Los m¨¢s felices del planeta
Gracias al ¨²ltimo censo, -los resultados se conocieron este a?o- los colombianos descubrieron que no son 44 millones de personas, sino apenas 42, las que habitan este territorio de monta?as, selva y sabana, dos veces mayor que Espa?a. Cuarenta y dos millones que, seg¨²n un estudio tambi¨¦n reciente y realizado en Estados Unidos, son, al lado de los habitantes de una isla remota del pac¨ªfico, los seres m¨¢s felices del planeta.
"No; No creo; ?c¨®mo vamos a ser felices con tanta pobreza, con tanto desempleo, con tanta violencia?", opinan, desconcertados, los de a pie. Periodistas y analistas se dieron a la tarea de hacer conjeturas. "La exclusi¨®n, en ¨²ltimas, doblega el esp¨ªritu hasta hacerlo feliz", concluy¨® en su columna, Alejandro Gaviria.
Pese a su 'felicidad', Colombia es hoy uno de los pa¨ªses con mayor diferencia entre ricos y pobres
Colombia es hoy uno de los pa¨ªses con mayor diferencia entre ricos y pobres. S¨®lo en esta capital, el 40% de todos los ingresos, quedan en manos del 7% de la poblaci¨®n cercana a los siete millones de personas. Hay mujeres que pagan 28.000 euros por una cartera Louis Vuitton, y madres que mantienen a sus seis hijos con los cuatro euros que ganan al d¨ªa. En el campo las diferencias son m¨¢s grandes: mil propietarios poseen el 53% de la tierra mientras 1,3 millones de campesinos se reparten apenas el 0,42%. Esta brecha crece en lugar de hacerse m¨¢s chica. Las grandes marcas decidieron abrir sus tiendas en Bogot¨¢ porque el crecimiento econ¨®mico de los ¨²ltimos a?os, ha hecho a los ricos m¨¢s ricos.
Con una reforma laboral, el presidente ?lvaro Uribe acab¨®, hace tres a?os, con las horas extras y los dominicales de los trabajadores, que en su inmensa mayor¨ªa, s¨®lo ganan el salario m¨ªnimo: 128 euros mensuales. Ahora, reelegido en mayo pasado, est¨¢ empe?ado en sacar adelante, en un Congreso que domina, una reforma tributaria que golpea a los de abajo y premia a los empresarios. Hasta los huevos y la leche pagar¨¢n IVA; dicen que lo devolver¨¢n anualmente, a los m¨¢s humildes como si no supieran que ellos, para sobrevivir, cuentan los centavos d¨ªa a d¨ªa.
Ante esta realidad que duele, los pol¨ªticos act¨²an como autistas. Los dirigentes de los movimientos que apoyaron la reelecci¨®n llevan d¨ªas enredados en un grotesco espect¨¢culo de rapi?a. Cada uno cree -y no se sonrojan por ello- tener derecho a la mayor tajada en la repartici¨®n de cargos en un gobierno que lleg¨® hace 4 a?os al poder, con la promesa de acabar con la corrupci¨®n y la politiquer¨ªa. Ha hecho todo lo contrario: redimir a los m¨¢s cuestionados.
Pero los pol¨ªticos de siempre est¨¢n nerviosos. Virginia Vallejo, una reconocida diva de la televisi¨®n de los a?os 80, amante de Pablo Escobar, el capo de capos del narcotr¨¢fico muerto en 1993, rompi¨® su silencio y prometi¨® destapar las porquer¨ªas del viejo maridaje entre pol¨ªtica y mafia. Cit¨® ya a dos expresidentes y dijo que es verdad, que el otrora dirigente liberal Alberto Santofimio (hoy en prisi¨®n) indujo a su amante, a asesinar, en 1989 al ex candidato presidencial Luis Carlos Gal¨¢n. Y ofreci¨® hablar m¨¢s desde Estados Unidos donde est¨¢ bajo protecci¨®n. "He visto episodios claves de las relaciones entre la clase pol¨ªtica y el narcotr¨¢fico", le dijo al Gonzalo Guillen del diario norteamericano Nuevo Herald.
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