S¨ª pero no, pero s¨ª
Estudio de L. Kubbel.
Magyar Sakkvilag, 1934.
Prep¨¢rese el lector para grandes impactos. Pronto se ve que las blancas est¨¢n a punto de coronar, y que el rey negro corre grave peligro. Pero la dama negra amenaza empatar por jaque continuo. Y si se empieza por Ce4 para proteger f2, la dama se instala en f3, y parece controlarlo todo. Otro cabo suelto es que e5 est¨¢ indefenso, lo que dificulta la red de mate. Justo ah¨ª empieza lo bonito de esta maravillosa composici¨®n, sugerida por el lector Jos¨¦ Luis Molina, quien la define as¨ª: "Con peones que ayudan y obstaculizan, amenaza de mate que hay que concretar y una dama negra muy activa, que defiende o ataca, seg¨²n la necesidad". Empieza el baile: 1 Ce4 Df3. ?Y qu¨¦ hacemos ahora? Las blancas necesitan alejar a la dama negra como sea, para tejer la red de mate. ?Al precio que sea, por muy caro que resulte? ?Incluso a cambio de sacrificar el valios¨ªsimo pe¨®n de f7? ?S¨ª! 2 f8=D!!, D - f8. Bien, ya hemos alejado a la dama, pero a¨²n controla f4, donde anhelamos colocar el pe¨®n de f2 para dar mate con c3. Hay que evitarlo a cualquier precio, ?incluso sacrificando la ¨²nica pieza que tenemos! 3 Cf6!!, Db8. La dama negra busca el contraataque por b4, pero cae en una combinaci¨®n que ahora veremos. Tomar el caballo hubiera permitido el ansiado avance a f4, en cualquiera de sus dos formas: 3... D - f6 4 e - f6, g - f6 5 f4!, con inevitable mate en c3; o bien la m¨¢s espectacular 3... g - f6 4 f4!!, f - e5 5 c3 mate; por ¨²ltimo, el intento 3... Dh8 no vale por 4 Cg4!, que defiende simult¨¢neamente h6 y e5, y amenaza c3 mate. 4 c3+, R - e5 5 Cd7+, y las blancas ganan.
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Correspondencia: ajedrez@elpais.es
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