Una juez condena a prisi¨®n a un m¨¦dico y dos comadronas por imprudencia en un parto
El beb¨¦ sufri¨® una par¨¢lisis cerebral por falta de ox¨ªgeno debido al "retardo en la ces¨¢rea"
Iv¨¢n tiene seis a?os, pero jam¨¢s ha dicho una palabra, ni ha dado un paso. Desde que naci¨®, yace postrado, inm¨®vil, ciego, sordo, mudo. Una negligencia m¨¦dica le caus¨® una par¨¢lisis cerebral permanente e irreversible que, adem¨¢s, le provoca un deterioro f¨ªsico lento pero progresivo.
Su discapacidad total, tanto f¨ªsica como ps¨ªquica, se debe a que pas¨® demasiado tiempo dentro del vientre de su madre, Nuria Jim¨¦nez. Ella se puso de parto el 22 de mayo de 2000 y a las siete de la ma?ana ingres¨® en la cl¨ªnica La Milagrosa, centro sanitario privado de Madrid con una capacidad de 182 camas. Cuando la controlaron mediante monitor, el gr¨¢fico registraba un sufrimiento fetal intrauterino que requer¨ªa una ces¨¢rea inmediata. Pero el m¨¦dico y dos comadronas de La Milagrosa no realizaron la ces¨¢rea hasta las diez de la ma?ana, seg¨²n considera probado la juez sustituta del juzgado de lo penal n¨²mero 14 de Madrid, Ana Mar¨ªa P¨¦rez Marug¨¢n.
Tres valiosas horas desaprovechadas con fatales consecuencias. "El sufrimiento fetal intrauterino, asociado al retardo de la ces¨¢rea urgente" provoc¨® una encefalopat¨ªa al peque?o por la falta de ox¨ªgeno. Y ello le caus¨® una par¨¢lisis cerebral, seg¨²n consta en la sentencia. A la vista de ello, la juez, en su sentencia del pasado 7 de julio, condena al m¨¦dico, Jos¨¦ Miguel Oettel, y a las dos comadronas, In¨¦s Gonzalo y Pilar Carrascal, "como autores criminalmente responsables de un delito de lesiones por imprudencia profesional grave [...], a un a?o de prisi¨®n para cada uno de ellos y un a?o de inhabilitaci¨®n especial[...]" para el ejercicio de sus profesiones. El fallo judicial incluye el pago de una indemnizaci¨®n de 957.331,66 euros para los padres del beb¨¦, que han asumido grandes deudas para sufragar los elevados gastos para darle a su hijo discapacitado los mejores cuidados posibles. Los condenados han dado ya los primeros pasos para recurrir la sentencia.
Retraso
Nuria Jim¨¦nez ten¨ªa 31 a?os cuando se qued¨® embarazada. Ella y su marido, Alfredo Escribano, viv¨ªan en un piso de Madrid y estaban muy ilusionados con la llegada del que era su primer hijo -ahora tienen dos m¨¢s-, un var¨®n al que decidieron llamar Iv¨¢n. Desde el primer d¨ªa acud¨ªan a la consulta del doctor Oettel, m¨¦dico especialista en ginecolog¨ªa y obstetricia. El doctor hizo sus c¨¢lculos y le dijo a Nuria que saldr¨ªa de cuentas el 12 de mayo de 1999. Pero aquel d¨ªa pas¨® y Nuria Jim¨¦nez no hab¨ªa dado a luz.
Cinco d¨ªas despu¨¦s, la mujer volvi¨® a la consulta para una nueva revisi¨®n. El m¨¦dico la cit¨® para el 23 de mayo para provocar el parto. Un d¨ªa antes, primera hora de la ma?ana, ella sinti¨® fuertes dolores y contracciones. Sali¨® de su domicilio a toda prisa rumbo a La Milagrosa. Pero una vez all¨ª las cosas fueron m¨¢s despacio.
La atendieron las comadronas ahora condenadas, que la tuvieron monitorizada desde las 7.30 hasta las 8.40 de la ma?ana, seg¨²n declara probado la sentencia. Los primeros resultados de la monitorizaci¨®n ya revelaban un sufrimiento fetal que requer¨ªa de una ces¨¢rea urgente, en un plazo m¨¢ximo de entre 20 y 30 minutos, "sin que las comadronas avisasen al ginec¨®logo de guardia (...) ni al doctor Oettel (...), el cual se hallaba en su domicilio particular, person¨¢ndose en la cl¨ªnica a las 8.40", seg¨²n la sentencia.
Al cabo de tres horas en la cl¨ªnica, Nuria dio a luz por ces¨¢rea a su primer hijo. Empez¨® a sospechar de que algo iba mal porque no escuchaba llorar al reci¨¦n nacido. Iv¨¢n, que naci¨® con un peso de 3,680 kilos, hab¨ªa aspirado meconio y sufr¨ªa una par¨¢lisis cerebral severa. Como en La Milagrosa no ten¨ªan los medios pedi¨¢tricos necesarios para tratarle, los m¨¦dicos decidieron trasladarle en una ambulancia a la Cl¨ªnica Nuevo Parque, seg¨²n el abogado de los padres, Rafael Iruzubieta.
