Guerra al exceso de sal
La dieta espa?ola es demasiado salada y contribuye a que el 35% de la poblaci¨®n sea hipertensa
El 35% de la poblaci¨®n espa?ola tiene hipertensi¨®n, dolencia responsable del 50% de los ictus y el 40% de las enfermedades coronarias en los adultos. La ingesta excesiva de sal, junto con la obesidad, el sedentarismo y el consumo de alcohol, es uno de los principales factores de riesgo de esta enfermedad. Campa?as como la emprendida por la Asociaci¨®n M¨¦dica Americana para reducir al 50% la cantidad de sal de los alimentos envasados y la petici¨®n de reflejar claramente el contenido de sal en el etiquetado, y los logros conseguidos en Europa con la estrategia NAOS (acr¨®nimo de "nutrici¨®n, actividad f¨ªsica y prevenci¨®n de la obesidad") ofrecen un nuevo enfoque en el tratamiento de esta enfermedad, para cuya prevenci¨®n la actividad f¨ªsica y una alimentaci¨®n equilibrada, baja en sal, son los pilares b¨¢sicos.
Una menor ingesta de sal contribuir¨ªa a reducir el n¨²mero de ictus y de infartos
La OMS recomienda menos de cinco gramos al d¨ªa. En Espa?a se consumen m¨¢s de 10
"Se debe optimizar el tratamiento de los hipertensos; pero si realmente se quiere solucionar el problema de la hipertensi¨®n, hay que reducir los niveles de presi¨®n arterial en el conjunto de la poblaci¨®n", afirma Idelfonso Hern¨¢ndez Aguado, presidente de la Sociedad Espa?ola de Epidemiolog¨ªa. "Para ello, se deben establecer pol¨ªticas de salud, con un fuerte liderazgo del Ministerio de Sanidad, en las que participen otros ministerios y sectores de la sociedad, desde Urbanismo, Educaci¨®n y Deporte a la industria alimentaria".
Este epidemi¨®logo explica que en todos los niveles de presi¨®n arterial existe riesgo de fallecimiento por enfermedad coronaria y que ¨¦ste aumenta a media que se incrementa la presi¨®n sist¨®lica. Un metaan¨¢lisis (revisi¨®n de numerosos estudios) de Feng y MacGregor, publicado en Journal of Human Hypertension en 2002, concluye que una reducci¨®n media de la ingesta diaria de sal de cinco gramos se asocia con una reducci¨®n de la tensi¨®n arterial de uno a cinco mil¨ªmetros de mercurio (mm Hg) en personas hipertensas y de uno a dos mm Hg en normotensas.
"Estas reducciones aparentemente peque?as son muy importantes, pues pueden reducir la necesidad de tratamiento farmacol¨®gico en los hipertensos y hacer que no aumente la tensi¨®n arterial con la edad en los normotensos", apunta Hern¨¢ndez.
Este especialista explica que otros trabajos, como el del equipo de Paul K. Walton publicado en la revista JAMA en 2002, revelan que una peque?a disminuci¨®n de dos mmHg en la ingesta diaria de sal diaria reduce el 6% la mortalidad de los accidentes cerebrovasculares. "Por tanto", a?ade, "con una reducci¨®n de cinco mm Hg se puede reducir el 14% los accidentes cerebrovasculares y el 9% la mortalidad por enfermedad coronaria. En su conjunto, la mortalidad total podr¨ªa bajar el 7% con esta reducci¨®n".
El estudio DASH (siglas en ingl¨¦s de "medidas diet¨¦ticas para detener la hipertensi¨®n") demostr¨® que, tanto en normotensos como en hipertensos, a mayor consumo de sal, mayor presi¨®n arterial, y que la combinaci¨®n de una dieta baja en sal rica en frutas y verduras es la que consigue la mayores reducciones de tensi¨®n arterial.
La sal es b¨¢sica para mantener el volumen l¨ªquido del organismo. Forma parte de los alimentos naturales y se a?ade a la comida como conservante, para potenciar el sabor o para mejorar la textura. El problema es el uso excesivo en la sociedad actual. La OMS recomienda un consumo inferior a cinco gramos al d¨ªa (equivalente a dos gramos de sodio), pero en Espa?a se superan los 10 gramos diarios.
La sal procede en un 10% de los alimentos antes de ser cocinados, el 75% se a?ade en el proceso de elaboraci¨®n y el 15% lo agrega el consumidor. Pero es muy dif¨ªcil calcular la cantidad que se consume, tanto si se come en casa como fuera, entre otras cosas porque no aparece en el etiquetado de muchos productos. Adem¨¢s falta formaci¨®n nutricional y de etiquetado en los consumidores.
En Espa?a, los especialistas llevan tiempo alertando del alto consumo de sal y recomiendan reducirlo a la mitad. En este sentido, la estrategia NAOS, impulsada por el Ministerio de Sanidad y Consumo, es una de las iniciativas pol¨ªticas m¨¢s resolutivas a corto, medio y largo plazo para reducir el consumo de sal en la poblaci¨®n espa?ola. Los pacientes obesos son m¨¢s sensibles a los efectos del consumo de sal.
