Trias de Bes hilvana m¨²sica y amor en 'Palabras bajo el mar'
Ten¨ªa ganas de escribir una novela as¨ª desde hace tiempo. "Ya con el libro anterior, con El vendedor de tiempo (Empresa Activa), pero no me atrev¨ª, ese libro fue una especie de conato, pero ten¨ªa mucho pudor y no me acab¨¦ de desnudar", explica Fernando Trias de Bes (Barcelona, 1967), escritor y profesor de ESADE.
En su nueva obra, Palabras bajo el mar (Alfaguara), se ha soltado del todo. Es su primera incursi¨®n en la novela de ficci¨®n, aunque no en la literatura. Trias de Bes ha escrito varios libros de relatos y es coautor, junto a ?lex Rovira Celma del archivendido -y architraducido- La buena suerte (Empresa Activa). Pero no espera repetir ¨¦xito rotundo. "Ese ruido ya lo he tenido", apunta, y tras pens¨¢rselo unos instantes, apostilla: "Ser¨ªa un gran error pensar en La Buena Suerte 2. A partir de ahora el ¨¦xito ser¨¢ una an¨¦cdota".
Ya s¨®lo quiere hacer cosas que le llenen y dar respuesta con sus libros, bien sean de cuentos o novelas, a un caudal creativo que no deja de fluir. Palabras bajo el mar ha sido especial, se?ala, porque con ella ha aprendido a no juzgar los actos de sus personajes, a moldearlos y comprenderlos con sus imperfecciones (por graves que sean). "Lo que escrib¨ªa hasta ahora conten¨ªa demasiada moralina, y en esta novela he logrado exponer sin juzgar", asegura el escritor. Escribir, y adem¨¢s, libre de prejuicios le ha resultado fascinante. "He vivido en otra casa, en un mundo fascinante, con esa sensaci¨®n de que est¨¢s escribiendo y te deslizas sobre las letras", relata. En Palabras bajo el mar, no hay muchas palabras, al menos intercambiadas entre los personajes, y tampoco hay mar. S¨®lo un extenso campo de trigo. Y un ¨¢rbol -la portada del libro es muy significativa-, cuyos frutos son las palabras. Esas que no se dicen. "Soy bastante de la paradoja", justifica.
Secretos de familia
Se ha deslizado sobre una herencia de ¨¦xitos, fracasos, frustraciones y secretos de familia. Todos ellos hilvanados con un pespunte de m¨²sica cl¨¢sica. "Soy un loco de la m¨²sica cl¨¢sica, en eso soy un poco retr¨®grado", sonr¨ªe.
Los preludios de Chopin suenan repetidamente en las p¨¢ginas de la novela, a excepci¨®n del n¨²mero 13, que es precisamente el origen de algunas de esas frustraciones heredadas de las que quer¨ªa hablar Trias de Bes. Y es que la presencia tan dominante de la m¨²sica en la novela no responde a la casualidad o a una elecci¨®n t¨¦cnica sino a otra frustraci¨®n, esta vez la del propio autor. "Soy un m¨²sico frustrado. Compongo cosas para m¨ª pero, la verdad, es que me expreso mejor con la literatura".
La m¨²sica como nexo empieza y acaba en Palabras bajo el mar. Se prolongar¨¢ en una trilog¨ªa en la que pretende tratar de tres tipos de amor. "Por si no te has dado cuenta", apunta, "el final tiene muchos puntos en com¨²n con una partitura, est¨¢ configurado de la misma manera que la partitura de un director de orquesta". En el desenlace, seis historias se precipitan hacia el abismo de las ¨²ltimas cinco p¨¢ginas "al un¨ªsono".
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