De vuelta a casa, la par¨¢lisis de Iv¨¢n cambi¨® la vida de toda su familia. Sus padres y sus abuelos se volcaron con el peque?o. Vendieron sus pisos en el centro de Madrid para irse a vivir juntos a un chal¨¦ en una localidad de las afueras, Las Rozas. Compraron un chal¨¦ en el que invirtieron mucho dinero para reciclarlo en una casa sin barreras para discapacitados. Instalaron una cama y una ba?era especiales para el ni?o, as¨ª como una gr¨²a que facilite la tarea de mover al peque?o, que ahora tiene seis a?os.
Cambio de coche y casa
Los padres tambi¨¦n se deshicieron de su utilitario para comprar un coche mayor donde cupiera la silla ortop¨¦dica para poder trasladar al peque?o con mayor comodidad.
Iv¨¢n requiere un cuidador a tiempo completo. Para poder hacerse cargo de esa tarea, los padres decidieron que uno de ellos deb¨ªa dejar su empleo. Fue el padre, empleado en el aeropuerto de Barajas y con un salario menor que la madre, ejecutiva de banca, quien dej¨® su puesto de trabajo. Firm¨® el finiquito y se qued¨® en casa, pendiente del peque?o. Hizo varios cursos sobre el cuidado a personas discapacitados para intentar cumplir su tarea lo mejor posible -el ni?o ni siquiera controla los esf¨ªnteres-.
Dado que el estado f¨ªsico de Iv¨¢n ha empeorado conforme pasa el tiempo, los padres le llevaron a Mosc¨² y a EE UU a fin de que recibiera tratamientos contra la atrofia muscular.
Con el tiempo, la pareja se plante¨® la posibilidad de tener m¨¢s hijos. No sin miedo, asumieron lo que para ellos era todo un reto. Pero les sali¨® bien. Tuvieron dos hijos sanos, que nacieron sin problemas.
Los padres de Iv¨¢n creen que el peque?o tendr¨¢ una vida corta. Eso les han dicho los especialistas. Quiz¨¢ 10 o 12 a?os, como suele ocurrir en este tipo de casos. Nuria Jim¨¦nez y Alfredo Escribano est¨¢n convencidos de que, a pesar de su discapacidad f¨ªsica y ps¨ªquica, Iv¨¢n es capaz de sentir el cari?o que le profesa toda su familia.

"Resarcimiento moral"
El m¨¦dico, Jos¨¦ Miguel Oettel y las comadronas In¨¦s Escribano y Mar¨ªa Pilar Carrascal Gimeno, condenados a un a?o de prisi¨®n cada uno por "un delito de lesiones por imprudencia profesional grave", en un parto en el que el beb¨¦, llamado Iv¨¢n, naci¨® con par¨¢lisis cerebral, han iniciado los tr¨¢mites para recurrir la sentencia.
Sus abogados tratar¨¢n de rebajar las condenas de un a?o de prisi¨®n, otro de inhabilitaci¨®n profesional, as¨ª como la cuant¨ªa de la indemnizaci¨®n de m¨¢s de 950.000 euros (algo m¨¢s de 158 millones de las antiguas pesetas).
Las compa?¨ªas aseguradoras son los responsables civiles de los acusados y deber¨¢n asumir el coste de la indemnizaci¨®n, seg¨²n la sentencia [de 28 folios] de Ana Mar¨ªa P¨¦rez Marug¨¢n,
la jueza sustituta del juzgado n¨²mero 14 de Madrid del pasado siete de julio.
El doctor Oettel, de 42 a?os, que el viernes pasaba consulta en la cl¨ªnica La Milagrosa, afirm¨®, en conversaci¨®n telef¨®nica, que su abogado "ha tramitado el recurso". "Ahora no puedo hablar. Estoy pasando consulta y por la tarde tengo un parto. Adem¨¢s, no voy a hacer m¨¢s declaraciones", a?adi¨® el m¨¦dico.
Ni el ginec¨®logo ni las comadronas ingresar¨¢n en prisi¨®n, porque carecen de antecedentes penales y la condena es inferior a dos a?os. Una vez analizado el recurso, el juez tambi¨¦n podr¨ªa variar su criterio sobre la inhabilitaci¨®n profesional.
Rafael Iruzubieta, abogado de la acusaci¨®n afirma que "los padres del peque?o quedaron en una situaci¨®n de desamparo con un hijo con par¨¢lisis cerebral". "Lo que hemos buscado con este caso" -prosigue- "es un resarcimiento moral y, evidentemente, una indemnizaci¨®n econ¨®mica, que en ¨¦ste caso es imprescindible para el cuidado del ni?o".
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