Fidel y el solapamiento
Existe en periodismo una especie de ley de Arqu¨ªmedes no escrita. Y es que cada nueva informaci¨®n importante desplaza y solapa a la anterior, no importa cu¨¢l sea su volumen e importancia objetivas -basta con la importancia que nuestro punto de vista les conceda-, del mismo modo que la anterior solap¨® a la precedente y, echando para atr¨¢s, det¨¦nganse ustedes mismos donde quieran. Luego uno se queda con un apretujado mont¨®n de solapas, porque no crean que la aparici¨®n de otro conflicto o barullo produce el efecto de que su predecesor desaparezca. S¨®lo los comprimimos en esa cartera sudada en la que apretujamos lo que queda pendiente. Hasta que, pum, algo de lo aplazado estalla de nuevo.
Hoy en d¨ªa te meten en salaz¨®n tanto como sea necesario. El pobre Franco, que en su lugar descanse, no lleg¨®, como Sharon, a formar parte del Guinness, sector momias entubadas
Y volvemos a empezar. Por eso el mundo es un mont¨®n de mierda. Por la cartera sudada que guardamos, repleta de podredumbres solapadas y de olvidos.
Ayer los informativos abr¨ªan, no pod¨ªa ser de otra manera, con la ?sorprendente! noticia de que Fidel Castro delega en su hermano Ra¨²l mientras le apedazan por dentro para que pueda seguir de aqu¨ª a la eternidad en lo suyo de siempre. Naturalmente, la primera parte de los informativos aventuraba que, cuando despertemos de nuestro sue?o post colonial, el dinosaurio quiz¨¢ no siga all¨ª. Yo no estoy tan segura. Miren a Ariel Sharon. Hoy en d¨ªa te meten en salaz¨®n tanto rato como sea necesario. El pobre Franco, que en su lugar descanse, no lleg¨®, como Sharon, a formar parte del Libro Guinness de los Records, sector momias entubadas (otra cosa es que le tengan en n¨®mina como fantasma de FAES, soplando cogotes centristas, que no me extra?ar¨ªa). Los tiempos eran otros, y el suyo -el de los s¨¢trapas del siglo XX- se agotaba en cuanto los recursos de la doctora Asland no daban m¨¢s de s¨ª. Nuestra era ofrece prodigios en materia de congelaciones.
La segunda parte de la primera noticia -la enfermedad de Castro y sus posibilidades futuras como dinosaurio en jefe- se ve¨ªa enriquecida por esa cosa alegre y faldicorta que ha habido siempre en Miami Ca?¨ª, las manifestaciones libertarias por parte de los cubanos del exilio, que estos d¨ªas tienen, tambi¨¦n, la suerte de que est¨¦ visitando el lugar George W. Bush. Yo, entretanto, pensaba en Eliancito, en los cubanos buenos, est¨¦n en donde est¨¦n, y en aquello que siempre se dijo: tan cerca de Estados Unidos y en medio de las barracudas.
En fin, tuve que esperar un buen rato hasta que por TV-3 sali¨® mi venerado Joan Roura, que se qued¨® en L¨ªbano cubriendo el conflicto y a quien adoro, informativamente hablando, m¨¢s all¨¢ de lo que puedo escribir, por su profesionalidad y su decencia. Le ve¨ªa con la playa de Tiro al fondo, esa playa p¨²blica que hace tres semanas estaba llena de familias modestas y felices.
Y fue entonces, despu¨¦s de enterarme por su boca -la de Roura- del horror del sur liban¨¦s, y despu¨¦s de escuchar la conexi¨®n con Naciones Unidas y escuchar el ronroneo de cigarras de sus cantama?anas, cuando sufr¨ª -mejor dicho: me deslumbr¨®- la Idea del Solapamiento Ant¨ªpoda.
Atentos, que va en serio. Si Fidel est¨¢ malito, me dije, y Cubavisi¨®n Internacional se ha quedado sin sus, al menos, seis o siete horicas debidas al l¨ªder carism¨¢tico... Por J¨²piter, ?no ser¨ªa posible que en dicha cadena me pudiera encontrar con abundante informaci¨®n sobre la invasi¨®n de L¨ªbano por Israel, y por ah¨ª tambi¨¦n, como quien no quiere la cosa, algo sobre Gaza, algo sobre Irak, algo sobre Afganist¨¢n, llegando as¨ª hasta los ¨²ltimos recodos de los m¨¢s recientes solapamientos?
Dicho y hecho. Me conect¨¦ al canal mencionado y presenci¨¦ una Mesa Redonda magistral, con informaciones de las que aqu¨ª carecemos porque nos vienen directamente sesgadas por los lobbies sionista/fundamentalinis de Estados Unidos. Su calidad me record¨® aquellos tiempos de la revista Triunfo de Haro Tecglen y V¨¢zquez Montalb¨¢n, cuando s¨®lo se pod¨ªa hablar de pol¨ªtica exterior, y en este rubro se volcaban las sabidur¨ªas.
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