La crisis del 'quifaqu¨¨'

Mientras rodaba El sue?o eterno, Howard Hawks ech¨® en falta un dato. Hab¨ªa que matar al ch¨®fer de la familia Sternwood, pero el gui¨®n no dec¨ªa qui¨¦n lo mataba y as¨ª no hab¨ªa forma de convocar al actor correspondiente.

Hawks era un hombre pr¨¢ctico, as¨ª que agarr¨® el tel¨¦grafo (o lo que se agarrara por entonces) y le pidi¨® el dato directamente al novelista: ?Qui¨¦n demonios mat¨® al ch¨®fer? Raymond Chandler respondi¨® de inmediato: "No tengo ni idea". Asunto arreglado. Hawks decidi¨® pasarse al western, donde el problema no suele ser descubrir al asesino, sino adivinar qui¨¦n es el muerto. La an¨¦cdota demuestra la crisis que, ya en los a?os cuarenta, sufr¨ªa la novela policiaca, el whodunit (el "quienfu¨¦", o mejor en catal¨¢n: el quifaqu¨¨). Agatha Christie hab¨ªa agotado ya todas las permutaciones de 10 personajes tomados de dos en dos, excepto que el asesino fuera el editor de la novela (?y qui¨¦n publicar¨ªa eso?).

Los genetistas se enfrentan ahora a una crisis parecida. Siempre se han dedicado al quifaqu¨¨ -qu¨¦ gen hace qu¨¦ cosa-, pero los genes no son mucho m¨¢s variados que los personajes de Agatha Christie: unos mandan se?ales, otros las reciben, otros regulan a otros genes y se nos acaba el reparto. Si le preguntas al m¨¦dico la raz¨®n de tu miop¨ªa, te dir¨¢ que se debe a un gen que recibe se?ales o que regula a otros genes, lo que viene a ser una modalidad pedante de la respuesta de Chandler. Y t¨² tendr¨¢s que pasarte al western, donde al menos nunca falta la luz del sol. La novela policiaca resolvi¨® su crisis pasando del quifaqu¨¨ al "dondest¨¢". Vale, ya sabemos que el asesino va a ser el mayordomo, o el editor, pero lo que nos interesa averiguar es d¨®nde rayos ha escondido la cuberter¨ªa (o el cheque). Y ahora necesitamos una biolog¨ªa del "dondest¨¢": una que no me diga que mi gen manda se?ales, sino en qu¨¦ direcci¨®n las manda. Somos formas, y nuestra esencia es una geometr¨ªa que no entendemos. Este a?o me propongo plantearles un enigma diario, y he abierto un blog

www.elpais.es/elenigma/ para que respondan. Ah¨ª va el de hoy: ?Se puede escribir una novela policiaca con s¨®lo dos personajes? ?Y con uno? Venga, que tanto sol no puede ser bueno ni para la miop¨ªa.