Piqu¨¦ vuelve a Espa?a
El defensa del Manchester, campe¨®n del mundo sub 19, llega cedido un a?o al Zaragoza
La pelota le lleg¨® de rebote, tras un despeje de la defensa rival. Era la final de la Premier de filiales, Manchester contra Tottenham. Cero a cero. Levant¨® la cabeza y mir¨® al portero. El cuero, manso, respetuoso, le ven¨ªa a la izquierda, a la pierna mala. As¨ª que opt¨® por hacer una rabona. El bal¨®n se elev¨®, rebas¨® dos cabezas que hac¨ªan de muro y acab¨® entrando por la escuadra. Era el central del equipo. Gerard Piqu¨¦ (Barcelona, 1987), con ese tanto, le dio el t¨ªtulo al equipo filial del Manchester la temporada pasada. Pero no s¨®lo eso, sino que tambi¨¦n debut¨® en la Liga como titular contra el West Ham y disput¨® un total de 11 partidos con el primer equipo del United. De ah¨ª el aprecio que le tiene el entrenador, Ferguson; de ah¨ª que el club no contemple la opci¨®n de traspasarlo. Pero el Zaragoza y su t¨¦cnico, V¨ªctor Fern¨¢ndez, han insistido todo el verano para que regrese a Espa?a, m¨¢s a¨²n tras su excelente rendimiento en el Mundial sub 19, en el que se proclam¨® campe¨®n. Ferguson, aunque reticente porque prefer¨ªa cederlo a un equipo ingl¨¦s para seguirle de cerca y para tener la oportunidad de repescarle si se complicaban las cosas en invierno, cedi¨® ayer. Piqu¨¦ firmar¨¢ esta tarde por el Zaragoza un contrato de cesi¨®n por una temporada.
Siempre tuvo el f¨²tbol en el entrecejo. Cuando a¨²n no alzaba m¨¢s de medio metro, Piqu¨¦ se solt¨® de la mano de su abuela Montserrat para, de entre una de las estanter¨ªas del supermercado, coger una patata y darle patadas. Montserrat le ri?¨® un poco, aunque se le escap¨® una sonrisa picarona propia de abuela. Lo mismo que en esa tarde de verano de 1998 en la que su marido, el abuelo de Piqu¨¦, Amador Bernab¨¦u -miembro de la directiva azulgrana con N¨²?ez y Gaspart-, le llev¨® a los alevines del Bar?a para hacer una prueba. No se hab¨ªa desatado las botas y ya le dijeron que volviera al d¨ªa siguiente. As¨ª hasta juveniles, cuando el Arsenal y el Manchester United le tentaron. El Barcelona, enterado de que hizo las pruebas en Inglaterra, le apart¨® durante un par de meses del juvenil A para luego darle cabida en el B. Sandro Rosell, entonces vicepresidente deportivo azulgrana, le abri¨® la puerta de salida. "Si no quieres jugar en el Bar?a, te puedes ir", le dijo. Y se fue. "Fui a hablar con Ferguson y me cont¨® que estaba muy interesado en m¨ª. Su mirada me convenci¨®", cuenta Piqu¨¦.
Encontrarse en el mismo terreno de juego con Van Nistelrooy, Cristiano Ronaldo, Keane... le impresion¨®. Pero acostumbrado a mandar en todas las defensas en las que hab¨ªa estado, ha desarrollar el desparpajo propio de un central gobernador, le cost¨® poco tiempo congeniar ellos y, de paso, hacerse valorar. Tambi¨¦n ayud¨® su debut, con 17 a?os, en la Copa de la Liga contra el Alexandra Crew. "Si hemos sentenciado pronto, sales", le solt¨® sin miramientos Carlos Quieroz, ayudante de Ferguson y ex t¨¦cnico del Real Madrid. Cuando quedaban algo m¨¢s de 20 minutos, con 3-0, Piqu¨¦ ingres¨® en el campo. Cort¨® todo por arriba y por abajo y se gan¨®, al cabo de pocas semanas, su estreno en la Champions contra el Fenerbah?e turco.
Ahora, Piqu¨¦ espera hacer lo mismo en el Zaragoza. El ni?o de las patatas, el mismo que devora nocilla y los Kinder Bueno, el que lee compulsivamente las novelas de Ken Follet y Ruiz Zaf¨®n, ya ha llegado a La Romareda. Igual se saca otra rabona.
Por otra parte, Diogo, del Madrid, tambi¨¦n llega cedido una temporada a la entidad aragonesa. En este caso, el Zaragoza s¨ª tiene una opci¨®n de compra.
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