Lecciones de vuelo en la arena

La familia de Lala Paz, de Sevilla, no falta un d¨ªa a la playa. Abuelos, padres, hijos y nietos siguen cada verano una tradici¨®n en Chipiona.

Sombrillas, mesas, sillas, neveras y m¨¢s de 20 personas forman parte del campamento diario sobre la arena, una reuni¨®n a la que este a?o los m¨¢s peque?os han sumado un nuevo entretenimiento: las cometas que reparte Caja San Fernando.

La Obra Social de la caja andaluza repartir¨¢ hasta septiembre 25.000 cometas en playas de la provincia de C¨¢diz y Huelva en la iniciativa Aprende a volar. La pasada semana acudieron a la de Cruz del Mar, en Chipiona, donde Ra¨²l L¨®pez y su hermano, nietos de Lala, recibieron sus primeras nociones en unos talleres sobre la arena resguardados del sol y promocionados con banderolas y una carpa. All¨ª varias chicas imparten las lecciones tras desplegar las cometas semipreparadas. "Debes colocar este palito aqu¨ª, desenganchar el hilo, pasarlo por la anilla y hacerle tres nudos fuertes para que no se suelte", explica una de ellas a Ra¨²l, que, con 6 a?os, asiente como el que lo comprende todo.

Tras detallar el sencillo montaje, las clases de vuelo son breves. "Su¨¦ltala contra el viento y, cuando eche a volar, suelta el hilo poco a poco", le sugiere la monitora. Tambi¨¦n hay advertencias. "No juegues nunca cerca de la orilla porque se puede mojar y se rompe. Tampoco cerca de gente porque puedes hacer da?o. Y si hay mucho viento no la saques".

Ra¨²l asiente y se marcha de la carpa con su cometa bajo el brazo. Cuando vuelve al campamento de sombrillas, su abuela Lala y el resto de familiares le ayudan a poner en pr¨¢ctica las nociones reci¨¦n aprendidas. Pero no es tan f¨¢cil. "?Vuela, vuela! ?No te caigas!", exclama desesperado el ni?o. Pero la ausencia de viento deja sin efecto sus ruegos infantiles. Su hermano, Adri¨¢n, de apenas 20 meses, le imita y consigue sorprendentemente que la cometa planee en el aire durante unos segundos. "Es un campe¨®n", le piropea su abuela.

La campa?a Aprende a volar alcanza en Chipiona su quinta playa, de un total de nueve. Las pr¨®ximas citas ser¨¢n en Sanl¨²car, El Puerto, C¨¢diz y Vejer. "Queremos recuperar un elemento perdido y, a la vez, educar a los ni?os en la idea de compartir", explica el coordinador, Pedro Hern¨¢ndez. "La idea es que toda la familia participe", a?ade.

La iniciativa est¨¢ dirigida a ni?os de entre cinco y 11 a?os, que deben ir acompa?ados de un adulto. Tras pasar por playas onubenses, las carpas viajar¨¢n por el litoral gaditano. "Es un ¨¦xito porque viene mucha gente y se generan estampas simp¨¢ticas", asegura Hern¨¢ndez.

Im¨¢genes como la de la abuela Lala y sus amigas impartiendo lecciones de vuelo a sus nietos. O como la de Rafaela Mu?oz, vecina de Chipiona, quien abandona la toalla para dedicarle minutos y minutos a intentar, sin demasiado ¨¦xito, que se mantenga en el aire la cometa que acaba de recibir su hijo Jos¨¦ Luis. "?Tira del hilo! ?Ahora!", le exclama la madre pero el viento se resiste a convertirse en aliado de los nuevos aficionados. En esta localidad gaditana, a las cometas se les llama panderos. Jos¨¦ Luis tiene uno colgado en su habitaci¨®n. De fabricaci¨®n propia, hecho con ca?as, le sirvi¨® el a?o pasado para participar en un concurso que anualmente se organiza en esta playa para seleccionar a los mejores en el arte de hacer volar. Jos¨¦ Luis ya tiene experiencia y aspira a ganar. Los nietos de la abuela Lala, con ayuda familiar, aprenden estos d¨ªas las claves para no quedarse atr¨¢s.