'Campuseros' a la caza de series y de jugadores 'on line'
En el 'chat': "Cambio dos dan-up, coca-colas y fanta por auriculares"
A la hora de la siesta, una buena serie es insustituible para un campusero. Las novedades de la Fox, como Smallville, o la ¨²ltima temporada de House son el plato preferido de sobremesa de los autodenominados "inform¨¢ticos" de la Campus Party, que se celebra esta semana en Valencia. Son universitarios, de entre 23 y 28 a?os, que estudian inform¨¢tica de sistemas, programaci¨®n o telem¨¢tica. Completamente reclinados sobre el respaldo -algunos incluso de un "sill¨®n de comedor", funda incluida, por incre¨ªble que parezca- y los cascos puestos, pueden ver durante horas la tele en su PC, en silencio, sin hablar. Las series -eso s¨ª- son novedades descargadadas de madrugada.
"Ya tengo las cuatro primeras versiones de House, y me estoy descargando la quinta, en ingl¨¦s con subt¨ªtulos. Adem¨¢s, otras series como Scrups, que es una especie de Anatom¨ªa de Grey...", apunta Manuel Gonz¨¢lez, un inform¨¢tico gallego de 23 a?os del grupo de los Clandestine. "Nosotros somos todos del software libre, pero las descargas con Windows". Desde luego, "lo que m¨¢s r¨¢pido se baja es el porno, porque la diferencia de fuentes es muy alta y le da rapidez", precisan Dani, de 24 a?os, y N¨¦stor, de 28, del clan.
Esto significa que "el porno se consume mucho". Aunque los curiosos pueden sufrir del mal del fake (falsificaciones que detr¨¢s del nombre no tienen nada, como ocurri¨® con Yo Robot, que al abrirla no hab¨ªa nada), revela Mach¨¦s. "Yo encontr¨¦ una incluso con argumento", prosigue N¨¦stor... "Porno wars, que iba de un entrenamiento de jedis, pero las espadas -ya sabes lo que son- eran luminosas".
"?ste es b¨¢sicamente el manual de descargas de programadores inform¨¢ticos", dicen. No importa en qu¨¦ formato. "Vale todo pdf, Word, powerpoint", explican Dani y Manuel, que tambi¨¦n van a presentaciones, aunque asumen que "hay quien s¨®lo viene a jugar y chatear".
Carlos, de nick Prometeo, a?ade: "Adem¨¢s de pel¨ªculas tambi¨¦n nos descargamos juegos de simulaci¨®n -para mi padre, que es lo que me pide-...", ironiza con hartazgo. "Y este a?o que por fin no tengo novia, ya no tengo que cargar con la lista de m¨²sica que me encargaban sus amigas. Porque, yo para mancillarme con Operaci¨®n Triunfo no abro el ordenador".
En el pabell¨®n de enfrente est¨¢n los gamers: los mejores jugones del mundo de PC, Xbox360 y un sin fin de videojuegos reci¨¦n salidos -aparte de los ya cl¨¢sicos el Gunboun, Age of Empires, Counter Strike- en el que est¨¢n metidos el B¨¦tico y el Neneo, dos chicos de 18 y 19 a?os de Granada, que son un mundo aparte. No descargan, no van a la caza de series: juegan on line ocho, 10 o 12 horas. Las que haga falta. Aprovechan la hora de la siesta para entrenarse antes de competir. Cada partida dura tres y cuatro horas. "Los mejores del mundo: los Ninjas americanos. Pero hay dos alemanes, Bender y X-Ray, que son muy, muy buenos".
Las chicas son mucho menos frikis (enganchadas) que ellos. En proporci¨®n son s¨®lo un 15% frente a ellos. Algunas se han pintado en el brazo: "No muerdo". Pero en general, las hay muy integradas en sus respectivos clanes. Como Noelia, de 23 a?os, del extinto clan Over, que dice que ya va por "el nivel 60 del videojuego World of Warcraft". Juega on line, nada de Internet. Pero cuando se cansa, descarga: "Anatom¨ªa de Grey, ya est¨¢ la segunda temporada, y con el BS Player la tienes con doble audio ingl¨¦s/castellano".
O, como Nieves Mill¨¢n, estudiante de dise?o industrial, del clan Resistencia Digital Contra el Cannon de la SGAE, que reconoce que ellas son menos frikis que ellos. "Yo juego tres horas al d¨ªa, cuando me canso, me voy. Aqu¨ª el m¨¢s friki es mi novio, hasta monta partys en su casa. As¨ª fue como me enganch¨¦".
En este mundo, de vez en cuando suena "el de la trompeta", una especie de gato Barbieri nocturno que se descolg¨® el a?o pasado, pese a que est¨¢ prohibida cualquier cosa que suene y moleste. Cuentan que anoche reapareci¨®. En el canal de descargas, el chat interno es otro mundo. "Se vende desde papel higi¨¦nico hasta la novia. ?Pru¨¦balo! Prueba, ver¨¢s c¨®mo pujan", apura Carlos. Todo eso y m¨¢s circula, pero al final el sentido utilitario se impone: "Cambio dos dan-up, dos Coca-cola y una Fanta por unos auriculares".
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