Agresiones y silencios
Los avances legales que pretende una sociedad con igualdad de derechos no siempre cuentan con la aquiescencia de toda la sociedad. La ley que permite el matrimonio homosexual y, en general, las iniciativas de normalizaci¨®n sexual adoptadas por el Gobierno de Rodr¨ªguez Zapatero, chocan con la persistencia de agresiones frecuentes y, lo que resulta m¨¢s llamativo, p¨²blicas, a personas por el ¨²nico motivo de que no ocultan su orientaci¨®n homosexual. El pasado s¨¢bado, un hombre fue pateado cruelmente en una piscina p¨²blica de Madrid por haber besado a otro. Resultado: fracturas diversas en la cara, la verg¨¹enza de una humillaci¨®n p¨²blica y la descorazonadora comprobaci¨®n de que nadie acudi¨® a auxiliarle a pesar de la agresi¨®n evidente perpetrada por un grupo de j¨®venes.
No es el ¨²nico caso. Las hemerotecas recogen con frecuencia insultos p¨²blicos, amenazas y agresiones de variada intensidad. Los agresores suelen actuar en grupo, en pandilla, para asegurarse la impunidad, pero tambi¨¦n para refocilarse en el jolgorio y la risotada con la infamia de la embestida. No es dif¨ªcil adivinar, en general, la ideolog¨ªa de tales grupos ni calcular su magra formaci¨®n intelectual. Tampoco es consolador que constituyan una minor¨ªa, porque se hacen notar y, desgraciadamente, no cejan en sus tropel¨ªas.
La respuesta l¨®gica a los ataques hom¨®fobos es, como en el caso de la violencia contra las mujeres, la denuncia de los agresores ante la autoridad policial. Sorprende hasta ahora, aseguran quienes estudian el fen¨®meno, la escasez de las denuncias en comisar¨ªa por este tipo de atropellos. La raz¨®n m¨¢s probable de este silencio temeroso es que, todav¨ªa, a pesar de las leyes, persiste en una parte de la sociedad espa?ola un rechazo burdo y ominoso a la diferencia sexual.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.