Contra el aberrante lenguaje de las leyes
Los acad¨¦micos critican la redacci¨®n de los textos legales y se comprometen a mejorarla
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Repasando algunos art¨ªculos del nuevo Estatuto valenciano, el acad¨¦mico de la Lengua Jos¨¦ Antonio Pascual comentaba ayer que "si los historiadores de las Indias hubieran escrito as¨ª, no sabr¨ªamos lo que pas¨® en las Indias". Lo que le suger¨ªa este comentario era el pre¨¢mbulo de la norma y, dentro de ¨¦l, expresiones como "techo competencial", "administraciones operantes en la comunidad" o "los agentes de la sociedad civil".
Pascual acababa de presenciar la firma de un convenio entre la Real Academia Espa?ola (RAE) y la vicepresidencia del Gobierno para que la instituci¨®n asesore en la redacci¨®n de los proyectos del Ejecutivo. El objetivo es mejorar la calidad t¨¦cnica y ling¨¹¨ªstica de las normas, para que sean m¨¢s precisas y m¨¢s sencillas de entender para los ciudadanos.
Ejemplos de lo que se pretende evitar no faltan. Hace dos meses, Rafael S¨¢nchez Ferlosio publicaba en este peri¨®dico un demoledor art¨ªculo en el que citaba el siguiente p¨¢rrafo del proyecto de Estatuto andaluz: "Andaluc¨ªa ha compilado un rico acervo cultural por la confluencia de una multiplicidad de pueblos y civilizaciones dando sobrado ejemplo de mestizaje humano a trav¨¦s de los siglos". El p¨¢rrafo contin¨²a hablando de la "interculturalidad de pr¨¢cticas" y de una "unidad de fondo que acrisola una pluralidad hist¨®rica".
"El texto entero" est¨¢ "confeccionado con pereza, con desinter¨¦s", dec¨ªa Ferlosio. "No s¨®lo es monstruoso como pieza de literatura jur¨ªdica en s¨ª misma, sino tambi¨¦n por la tremenda inmoralidad que comporta el haberlo aprobado en calidad de documento p¨²blico, para tir¨¢rselo a la cara a sus destinatarios, que se supone que son los andaluces".
Los casos citados, valenciano y andaluz, quiz¨¢ son exagerados porque se trata de pre¨¢mbulos, una parte de las leyes sin valor jur¨ªdico que sirve para poner en antecedentes el texto, y en la que el legislador da rienda suelta a sus cualidades literarias.
"El que ha escrito esto se ha puesto a hablar de puntillas, se ha puesto estupendo", opina Pascual. Y destaca otro punto, en el que se habla de "valencianos y valencianas, en su condici¨®n de ciudadanos espa?oles y europeos". La separaci¨®n por sexos "es un cachondeo", dice Pascual. "Digo yo que deber¨ªa decir valencianos y valencianas, en su condici¨®n de espa?oles y espa?olas y europeos y europeas, ?no?". Para este acad¨¦mico, ¨¦stos son textos "presuntuosos". "Es como si el pol¨ªtico creyera que es connatural con ¨¦l la presuntuosidad".
La vicepresidenta del Gobierno, Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega, dijo ayer en la sede de la RAE que "una Administraci¨®n que escribe de forma ampulosa y vaga no est¨¢ sirviendo a los ciudadanos". De la Vega pretende atacar el "lenguaje arcaizante, de sintaxis atormentada" en el que "abundan las per¨ªfrasis, los gerundios y las expresiones rimbombantes" que "empobrecen la calidad".
M¨¢s all¨¢ del estilo, no faltan errores y atropellos en la redacci¨®n. En el Estatuto catal¨¢n, por ejemplo, se habla de "la ense?anza del catal¨¢n y el castellano" (art¨ªculo 35.2), que tomado estrictamente significa que se ense?an a la vez, en lugar de decir "del catal¨¢n y del castellano". En el art¨ªculo 37.1 se dice que "las disposiciones dictadas por los poderes p¨²blicos de Catalu?a deben respetar estos derechos y deben interpretarse y aplicarse en sentido m¨¢s favorable a su plena efectividad". Un letrado de las Cortes puso de manifiesto que el sujeto de "debe interpretarse" son los derechos, no las disposiciones, como dice este art¨ªculo.
El PP hizo especial mofa de que los art¨ªculos 15.2 y 19.1 de la reforma catalana describen exactamente los mismos derechos, pero uno los aplica a "las personas", y el otro, a "las mujeres".
El abogado y acad¨¦mico Eduardo Garc¨ªa de Enterr¨ªa, quiz¨¢ el mayor experto de la RAE en textos jur¨ªdicos, considera que no es tan importante el lenguaje de las leyes. "El verdadero problema no es de l¨¦xico", para Garc¨ªa de Enterr¨ªa. "Lo que es grave es la manera de legislar, con urgencia, modificando las cosas m¨¢s ins¨®litas a trav¨¦s de disposiciones adicionales".
De opini¨®n parecida es el acad¨¦mico Francisco Rico, que indulta al legislador. "Dudo mucho de que una falsa concordancia o el error en el r¨¦gimen de una preposici¨®n puedan de veras crear problemas en la aplicaci¨®n de un texto legal", dice Rico. "Otra cosa es que se redacten con una ambig¨¹edad positiva, que deje un margen para la interpretaci¨®n". Para Rico, "el peligro mortal que afecta a todos los idiomas no est¨¢ en tiquismiquis de sintaxis, sino en que cada vez son menos quienes pueden expresarse clara y personalmente, porque la mayor¨ªa de los hablantes no tienen otras palabras ni ideas que el repertorio prefabricado que les imponen el poder y los medios".
Algo parecido opina Garc¨ªa de Enterr¨ªa, quien cree que las leyes reflejan una forma de hablar de los espa?oles. "Los franceses son famosos por hablar con claridad", pone como ejemplo. "Lo consiguen con una buena educaci¨®n en el bachillerato. En cualquier reuni¨®n internacional un franc¨¦s habla su idioma con precisi¨®n, acabando las frases, no como los espa?oles. Por eso las leyes francesas son muy claras: sujeto, verbo, predicado. Sin incisos. Sin embargo, el alem¨¢n es un idioma m¨¢s conceptuoso y complicado, por eso las leyes alemanas, que para ellos ser¨¢n muy sencillas, para nosotros son complicadas de entender".
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