Duro destino
Como la situaci¨®n es un poco dif¨ªcil de entender, el comunicado del museo la aclara asegurando que se ha llegado al acuerdo de llevar a cabo "la reposici¨®n de las piezas de acero que conforman la escultura Equal-Parallel / Guernica-Bengasi, que se encuentra en paradero desconocido". La verdad es que deber¨ªa decir: Nos han robado una escultura de 38.000 kilos cuya b¨²squeda est¨¢ resultando m¨¢s complicada que la de una aguja en un pajar, por lo que hemos decidido realizar una copia exacta, una r¨¦plica id¨¦ntica, un facs¨ªmil an¨¢logo. Nada de eso. Vamos a reponer las piezas de acero que forman la escultura etc¨¦tera, etc¨¦tera, que se encuentra en paradero desconocido, etc¨¦tera. Pero a continuaci¨®n, ladinamente, a?ade: "La escultura resultante tendr¨¢ a todos los efectos la consideraci¨®n de original". Pura magia. Nada por aqu¨ª, nada por all¨¢. ?Ser¨ªa usted capaz de adivinar en qu¨¦ momento la expresi¨®n "reposici¨®n de piezas" se ha convertido en "la escultura resultante"? Alguien con esa capacidad para ocultar un hecho evidente -que se va a proceder a la copia de una escultura- puede esconder 38.000 kilos delante de sus narices. O sea, que yo investigar¨ªa entre los miembros del patronato (es broma, no se envisquen).
Con todo, lo mejor es que ahora vamos a tener dos esculturas, una falsa, pero legal, y otra aut¨¦ntica, pero ilegal. La escultura falsa, pese a su legitimidad, vivir¨¢ el resto de sus d¨ªas amenazada por la existencia invisible de su hermana gemela. Duro destino saber que eres original porque lo dice un papel, un acuerdo, un decreto y no porque lo seas de verdad. La escultura robada no tiene papeles, es cierto, pero todo el mundo sabe -quiz¨¢ ella misma tambi¨¦n- que es la verdadera. Fant¨¢stica met¨¢fora en un mundo amenazado por oleadas de sin papeles a los que llamamos ilegales, cuando quiz¨¢ seamos una copia de ellos.
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