Espa?a est¨¢ que se sale

El baloncesto es un deporte de momentos. Un juego de instantes. Y m¨¢s cuando juegan dos equipos tan igualados como Espa?a y Argentina. Ayer, en el ¨²ltimo partido de preparaci¨®n antes del Mundial de Jap¨®n, la clave tuvo forma de golpe: a Gasol le metieron el codo en la lucha por uno de los primeros rebotes. Se hizo da?o en la espalda -tiene un lumbago agudo- y ya no volvi¨® a jugar. Estar¨¢ dos d¨ªas entre algodones pero no tendr¨¢ problemas para jugar el Mundial, seg¨²n el m¨¦dico de la selecci¨®n. Y como Espa?a no not¨® su ausencia, gan¨®.

Espa?a y Argentina son dos enemigos ¨ªntimos. Llevan a?os cruz¨¢ndose en las grandes competiciones. Argentina es la que m¨¢s ha cambiado: de equipo an¨¢rquico y alocado, confiado en las habilidades de sus estrellas, ha pasado a equipo de patr¨®n cl¨¢sico. Construye su juego del base a los p¨ªvots. Circula el bal¨®n alrededor de la zona y s¨®lo busca tres opciones: triple del peque?ito desmarcado, finta y penetraci¨®n del alero en ventaja, o bloqueo y continuaci¨®n de los p¨ªvots desde la bombilla de la zona hasta el aro. As¨ª, agarrada a un manual, Argentina gan¨® los Juegos de Atenas. As¨ª, agarrada a lo cl¨¢sico, Argentina empez¨® a buscar su sitio en el partido de ayer: Scola y Oberto convirtieron los ataques albicelestes en una sucesi¨®n de dos contra dos a la que nunca supo hacer frente Espa?a.

El equipo de Gasol tambi¨¦n ha cambiado, pero no tanto. Sigue siendo un bloque brillantemente alocado, chispeante, exageradamente punzante en el contraataque. Moderno, que dicen los analistas, a los que llena de gozo que tantos jugadores polivalentes, capaces de hacer de todo y para todos, coincidan en el mismo banquillo y bajo el liderazgo de un tipo tan decisivo como Gasol.

Espa?a, sin embargo, es muchas m¨¢s cosas. Ayer demostr¨® que no depende del p¨ªvot de los Memphis, cuya ausencia s¨®lo se not¨® en el rebote defensivo. Sabe jugar pausado, cuando Calder¨®n lleva la batuta. Y tambi¨¦n corre que da gusto, impone un ritmo infernal y se aprovecha de que a Navarro, Mumbr¨² y Rudy Fern¨¢ndez -imparables en las penetraciones- se les suman un grupo de pesos pesados con pies ligeros -Gasol, Reyes, Jim¨¦nez y Garbajosa-. Todos, menos Gasol, se juntaron en el tercer cuarto, cuando le metieron un parcial de 18 a 3 a Argentina y cerraron el partido.

Con tal paliza por medio y un cuarto por delante, el partido qued¨® para dos cosas: descubrir qu¨¦ jugador espa?ol ser¨ªa descartado para ir al Mundial -Marc Gasol y Hern¨¢ndez Sonseca se jugaban una plaza- y saber qu¨¦ jugador argentino intentar¨ªa arreglar el desaguisado. De defender el honor argentino, con el equipo roto y jugando sin patr¨®n alguno por lo abultado de la derrota, se encarg¨® Nocioni, que aprovech¨® el fracaso con el que cerr¨® Espa?a su experimento de juntar a cinco peque?os sobre el parqu¨¦. De resolver el misterio de la selecci¨®n se encarg¨® Pepu Hern¨¢ndez, su entrenador: Marc Gasol jugar¨¢ el Mundial.