Rupert Pole, actor, marido de Ana?s Nin
Fue el impulsor de la publicaci¨®n de los diarios er¨®ticos y sin censurar de la autora
Hay relaciones que se convierten en mitos literarios y la de Rupert Pole y Ana?s Nin fue una de ellas. El actor californiano, que conoci¨® a la escritora y feminista en un ascensor en el que salt¨® la chispa que les unir¨ªa emocionalmente para toda la vida pese a su diferencia de edad -ella ten¨ªa 44 a?os, ¨¦l 28- falleci¨® el 15 de julio tras un ataque al coraz¨®n en Silver Lake. Ten¨ªa 87 a?os y fue uno de los dos maridos que la escritora comparti¨® hasta su propia muerte. Pero fundamentalmente pasar¨¢ a la historia por haber sido el impulsor de la publicaci¨®n de los diarios er¨®ticos y sin censurar de una autora que ya se hab¨ªa dado a conocer en vida por su defensa de la libertad sexual femenina a trav¨¦s de varios vol¨²menes de memorias que sin embargo, estaban exentos de referencias directas a sus maridos y ocultaban gran parte del expl¨ªcito contenido er¨®tico que ella pidi¨® hacer p¨²blico tras su muerte, ocurrida en 1977.
Pole fue su ejecutor literario y como tal se encarg¨® de supervisar la publicaci¨®n de cuatro diarios sin censurar, entre ellos el c¨¦lebre Henry y June en los que la escritora hablaba sin tapujos de sus relaciones con Henry Miller, con el psicoanalista Otto Rank y con su propio padre, el compositor espa?ol Joaquin Nin.
Aunque la escritora pas¨® desde entonces a ser particularmente conocida por su turbulenta relaci¨®n con el escritor Henry Miller, Rupert Pole fue uno de los dos hombres con quien comparti¨® gran parte de su vida. Cuando se conocieron camino de una fiesta de uno de los herederos Guggenheim en Nueva York en 1947, el flechazo fue instant¨¢neo, seg¨²n Nin relata en sus diarios. "Era incre¨ªblemente atractivo, delgado, con los rasgos faciales y el cuerpo musculoso que suele encontrarse en las estatuas griegas y no en los seres humanos", escribi¨® la autora. A los pocos d¨ªas Pole la invit¨® a irse con ¨¦l a la costa oeste y ella, sin dudarlo, acept¨®. Poco importaba que por aquel entonces fuera una mujer casada con el banquero Hugh Guiler. Ella decidi¨® acompa?ar a su nuevo amante hasta Las Vegas, dando as¨ª el primer paso hacia una relaci¨®n b¨ªgama que se prolongar¨ªa durante tres d¨¦cadas.
A su marido neoyorquino le dec¨ªa tener que viajar a la costa oeste para huir de la presi¨®n de Nueva York, mientras que a Pole, con qui¨¦n se cas¨® en 1955, le dec¨ªa que ten¨ªa que viajar a la ciudad de los rascacielos por razones de trabajo. Aparentemente ambos maridos optaron por aceptar sus mentiras, que crecieron de tal modo que Nin cre¨® un libro de referencias para no meter la pata. S¨®lo una d¨¦cada m¨¢s tarde la escritora admiti¨® ante Pole estar casada con otro hombre. La confesi¨®n vino provocada por la culpa y la necesidad de divorciarse de ¨¦l ante el miedo creciente a que el fisco descubriera su bigamia. A¨²n as¨ª Pole y Nin continuaron su relaci¨®n y cuando ella fue diagnosticada con un c¨¢ncer terminal a principios de los setenta, opt¨® por pasar sus ¨²ltimos d¨ªas con ¨¦l y abandonar a su primer marido. No est¨¢ claro si ella lleg¨® a confesarle a Guiler su relaci¨®n con Pole aunque seg¨²n una de sus bi¨®grafas, Tristine Rainer, en su lecho de muerte Nin le pidi¨® perd¨®n a ambos hombres
Pole era hijo de los actores Helen Taggart y Reginald Pole pero tras su divorcio, su madre se cas¨® con Lloyd Wright, hijo del c¨¦lebre arquitecto Frank Lloyd Wright. Estudi¨® m¨²sica en Harvard y despu¨¦s comenz¨® a trabajar como actor en Broadway. Pero tras conocer a Nin opt¨® por regresar a California y matricularse en forestales en la Universidad de San Francisco. De all¨ª se mud¨® a las Monta?as de San Gabriel a trabajar como guarda forestal, adonde tambi¨¦n le acompa?¨® la escritora, que no tuvo reparos en limpiar suelos o cuidar a los ni?os de los vecinos. En 1962 se mud¨® a una casa en Silver Lake construida por Eric Lloyd Wright, hijo de su padrastro, marcada por el estilo de esa familia de arquitectos y en cuyo jard¨ªn japon¨¦s Ana?s Nin sol¨ªa hacer arte con arena.
Tras la muerte de la escritora Pole transcribi¨® uno a uno sus diarios, reunidos bajo el nombre Journals of Love. Pese al ¨¦xito de ventas recibieron cr¨ªticas contradictorias en las que incluso se cuestionaba su credibilidad. Pole neg¨® haber tocado los textos e invit¨® a los esc¨¦pticos a contrastarlos con los originales, archivados en la University of California Los Angeles.
Pole y Guiler se encontraron finalmente pocos a?os despu¨¦s de la muerte de la escritora y mantuvieron una relaci¨®n amistosa hasta que el segundo falleci¨®, seg¨²n Eric Lloyd Wright. Es m¨¢s, tras la muerte de Guiler en 1985, Pole fue el encargado de esparcir sus cenizas en la Bah¨ªa de Santa M¨®nica, donde ocho a?os antes hab¨ªa realizado el mismo ritual con los restos de Ana?s Nin.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.