Don Emilio muri¨® en soledad
Un portero jubilado de 72 a?os falleci¨® hace cinco meses en su casa de Madrid. Su cad¨¢ver fue hallado ayer
Con una mano en el pecho, en pijama, sobre la cama de su dormitorio. As¨ª acabaron los d¨ªas de Emilio R. G. de 72 a?os, en su casa de la calle de Alc¨¢ntara de Madrid. Nadie lo supo en el barrio, donde todo el mundo lo conoc¨ªa por don Emilio, hasta que ayer a las dos de la tarde lo descubrieron el administrador del portal y un amigo del fallecido. Nadie sab¨ªa de ¨¦l desde hace cinco meses. Nadie se hab¨ªa preocupado tampoco por saber.
"La ¨²ltima vez que le vi estaba delgado, muy elegante como siempre, pero algo estropeado, parec¨ªa enfermo", asegura Antonio Caraba?a, el administrador, quien admite que apart¨® la mirada cuando descubri¨® el cuerpo de sobre la cama: "Su mano estaba en el pecho. Probablemente se doli¨® del coraz¨®n". Los m¨¦dicos del Servicio de Urgencias M¨¦dicas de la Comunidad de Madrid (Summa) no explicaron la causa de la muerte. "Se sabr¨¢ con la autopsia", informaron desde la jefatura de Polic¨ªa.
"Soy el viejo con m¨¢s clase del barrio de Salamanca", sol¨ªa comentar don Emilio, conserje de profesi¨®n y cuya elegancia en el vestir la reconoc¨ªa todo el barrio. "Le gustaba bajar al bar y contarnos cosas de su vida", afirma Jorge Puerto, el camarero de una cafeter¨ªa, en el mismo portal, y uno de los que le vio por ¨²ltima vez. "Se qued¨® hu¨¦rfano muy peque?o y se cri¨® con su t¨ªo en Portugal", relata Puerto, quien asegura que apenas recib¨ªa visitas. "Ven¨ªa de vez en cuando una mujer a visitarlo. Trabaj¨® de mayordomo en su casa y alguna vez le ayudaba. ?l hablaba de su nieta pero nunca vimos a ning¨²n familiar por aqu¨ª", a?ade.
Don Emilio viv¨ªa desde hace seis a?os en la buhardilla de este bloque de seis pisos, junto a los cuartos trasteros. Ese aislamiento ayud¨® a que no se percibiese hedor alguno hasta hace 15 d¨ªas. "La mujer de la limpieza me advirti¨® de un olor extra?o y empec¨¦ a sospechar", afirma Antonio Caraba?a, el administrador. Don Emilio hab¨ªa pagado la mensualidad, a trav¨¦s del banco, durante todos estos meses en los que permaneci¨® muerto en la cama, pero el administrador pregunt¨® en la oficina bancaria si la cuenta del jubilado ten¨ªa movimientos. Sus n¨²meros ingresaban el dinero correspondiente a su pensi¨®n y s¨®lo se desprend¨ªa de los gastos fijos: un dato que aument¨® las sospechas del administrador. Por eso se decidi¨® ayer a abrir la puerta junto a un amigo del fallecido que hab¨ªa preguntado por ¨¦l.
Hace cinco a?os ocurri¨® una situaci¨®n similar en otro piso del mismo portal y Caraba?a se tem¨ªa lo peor: "Lo que me preocupa es que est¨¦ encerrado arriba", advirti¨® a la vecina del quinto hace unos d¨ªas. "Le dije al administrador que posiblemente estuviera de viaje porque creo que tiene familia en Portugal", comenta Cristina Rodr¨ªguez, la vecina m¨¢s pr¨®xima a don Emilio.
Seg¨²n hab¨ªa contado en el bar de abajo, don Emilio se cri¨® junto a su t¨ªo en Portugal, donde "aprendi¨® portugu¨¦s antes que espa?ol", asegura uno de los clientes del bar. "Hace meses coment¨® que su t¨ªo hab¨ªa muerto y que iba a ir a Portugal a cobrar una buena herencia", asegura el camarero, que a?ade: "Por eso cre¨ªamos en el barrio que hab¨ªa viajado".
"Siempre impecable". "Encantador". "Simp¨¢tico". Son los adjetivos que le dedican los vecinos de la zona en la que viv¨ªa alquilado desde 1998. "Le proporcion¨¦ esa buhardilla porque me parec¨ªa un hombre honorable", asegura el administrador, que conoc¨ªa a don Emilio desde que trabajara como conserje en la calle de Monte Esquinza. "Me ca¨ªa bien, por eso le ofrec¨ª esa casa cuando se tuvo que ir de donde viv¨ªa antes", afirma. Caraba?a describe su aspecto como el de "un jubilado guaperas". "Es lamentable que haya tenido que morir as¨ª: solo", a?ade Caraba?a, que intent¨® localizar ayer a sus familiares. "Emigr¨® en los a?os sesenta a Alemania y all¨ª conoci¨® a su mujer, con la que tuvo una hija. Pero estaban separados", explica Caraba?a. No logr¨® ayer respuesta de los parientes de don Emilio.
Un mill¨®n de solitarios
El cuerpo de un anciano de unos 80 a?os fue encontrado ayer por la tarde en Alcobendas (Madrid) en avanzado estado de descomposici¨®n, rodeado de basura. Formaba parte del mill¨®n de mayores que vive solo. De los siete millones de mayores de 65 a?os que hay en Espa?a, otro mill¨®n y medio es dependiente. Son datos de la ONG Solidarios para el Desarrollo, que el pasado mes denunci¨® que tan s¨®lo entre enero y abril, en Madrid murieron en soledad 33 mayores.
Seg¨²n Solidarios para el Desarrollo, el 25% de cuyo voluntariado atiende a mayores, el riesgo de los ancianos de morir en soledad se triplica en verano, cuando los familiares marchan de vacaciones y se pasan semanas sin hablar con nadie ni salir de sus casas por problemas de movilidad.
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