Israel combate en Tiro y amenaza Sid¨®n
Los soldados luchan cuerpo a cuerpo en el feudo de Hezbol¨¢ y matan a siete milicianos
El combate cuerpo a cuerpo entre soldados israel¨ªes y milicianos de Hezbol¨¢ se extendi¨® ayer a la b¨ªblica Tiro. De madrugada, comandos de ¨¦lite del Ej¨¦rcito se apearon de los helic¨®pteros y mataron a siete guerrilleros que supuestamente lanzaron desde la ciudad libanesa los cohetes de medio alcance que impactaron la v¨ªspera en Hadera, a 30 kil¨®metros de Tel Aviv. Y la guerra amenaza con extenderse m¨¢s al norte, a Sid¨®n. La aviaci¨®n israel¨ª sembr¨® esta ciudad de panfletos en los que exhorta a la poblaci¨®n a huir. Es el preludio de ataques a¨¦reos en una localidad que acoge a miles de refugiados.
Ocho uniformados israel¨ªes fueron heridos durante el ataque a un cuartel de Hezbol¨¢ en Tiro, dos de ellos de gravedad, y otro militar falleci¨® en una aldea pr¨®xima a la frontera cuando el veh¨ªculo de transporte en el que se desplazaba fue alcanzado por un proyectil de mortero. Unos 10.000 soldados pelean para llevar a cabo los planes del Estado Mayor israel¨ª, que pasan por crear una zona de seguridad de al menos ocho kil¨®metros al sur de la frontera libanesa. Portavoces castrenses se mostraban confiados a mitad de semana en que ayer habr¨ªan completado la misi¨®n. No ha sido as¨ª. Cruentos combates ten¨ªan lugar por la ma?ana en pueblos que distan apenas unos centenares de metros o un par de kil¨®metros de la frontera.
Est¨¢ quedando palmariamente claro para los expertos que fiar todo a la aviaci¨®n en los primeros d¨ªas del conflicto fue un error, que sin una vasta operaci¨®n de soldados sobre el terreno era imposible acabar con el lanzamiento de cohetes Katiusha. Incluso as¨ª est¨¢ por ver que consigan eliminar las lanzaderas de estos cohetes, que por su peque?o tama?o y movilidad son dif¨ªciles de destruir. Casi a diario pierden la vida soldados hebreos -ya suman 45- y la ampliaci¨®n de las operaciones, 25 d¨ªas despu¨¦s de que se iniciaran las hostilidades, no hace sino aumentar el riesgo de que la cifra crezca.
La improvisaci¨®n ha reinado en la toma de decisiones y el cambio de planes ha sido frecuente desde que el 12 de julio la milicia chi¨ª capturara a dos soldados en las cercan¨ªas de la base de Zarit. El Estado Mayor pretend¨ªa al principio de la guerra crear una zona de seguridad de uno o dos kil¨®metros e impedir que los guerrilleros regresaran a la zona pr¨®xima a la frontera. Luego ampliaron ese tamp¨®n a ocho kil¨®metros, m¨¢s tarde a 15, e insisten ahora en que avanzar¨¢n "lo que sea necesario".
No hay respiro, y el acuerdo entre Francia y EE UU sobre una resoluci¨®n en Naciones Unidas que establezca un alto el fuego imprimir¨¢ mayor ritmo a los ataques israel¨ªes. Pero cunde la sensaci¨®n de que el tiempo del que dispone el Ej¨¦rcito no es ilimitado. Hay prisa. La aviaci¨®n, due?a absoluta del espacio a¨¦reo, ya se aplicaba por la ma?ana a su tarea de destrozar infraestructuras a lo largo de L¨ªbano. Especialmente en el sur del pa¨ªs y en el valle de la Bekaa, feudo chi¨ª pr¨®ximo a la frontera con Siria. Y tambi¨¦n a exhortar a la poblaci¨®n de Sid¨®n a escapar hacia el norte. Sid¨®n, 40 kil¨®metros al sur de Beirut, es una ciudad de 100.000 habitantes a la que escaparon decenas de miles de chi¨ªes del devastado sur del pa¨ªs. La amenaza israel¨ª agravar¨¢ la catastr¨®fica situaci¨®n humanitaria.
En el norte de Israel, sin novedad. Porque novedad ser¨ªa que la tranquila t¨®nica de la ma?ana se hubiera prolongado. Pero Hezbol¨¢, que concentra el lanzamiento de los katiushas en masivas oleadas, dispar¨® al menos 130 cohetes -170 en toda la jornada- en un lapso de 90 minutos. Cuarenta de ellos impactaron en Kiryat Shmona, la diana preferida de los islamistas. Al menos cuatro civiles (una mujer de 87 a?os que sufri¨® un infarto y una madre ¨¢rabe israel¨ª junto a sus dos hijas) murieron cerca de la frontera.
Por otro lado, el Ej¨¦rcito israel¨ª detuvo anoche en la ciudad cisjordana de Ramala al presidente del Parlamento palestino, Abdel Aziz Duaik, miembro de Ham¨¢s. A ra¨ªz del secuestro, por parte de las milicias palestinas, del soldado israel¨ª Gilad Shalit, las fuerzas de seguridad hebreas han arrestado desde junio a decenas de miembros de Ham¨¢s, entre ellos a siete ministros del Gobierno palestino.
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