El hermano fiel que trabaja en la sombra
Ra¨²l Castro ha dedicado su vida a apoyar a Fidel y a afianzar el poder del partido comunista
Ra¨²l Castro, el nuevo Comandante en Jefe "provisional" de Cuba, tiene 75 a?os, cinco menos que Fidel, y toda su vida la ha dedicado a apoyar a su hermano en la consolidaci¨®n de la obra de la revoluci¨®n, que es igualmente suya y por m¨¦ritos propios. No se puede entender la revoluci¨®n cubana y sus 47 cap¨ªtulos vividos desde 1959, sin considerar el papel de Ra¨²l, un hombre que desde la sombra ha trabajado por consolidar las instituciones, y fundamentalmente el Partido Comunista, como pilar del sistema pol¨ªtico cubano y ¨²nico capaz de heredar el liderazgo fundacional de su hermano.
Si Fidel es el esp¨ªritu y el carisma de la revoluci¨®n, Ra¨²l es el obrero que todos estos a?os ha construido silenciosamente el andamio.
No se puede entender la revoluci¨®n cubana sin tener en cuenta el papel de Ra¨²l
Es famosa aquella frase suya de "los frijoles valen m¨¢s que los ca?ones"
Educado en los jesuitas de Santiago de Cuba y luego en La Habana, como su hermano, estudi¨® en la Universidad mientras participaba en los movimientos de lucha contra la dictadura de Batista. El 26 de julio de 1953 tuvo un destacado papel en el asalto al cuartel Moncada, y despu¨¦s vivi¨® con Fidel la c¨¢rcel y el exilio. Expedicionario del Granma y guerrillero en la Sierra Maestra, all¨ª abri¨® un segundo frente de combate y fue ascendido a Comandante. Despu¨¦s de 1959, se volc¨® en la creaci¨®n de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y durante los primeros a?os de gobierno revolucionario se encarg¨® de mantener contactos de alto nivel con la desaparecida Uni¨®n Sovi¨¦tica.
En alguna de las raras entrevistas de prensa que ha concedido, ¨¦l mismo ha reconocido: "El 90% de mi tiempo est¨¢ dedicado al Partido Comunista de Cuba y la mayor¨ªa de mis actividades no son publicables, es por eso por lo que no salgo en la prensa", dijo hace tres a?os durante una ceremonia militar.
Dentro del exilio tiene fama de hombre duro y extremista y de haber bebido antes que Fidel de la fuente del marxismo-leninismo. Pero quienes le conocen aseguran que, siendo un hombre de convicciones fuertes, es afable y tiene los pies bien puestos en la tierra aunque haya asumido disciplinadamente el papel de radical que le ha tocado.
Es famosa aquella frase suya de "los frijoles valen m¨¢s que los ca?ones", dicha en medio del periodo especial, cuando la revoluci¨®n se jugaba el todo por el todo y algunos no quer¨ªan abandonar la ortodoxia. En aquel momento, su papel fue clave para que se reabrieran los mercados libres campesinos, regidos por la ley de la oferta y la demanda, que sirvieron para aliviar el desabastecimiento.
A ¨¦l se debe la introducci¨®n del sistema de autogesti¨®n empresarial en las corporaciones e industrias de las Fuerzas Armadas, como f¨®rmula para hacer m¨¢s eficiente la econom¨ªa socialista y que los trabajadores se sintieran m¨¢s vinculados a la producci¨®n.
No son pocos los que dentro de Cuba creen que a Ra¨²l le falta liderazgo para gobernar, pero otros por el contrario estiman y mucho su capacidad y forma de direcci¨®n. "A diferencia de Fidel, que ha gobernado siempre al margen de las instituciones, casi por instinto guerrillero, Ra¨²l siempre ha hecho equipo y ha dejado a los suyos trabajar. Eso s¨ª, cuando la gente se ha equivocado, pide responsabilidades", asegura alguien que durante a?os estuvo cerca de ¨¦l, y que recuerda que de su despacho han salido numerosos cuadros revolucionarios que hoy ocupan altas responsabilidades.
Hasta el ex analista de la CIA Brian Latell, que acaba de publicar una completa biograf¨ªa del segundo hombre fuerte de Cuba, afirma que en estos 47 a?os R¨¢ul Castro ha sido el ¨²nico dirigente "verdaderamente indispensable del r¨¦gimen". Sin ¨¦l, dice Latell, Fidel no hubiera podido gobernar todo este tiempo.
En su opini¨®n, por el control que posee de las Fuerzas Armadas y del Partido Comunista, s¨®lo ¨¦l es capaz de garantizar la supervivencia de la revoluci¨®n cuando Fidel Castro desaparezca, al menos a corto plazo.
Sin embargo, Ra¨²l Castro no parece tener demasiadas ambiciones de poder, o en cualquier caso su estrategia es otra. En un reciente art¨ªculo publicado con motivo de su 75 cumplea?os, el vicepresidente de Cuba Jos¨¦ Ram¨®n Fern¨¢ndez recordaba una frase de Ra¨²l hace 33 a?os: "A los dirigentes hist¨®ricos de la Revoluci¨®n, minuto a minuto, el tiempo nos pasa su cuenta inexorable y nos va cortando la vida. Y con este trabajo estamos preparando al gran dirigente de la Revoluci¨®n de hoy, de ma?ana y de siempre, que ser¨¢ nuestro Partido Comunista".
Ra¨²l Castro es Segundo Secretario del Partido Comunista y Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, adem¨¢s de Ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. Seg¨²n la constituci¨®n, es el hombre encargado de suceder a su hermano. Pero para quienes consideran en Washington que con ¨¦l, mejor que con Fidel, se puede llegar a un arreglo con Estados Unidos, ha dicho muy claramente: "Es preferible que arreglen los problemas en vida de Fidel". Por si acaso.
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