Ritmos del mundo en las alturas
El vibrante 'reggae' africano de Alpha Blondy cierra la 15? edici¨®n del Festival Pirineos Sur
La pregunta: ?alguien subir¨¢ hasta aqu¨ª. El lugar: un auditorio natural a orillas de un embalse entre monta?as a m¨¢s de mil metros de altitud. La pregunta se la hac¨ªan el 10 de julio de 1992 los promotores del Festival Internacional de las Culturas Pirineos Sur. Aquella ma?ana, mientras se instalaba el equipo de sonido todav¨ªa estaban terminando de pintar el escenario. Y llov¨ªa.
Como llovi¨® la noche dedicada esta a?o a la m¨²sica de Europa del Este. Una cortina de agua con descarga el¨¦ctrica que estuvo a punto de provocar por dos veces la suspensi¨®n. Unos cientos de valientes aguantaban el chaparr¨®n; los dem¨¢s optaron por resguardarse bajo las carpas. Muchos, previsores, acuden ya preparados con paraguas, chubasqueros o forro polar. No se arredraron los 11 c¨ªngaros rumanos de la Fanfare Ciocarlia, a los que se ha podido escuchar en pel¨ªculas como Contra la pared o Crimen ferpecto.
Armados de pac¨ªficas trompas, trompetas o tubas, que producen en el oyente el efecto de un bombo, ponen el turbopropulsor a esas canciones populares de los Balcanes. Tocan cualquier cosa -una versi¨®n impagable del tema de James Bond- a toda pastilla. Como invitados especiales tuvieron a otros dos gitanos: la macedonia Esma Redzepova, una sultana agreste de voz rotunda, y el b¨²lgaro Jony Iliev, que cant¨® con expresivos melismas entre el lamento y la fiesta. La m¨²sica, en palabras del poeta Baudelaire, de "aquella tribu prof¨¦tica de ardientes pupilas". El ambiente no era propicio para prestar atenci¨®n luego a la propuesta alternativa de la Warsaw Village Band, un folk de nueva tradici¨®n que estos polacos han bautizado como bio-tecno. Su uso de voces femeninas e instrumentos de cuerda arcaicos se adereza con scratches de un dj. Se huele el establo, como fuente de inspiraci¨®n para esta refinada m¨²sica rural de trance.
?frica, una vez m¨¢s, ha gozado de presencia destacada con las actuaciones de Salif Keita, Cheikh L?, Manu Dibango -el creador del ¨¦xito planetario Soul makossa ha actuado cinco veces en Pirineos Sur- y el esp¨ªritu del gran Fela Kuti encarnado en uno de sus hijos, Seun, al frente de Egypt 80, o en Tony Allen, que fue bater¨ªa del m¨ªtico m¨²sico nigeriano con qui¨¦n invent¨® el afrobeat -apabullante mutaci¨®n de jazz, funk y ritmos africanos-.
Ap¨®stol del 'reggae'
La clausura tambi¨¦n fue africana. Con los costamarfile?os Isma?l Wonder y Alpha Blondy. Un total de 10 a?os hace que el ap¨®stol del reggae africano se present¨® por primera vez: acab¨® tir¨¢ndose al pantano de Lanuza. Esta vez no trajo de cabeza a la organizaci¨®n -salvo por su vano empe?o en recuperar la gorra perdida- y tampoco se zambull¨® -el agua es s¨ªmbolo de perd¨®n, asegur¨®-, pero logr¨® el mejor aforo -lleno total, casi 5.000 espectadores- superando los registros de Ojos de Brujo y Manu Dibango en d¨ªas anteriores. Las notas y acordes del Black Dog, de Led Zeppelin, abrieron paso a ese himno mesi¨¢nico que es Jerusalem seguido de ¨¦xitos como Sweet fanta diallo o Brigadier Sabari, denuncia de la brutalidad policial en su pa¨ªs que le vali¨® para ciscarse de paso en quienes ponen bombas en trenes y reclamar la paz en su pa¨ªs, L¨ªbano, Israel, Sud¨¢n o Irak -no hace distinci¨®n entre sufrimientos-. Un concierto contundente con el co?ac como estimulante legal.
El joven Isma?l Wonder apareci¨® encapuchado como si se tratara de uno de los caballeros negros del Se?or de los Anillos. Con voz y apariencia andr¨®ginas, el suyo es un reggae difuminado por los ritmos urbanos de ?frica Occidental con aportaci¨®n de instrumentos tradicionales como el 'tama' o el 'ngnoni'. 'Tres kilos de caf¨¦', autobiograf¨ªa del camerun¨¦s Manu Dibango -el caf¨¦ era parte del pago de su pensi¨®n a la familia francesa que le acogi¨® como estudiante a finales de los 40- dio nombre a la exposici¨®n sobre el influyente m¨²sico con fotograf¨ªas, su viejo saxo Selmer blanco y dorado y un disco de 45 rpm con el t¨ªtulo premonitorio de 'Demain l'Afrique'.
Un total de 15 a?os de encuentros y convivencia. 15 a?os en 17 d¨ªas de celebraciones. Con el regreso de artistas y grupos que dejaron huella en la memoria y las primeras visitas del vanguardista m¨²sico turco Mercan Dede, el rapero brasile?o Marcelo D2 o el cuarteto inclasificable del acordeonista finland¨¦s Kimmo Pohjonen con dos componentes de King Crimson.
El festival apost¨® por la diversidad antes de que ¨¦sta fuera pol¨ªticamente correcta. Javier Losilla, cr¨ªtico de El Peri¨®dico de Arag¨®n y presentador de los conciertos desde 1994, cree que estas m¨²sicas "nos ayudan a comprender al otro y a nosotros mismos". A Gonzalo de la Figuera, del Heraldo de Arag¨®n, que tambi¨¦n asiste al festival desde sus primeros balbuceos, no le resulta ya concebible un mes de julio sin Pirineos Sur. M¨¢s de 30.000 personas han disfrutado este a?o con los conciertos -50.000 incluyendo los talleres, pasacalles y el mercado-. El camello de tres jorobas, s¨ªmbolo de este viaje por las m¨²sicas y culturas del planeta, augura una nueva cita el pr¨®ximo verano con las mejores m¨²sicas del mundo.
Rayos y truenos
El 10 de julio de 1992, con una actuaci¨®n de Ketama ante unas mil personas, se inauguraba el Festival Internacional de las Culturas Pirineos Sur. Una aparente locura, por su localizaci¨®n geogr¨¢fica, coronada adem¨¢s por un ins¨®lito escenario flotante. Esa misma estructura, con reparaciones puntuales del sistema de flotaci¨®n, sigue funcionando a plena satisfacci¨®n: 600 bidones de gas¨®leo cerrados al vac¨ªo de 80 a 100 litros cada uno para sostener el escenario, las torres de sonido, la cubierta y casetas de obra acondicionadas como camerinos. En Pirineos Sur, en el oscense valle de Tena, la climatolog¨ªa es un factor a tener en cuenta. No est¨¢ de m¨¢s consultar cada d¨ªa las previsiones de, por ejemplo, France M¨¦t¨¦o. Los franceses han sido, y siguen siendo, muy buenos clientes del festival. Al principio formaron una parte decisiva del contingente. "En 15 a?os han cambiado mucho las cosas", asegura Luis Calvo, director del festival, "porque la inmigraci¨®n ha provocado que lo africano o lo latino, algo que pod¨ªa entonces parecer ex¨®tico, sean una realidad cotidiana en la vida de los espa?oles".
Babelia
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