Jim¨¦nez, Chava, y, un poco m¨¢s tarde, el bloque generacional formado por David Navas, Pablo Lastras, Curro Garc¨ªa y Paco Mancebo. Por eso, todo el mundillo del ciclismo daba por sentado que cuando le llegara el momento, su hijo Carlos Sastre, que tambi¨¦n formaba parte del Banesto amateur, dar¨ªa el salto al ciclismo profesional con el mismo equipo. As¨ª que el sobresalto no fue peque?o cuando en septiembre de 1997, en v¨ªsperas de la Vuelta que comenz¨® en Lisboa, Manolo Saiz anunci¨® el fichaje de Carlos Sastre por su equipo, el ONCE.
Una bomba. No hab¨ªa dos personas con ideas m¨¢s diferentes, con formas de ver m¨¢s opuestas, que Ech¨¢varri y Saiz, los dos pesos m¨¢s pesados del ciclismo espa?ol en los noventa. Un paso, pues, ins¨®lito el que dio Sastre, que, pese a tener s¨®lo 22 a?os, se mostraba ya, seg¨²n sus amigos de la ¨¦poca, como "un hombre con las ideas muy claras, de fuerte personalidad". El ciclista de El Barraco, nacido en 1975, no se sent¨ªa muy bien tratado en la cantera del Banesto, no, por lo menos, al mismo nivel que otros, que Mancebo y compa?¨ªa, que dieron entonces el salto. "En aquellos momentos estaba un paso por detr¨¢s de otros", recuerda Ech¨¢varri. "Evidentemente, visto c¨®mo est¨¢ ahora, nos equivocamos con ¨¦l. Nunca pensamos que se pudiera desarrollar hasta el nivel que tiene".
Tambi¨¦n se equivoc¨® con Sastre Manolo Saiz, pese a que al principio, cuando conoci¨® el ONCE, el ciclista abulense vivi¨® unos meses de fascinaci¨®n con el t¨¦cnico c¨¢ntabro, con sus m¨¦todos, su rigor, su organizaci¨®n, su cabeza privilegiada. Cuatro a?os despu¨¦s el idilio salt¨® hecho a?icos en el transcurso de una etapa pirenaica de la Vuelta. Beloki sufri¨® un desfallecimiento y Saiz orden¨® a Sastre que se quedara con el l¨ªder del ONCE. El abulense, que ten¨ªa aspiraciones propias, perdi¨® casi 20 minutos en aquella etapa. Al d¨ªa siguiente, en la cronoescalada de Andorra, qued¨® segundo tras su cu?ado, Jim¨¦nez, absoluta demostraci¨®n de que ten¨ªa capacidad para aspirar a todo. Poco despu¨¦s abandon¨® la ronda espa?ola y el equipo. Siguiendo los pasos de Jalabert, otro desenamorado de Saiz, fich¨® en 2002 por el CSC de Bjarne Riis.
Aunque siempre ha sido uno con creencias espirituales, su celo, casi su misticismo, crecieron, se aceleraron, durante los a?os de depresi¨®n profunda que condujeron a la muerte a Jos¨¦ Mar¨ªa Jim¨¦nez, Chava, hermano de su esposa. Fue un descenso a los infiernos personal que en 2003 acentu¨® su necesidad de buscar transcendencia a sus acciones, de creer en la necesidad de buscar un m¨¢s all¨¢ en la vida cotidiana. En la pared de su dormitorio colg¨® su lema: "Ilusi¨®n, respeto, sacrificio, sufrimiento", pr¨¢cticamente los mismos valores que figuraban en el maillot del equipo amateur que financi¨® hace un par de a?os a medias con su amigo Tyler Hamilton, patr¨®n de una fundaci¨®n de lucha contra la esclerosis m¨²ltiple, y que llevan a¨²n los chavales de la escuela de la pe?a ?ngel Arroyo, de El Barraco, que el pasado a?o pas¨® a denominarse Fundaci¨®n V¨ªctor Sastre.
La crisis que vivi¨®, que super¨®, durante el Tour de 2005, fue el ¨²ltimo hecho que contribuy¨® a la forja del car¨¢cter actual de Carlos Sastre, un ciclista serio y entregado. Solemne en sus declaraciones, pendiente s¨®lo del compromiso consigo mismo, convencido absolutamente de su verdad. "En el Tour de 2005", recordaba en la primera semana de esta edici¨®n, "lo pas¨¦ tan mal que pens¨¦ seriamente en dejar la bicicleta, abandonar el ciclismo. Por suerte, pude pasar esa crisis y en la Vuelta me recuper¨¦. Acab¨¦ en el podio. Recobr¨¦ la alegr¨ªa, el amor por el ciclismo". Recobr¨® la fuerza. Encontr¨® la madurez mental y atl¨¦tica. La primera le vali¨® para superar la exclusi¨®n de Ivan Basso, su l¨ªder en el CSC, al comienzo de este Tour. Pens¨® en abandonar en solidaridad, pero le convencieron de que siguiera. La segunda, reflejada en los primeros d¨ªas del Tour en la frase "estoy ante una oportunidad ¨²nica que no pienso dejar pasar", le condujo finalmente al cuarto puesto en un Tour que algunos d¨ªas so?¨® con ganar.
![Sastre, poco antes de tomar la salida en la crono del pasado s¨¢bado.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/ZQCAXYPSWTCX7CVZGSS6VGEKZM.jpg?auth=27211cb4c5b3d628ce5064baf97bd829f0c9e87427c70264c0ed60877f8163a5&width=414)
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
![Carlos Arribas](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fe3f9d365-91a0-4554-a5c4-70f3bf1ea029.png?auth=e6426bc0be73ca7a1a032b8f3a5a8f5479303facc987fc5270aa197eb094c06b&width=100&height=100&smart=true)