Las l¨ªneas de autob¨²s que tienen horario fijo lo incumplen por sistema
Hay veh¨ªculos que suman hasta 13 minutos de adelanto, y otros, m¨¢s de 20 de retraso
Una lata. Tener que utilizar el autob¨²s en agosto resulta agotador. TMB reduce tanto las frecuencias que en algunas l¨ªneas ha puesto horario. No se cumple. Y lo que es peor: algunos, en lugar de llegar tarde, lo hacen con antelaci¨®n. El an¨¢lisis de 14 l¨ªneas, elegidas en funci¨®n de su paso por el centro de la ciudad, muestra que la falta de puntualidad es la norma. ?ste es el tercer a?o en el que TMB intenta, con escaso ¨¦xito, dotar de horarios a algunas l¨ªneas.
Ferm¨ªn no conf¨ªa en la empresa y aconseja ir a la parada minutos antes de la hora
"Si el autob¨²s llega pronto, entro a trabajar media hora antes, pero a veces llego tarde"
Son las 20.30 de un mi¨¦rcoles de agosto y la gente se queja en la plaza de Urquinaona por el autob¨²s de la l¨ªnea 62. Para ser m¨¢s exactos: por la falta de autob¨²s. Ya lleva 20 minutos de retraso respecto de la hora de prevista por Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB). A Isabel Arroyo le ser¨¢ imposible llegar a tiempo a su rehabilitaci¨®n semanal. "Muchas veces desisto y cojo un taxi, pero no puedo permit¨ªrmelo siempre", se lamenta. Se ha quejado a TMB, sin que le haya servido para nada.
Paquita Longas, de 56 a?os, usa esta l¨ªnea para visitar a su familia, as¨ª que la puntualidad no le parece tan importante como la escasa frecuencia con la que pasan los autobuses. "Antes, en verano se pod¨ªan reducir los servicios por escasez de demanda, pero desde hace unos a?os todo ha cambiado. Hay incluso m¨¢s usuarios y turistas que durante el a?o, por lo que disminuir los servicios es contraproducente".
En el banco de la parada de la l¨ªnea 42, Joan Eugeni, de 71 a?os, y su mujer, Adelaida Escorz, de 70, tambi¨¦n padecen porque la espera supera el cuarto de hora. "Como soy jubilado creen que tengo todo el tiempo del mundo para esperar", opina ¨¦l. Al final llega el 42, o los 42, porque, a falta de uno, aparecen dos. No es un caso raro. Uno va vac¨ªo y no para; el otro, s¨ª. "Cuando llegan dos a la vez, uno viaja en vano", comenta Adelaida con la serenidad de quien lo ha visto todo en materia de transporte urbano, salvo la puntualidad.
Los j¨®venes se quejan por lo que padecen los fines de semana. "Siempre igual. Pocos autobuses, los que hay no llegan a tiempo y encima vienen abarrotados", coinciden Laia Arnau, de 18 a?os, e Isabel Adelantado, de 19, mientras esperan el autob¨²s 43 en la calle de Val¨¨ncia. El retraso es de apenas 10 minutos.
A las 14.00 del jueves, la parada de autobuses de Portal de l'?ngel, en la plaza de Catalunya, parece un bingo en miniatura. La gente repite en voz alta el n¨²mero de la l¨ªnea que cubre el veh¨ªculo que llega, con la esperanza de que el pr¨®ximo sea por fin el anhelado. Algunos pierden la calma y se suben al primer veh¨ªculo que pasa para preguntarle al conductor qu¨¦ sucede con el que esperan o qu¨¦ alternativas hay. Otros se cansan de este juego de azar y prefieren buscarse la vida en el metro o a pie. Es una aportaci¨®n de TMB a la salud de los ciudadanos.
Algunos pasajeros consideran que los autobuses podr¨ªan ir a m¨¢s velocidad. Aunque conductores como Guillermo Tripiana lo rechazan: "Lo primero que nos dicen los responsables de TMB es que en este trabajo ni te puedes poner nervioso ni puedes correr. Tienes que poner todos tus sentidos: que si las motos, los coches que no te ceden el paso... Llevamos a mucha gente y tenemos demasiada responsabilidad como para hacer el loco. Adem¨¢s, los horarios son orientativos", dice, aunque nada de eso sabe el pobre usuario que espera. Una peque?a m¨¢quina situada junto al volante indica a los conductores si van con retraso. "Ahora mismo me dice que llego tres minutos tarde". Aunque al bajar y comprobar el horario de la parada de Carretera del Carmel-Gran Vista (l¨ªnea 92), el retraso acumulaba ya 5 minutos. Francisco, otro de los ch¨®feres, recita con tono solemne su lema: "Puntualidad, amabilidad y riesgo cero".
"S¨¦ de compa?eros golpeados por alg¨²n pasajero impaciente", cuenta Ferm¨ªn, de 38 a?os, que cubre la ruta avenida Tibidabo-plaza de Catalunya. La tarde del mi¨¦rcoles, su autob¨²s (58) lleg¨® a Muntaner-Gran Via con retraso: apenas dos minutos, frente a los cuatro de su antecesor y los 13 del que pas¨® a las 20.33 horas en lugar de a las 20.20 como estaba previsto. "Eso es muy raro. No deber¨ªa suceder", sentencia Ferm¨ªn, que conf¨ªa poco en la capacidad organizadora de la empresa y aconseja presentarse en la parada cinco minutos antes de la hora indicada por TMB.