Hasta diciembre de 2005, el pan en Espa?a conten¨ªa una media de 22 gramos de sal por kilo de harina, lo que significaba que una barra de pan ten¨ªa m¨¢s de cuatro gramos de sal. En el marco de la estrategia NAOS, la Confederaci¨®n Espa?ola de Organizaciones de Panader¨ªa (Ceopan), entidad que integra al 78% de los panaderos industriales espa?oles, se ha comprometido con la Agencia Espa?ola de Seguridad Alimentaria (AESA) a reducir un gramo de sal por kilo de harina y a?o durante cuatro a?os.
"Hemos cumplido nuestro compromiso. El objetivo es seguir reduciendo la cantidad de sal de forma progresiva y recuperar el consumo del pan en Espa?a, que en tres d¨¦cadas ha ca¨ªdo de 82 kilos por habitante y a?o a 55, muy por debajo de los 80 recomendados por la OMS", asegura Jos¨¦ Mar¨ªa Fern¨¢ndez del Vallado, secretario general de la Ceopan.
En este sentido Rosa Ortega, profesora de Nutrici¨®n de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense, apunta que el concepto de dieta mediterr¨¢nea se est¨¢ distorsionando y se ingieren menos cereales y verduras. "La campa?a de disminuci¨®n de la ingesta de sal es muy acertada, pero tenemos que saber transmitir al consumidor que el mensaje principal es mantener una alimentaci¨®n correcta y equilibrada con un consumo moderado de sal, acompa?ada de ejercicio f¨ªsico. Y aunque la reducci¨®n del consumo de sal en un alimento aislado es importante, lo que se debe tener en cuenta es la ingesta total de sal diaria. Por el contrario, si se excluye un alimento de la dieta porque tiene sodio o porque se cree que engorda como ocurre, a veces, con el pan, se pueden eliminar otros nutrientes necesarios y provocar otras carencias", advierte.
La Federaci¨®n de Industrias de Alimentaci¨®n y Bebidas (FIAB), que agrupa a m¨¢s de 8.000 empresas espa?olas, adquiri¨® distintos compromisos con la AESA en el marco de la estrategia NAOS. En relaci¨®n con la reducci¨®n de sal, destacan los referidos a la publicidad, la informaci¨®n al ciudadano y la reformulaci¨®n de productos.
"Los cambios para reducir el contenido en sal sin alterar la posici¨®n competitiva de las empresas, ni el sabor del alimento, son lentos y pueden llegar a ser muy dif¨ªciles, o bien porque el consumidor no lo acepte, o porque tecnol¨®gicamente es dif¨ªcil cambiar el producto Son cambios que requieren tiempo y planes a medio plazo", dice Pilar Vel¨¢zquez, portavoz de los grupos de trabajo de la FIAB en la estrategia NAOS.
El 4 de julio la Confederaci¨®n de Industrias de Alimentaci¨®n y Bebidas de la UE (CIAA) present¨® en la Plataforma de la UE para la Acci¨®n sobre Dieta, Actividad F¨ªsica y Salud un modelo de etiqueta nutricional armonizado para todos los pa¨ªses.
"Con el nuevo modelo de informaci¨®n nutricional recomendado por la confederaci¨®n, se conoce el contenido total de sal del producto, por cada 100 mililitros y por porci¨®n, y adem¨¢s se sabe qu¨¦ porcentaje de sal representa esa cantidad con respecto a la cantidad total recomendada en la ingesta diaria", apunta Sabine Nafziger, de la CIAA.
Uno de cada dos hipertensos est¨¢ bien controlado
La presi¨®n arterial es una de las variables m¨¢s sensibles del organismo. En ella influyen numerosos aspectos: la hora del d¨ªa, el ejercicio f¨ªsico, el estado emocional y una medici¨®n inadecuada. Los datos preliminares de un estudio realizado para conocer el grado de control de la hipertensi¨®n en los centros de salud espa?oles revela que las cifras de los pacientes hipertensos controlados estaban infraestimadas y que aunque s¨®lo el 24% de los pacientes hipertensos diagnosticados y tratados est¨¢n bien controlados (esto significa que las cifras de presi¨®n sist¨®lica y diast¨®lica son inferiores a 140/90 mmHg), este control se acerca casi al 50% cuando se utiliza un sistema de medici¨®n monitorizado.
En el estudio Mapapres, presentado en el XVI Congreso de la Sociedad Europea de Hipertensi¨®n, celebrado a mediados de junio en Madrid, han participado hasta ahora 1.000 m¨¦dicos de atenci¨®n primaria y 40.000 pacientes hipertensos, a los que se ha adaptado un aparato de medici¨®n que refleja las cifras de presi¨®n arterial cada media hora, durante 24 horas.
"De los datos se desprende que el control cl¨ªnico del paciente hipertenso es muy superior al que se cre¨ªa y que uno de cada dos pacientes diagnosticados y tratados est¨¢ bien controlado", apunta Jos¨¦ Ram¨®n Banegas, especialista en Medicina Preventiva y Salud P¨²blica de la Universidad Aut¨®noma de Madrid y coordinador del trabajo.
Banegas explica que tanto las mediciones monitorizadas como las automediciones realizadas en casa con sistemas validados y con un entrenamiento previo del enfermo pueden ser herramientas muy ¨²tiles para tener un mejor control del paciente. "Adem¨¢s ofrecen otras informaciones suplementarias que pueden ayudar a modular y mejorar el tratamiento, como los niveles de presi¨®n nocturna y el grado de eficacia de los f¨¢rmacos en funci¨®n de la hora a la que se administran, lo que ahora se denomina cronoterapia, e incluso permiten vigilar otras enfermedades de riesgo", a?ade.
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