Desenfoques y desacuerdos

El consejero de Sanidad, R. Blasco, en su art¨ªculo La gesti¨®n del riesgo, referido a la tragedia ocurrida en el metro en la ciudad de Valencia, hace un relato pormenorizado de la respuesta de los responsables y de los cuerpos de polic¨ªa, bomberos, emergencias y sanidad, y denomina desenfocadamente sus actuaciones "gesti¨®n del riesgo" y no como deber¨ªa hacerlo "gesti¨®n de la cat¨¢strofe". Mal intencionadamente, utiliza en su argumentaci¨®n al bien conocido soci¨®logo alem¨¢n Ulrich Beck, olvidando que los riesgos, afirma Beck, "no aluden a da?os acontecidos, no equivalen a destrucci¨®n". Por el contrario, como deja claro este autor: "El discurso del riesgo empieza donde la confianza en nuestra seguridad termina, y deja de ser relevante cuando ocurre la potencial cat¨¢strofe", que es lo que sucedi¨® en este caso.

Las actuaciones en relaci¨®n a evitar que el riesgo potencial "accidente de metro" se convierta "en tragedia en el metro por accidente" no son comparables a las que requerir¨ªan casos como los que menciona R. Blasco en su art¨ªculo: desde el del 11 de septiembre en Nueva York, pasando por el 11 de marzo en Madrid o "el tsunami asi¨¢tico". Recordar precisamente esas y otras grandes tragedias equipar¨¢ndolas con la del accidente de metro en Valencia, s¨®lo pretende transmitir sentimiento de inevitabilidad e interiorizar en la opini¨®n p¨²blica que el gobierno valenciano s¨®lo es responsable en este caso "de la gesti¨®n de la cat¨¢strofe". Cuando precisamente respecto a este riesgo tan concreto la responsabilidad del gobierno valenciano es reducirlo y evitar que la cat¨¢strofe llegara a ser realidad.

Por otra parte, la respuesta de emergencias sanitarias como dispositivo institucional fue la esperable, la que corresponde. Este accidente desgraciadamente no tension¨® al sistema sanitario, porque lo que domin¨® como impacto del accidente, de forma inmediata y dram¨¢tica, fueron 41 muertes y es precisamente con la muerte cuando acaban las actuaciones del sistema sanitario. Sin embargo, seguro que los hombres y las mujeres de la sanidad, que de forma natural responden todos los d¨ªas con profesionalidad ante la enfermedad y las lesiones, el d¨ªa 3 de junio tambi¨¦n lo hicieron. Pero estoy segura que preferir¨ªan no haber tenido que enfrentarse a esta situaci¨®n, precisamente porque los sanitarios tenemos una especial querencia por la prevenci¨®n ya que conocemos muy de cerca las consecuencias extremadamente dolorosas de los accidentes, sobre todo de los que podr¨ªan y deber¨ªan evitarse.

Por ¨²ltimo, alardear de que la informaci¨®n fue adecuada en todo momento, confirma que el gobierno valenciano del PP est¨¢ "centrado" sobre todo en hacer invisible cualquier an¨¢lisis cr¨ªtico de su gesti¨®n y desvela su debilidad democr¨¢tica al no practicar jam¨¢s la autocr¨ªtica. Niega una vez m¨¢s la evidencia del papel bochornoso que desde el punto de vista informativo jug¨® Canal 9 en este caso, siguiendo en las primeras horas despu¨¦s del accidente con la programaci¨®n habitual, y convirtiendo posteriormente el caso en equivalente a los anteriormente mencionados, por ejemplo denominando zona cero al lugar del accidente, tal como se design¨® en su d¨ªa a la zona de las Torres Gemelas en Nueva York, ?todo un desprop¨®sito!

Como ciudadanos lo que realmente estamos esperando es un gesto de buen gobierno que permita tanto conocer la verdad en todas sus dimensiones como garantizar de forma efectiva, a trav¨¦s de actuaciones e inversiones "la gesti¨®n del riesgo: accidente de metro". S¨®lo en esas condiciones podr¨ªa hablarse de democracia avanzada. No en lo que describe como tal el conseller de Sanidad, aunque lo revista de una p¨¢tina de supuesto rigor intelectual.

Mar¨ªa Jos¨¦ Mendoza es m¨¦dico y diputada socialista en las Cortes Valencianas.