Yvette, una empleada de la limpieza, ya lo sab¨ªa. "Cada d¨ªa llego al paradero unos minutos antes de la hora en que debe pasar el autob¨²s, porque si lo pierdo tengo que esperar media hora a que pase otro y llego tarde al trabajo", asegura. Es una norma de no pocos usuarios. Mar¨ªa Moreno, usuaria del 54, explica que sale de casa antes que el resto del a?o. "Si el autob¨²s llega pronto, entro a trabajar con media hora de adelanto, pero a veces incluso llego tarde. El 54 debe de ser la peor l¨ªnea de Europa". Y a?ade que no excluye Estambul.
Una de las irregularidades del servicio que crean m¨¢s incomodidad a los usuarios es el adelanto respecto del horario establecido. Entre las 15.00 y las 16.00 del jueves, dos autobuses de la l¨ªnea 6 llegaron a la parada de la Gran Via 6 y 13 minutos antes de lo previsto. "Ah¨ª est¨¢. ?Dios, voy a perderlo porque llega antes de tiempo!", gritaba Antonio en el cruce entre las calles Val¨¨ncia y Marina cuando ve¨ªa que el autob¨²s n¨²mero 51, unos metros m¨¢s adelantado, se le escapaba sin poder evitarlo. Eran las 20.26 horas y, seg¨²n los horarios de TMB, el autob¨²s deber¨ªa haber pasado a las 20.29. Tres minutos de anticipaci¨®n que resultaron decisivos para Antonio. "Voy a coger el metro, a ver si hoy funciona", apostill¨® enfadado.
Lo mismo pas¨® con dos mujeres que llegaron a la parada a la hora anunciada por la empresa municipal. Esta vez la puntualidad les jug¨® una mala pasada, pues el autob¨²s hab¨ªa llegado tres minutos antes de lo previsto por TMB. M¨¢s les hubiera valido ser muy impuntuales, porque la espera hasta la llegada del siguiente fue de 35 minutos.
"Faltan autobuses". Es una de las opiniones m¨¢s comunes entre los usuarios. Miriam Capablo, usuaria habitual de la l¨ªnea 92, est¨¢ sorprendida de que no haya m¨¢s servicios en su recorrido. Justo al llegar a la parada Rep¨²blica Argentina-Viaducto, situada a unos 30 pasos del metro de Vallcarca, la se?ala como si ¨¦sta fuera una de las principales atracciones del barrio. "Ahora hay menos gente, pero hace un par de d¨ªas, la cola se formaba no ten¨ªa menos de 25 metros". Adem¨¢s, se queja, el autob¨²s siempre va lleno. De ida, porque la gente va a trabajar, y de vuelta, porque vuelven a sus casas. Este barrio tiene muy pocas l¨ªneas".
Esta idea la comparten algunos de los conductores. "Deber¨ªan haber m¨¢s servicios, sobre todo en horas punta como el ¨²ltimo turno", argumenta Francisco Jos¨¦ Mart¨ªnez, ch¨®fer de la l¨ªnea 92. Aunque para
otros, como Guillermo Tripiana, los coches y los camiones de descarga que ocupan los carriles reservados al transporte p¨²blico son los principales incordios. "Lo que deber¨ªa haber es m¨¢s control sobre estos infractores", dice, lamentando la escasa efectividad de la Guardia Urbana a la hora de defender los derechos de los ciudadanos que usan el transporte p¨²blico..
De las 14 l¨ªneas analizadas, con varios servicios en todas ellas. el r¨¦cord de adelanto est¨¢ en 13 minutos. El retraso, en cambio, alcanza los 20.
Que los autobuses lleguen tarde no es nuevo, pero la impaciencia de los usuarios aumenta en esta ¨¦poca del a?o. A la espera se une la presencia de un sol abrasador. Las frases "?qu¨¦ calor!" y "esto va cada vez peor" se multiplican entre los usuarios. Se suceden las im¨¢genes de gente que busca una sombra en cualquier lugar posible: tras un ¨¢rbol, al amparo de los anuncios situados en las paradas, al lado de una caseta de la ONCE.
Los que tengan suerte y no se encuentren con el autob¨²s lleno en hora punta podr¨¢n entrar, pagar como usuarios responsables y volver a esperar, aunque esta vez sea para llegar por fin a su destino, un objetivo que TMB hace que sea cada d¨ªa m¨¢s dif¨ªcil.
Las l¨ªneas de autob¨²s analizadas son las 6, 31, 40, 42, 43, 51, 54, 58, 62, 91, 92, 96 y 141, en diversas franjas horarias del mi¨¦rcoles y el jueves pasados.
Han colaborado en esta informaci¨®n: Jaume Bauz¨¤, Bernardo Bejarano, Roger Cassany, Javier Leal y M¨°nica Zaragoza.
Desconfiada espera
En Barcelona hay 92 l¨ªneas de autob¨²s, de las que 57 funcionan con horario en agosto. Estos horarios, aunque sirvan de poco, figuran en la p¨¢gina electr¨®nica de TMB (tmb.net) y en las paradas. Si no es as¨ª, s¨®lo se indica la frecuencia de paso. Tambi¨¦n hay paneles electr¨®nicos que anuncian el pr¨®ximo n¨²mero de autob¨²s, pero no son de fiar. Algunos conductores y usuarios de las 14 l¨ªneas analizadas desconoc¨ªan la existencia de horarios y si lo sab¨ªan no se fiaban. La empresa no sabe si se cumplen los horarios. Durante toda la semana ha dicho que carec¨ªa de datos porque "hay muchas calles en obras". Ser¨¢ que van en autob¨²s... los datos.
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