M¨¢s de 20 familias de inmigrantes alquilan el mismo piso v¨ªctimas de una estafa
Un empresario latinoamericano cobr¨® entre 1.500 y 4.000 euros a cada inquilino
Blanca Rujjel, una madre de familia de nacionalidad peruana, lleg¨® ilusionada el s¨¢bado por la ma?ana al piso que acababa de alquilar en la calle de Estocolmo, 31, en el distrito de San Blas. Cuatro habitaciones, garaje, piscina y trastero por 750 euros al mes. Hab¨ªa pagado dos meses por adelantado y 160 euros a la agencia que le ense?¨® la casa. En total, 1.660 euros. Lleg¨® cargada con sus b¨¢rtulos y con el resto de su familia: sus dos hijos y su marido. Pero se encontr¨® con un piso repleto de inmigrantes que hab¨ªan sido supuestamente estafados. M¨¢s de 20 familias est¨¢n con el mismo problema.
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Todos eran arrendatarios del mismo piso, el 3? A; y, a la vez, ninguno lo era: pronto se dieron cuenta de que su dinero hab¨ªa volado, y el responsable de la agencia, tambi¨¦n. S¨®lo una de las mujeres, la ¨²ltima que firm¨® el contrato, ten¨ªa la llave, y abri¨®. Muchos han pasado las noches del s¨¢bado y el domingo en la casa conviviendo con resignaci¨®n a la espera de una soluci¨®n. All¨ª siguen. Entre las v¨ªctimas hay m¨¢s de 20 familias ecuatorianas, paraguayas, brasile?as, bolivianas, peruanas, colombianas, rumanas y nigerianas.
Aseguran que han sido v¨ªctimas de un enga?o supuestamente perpetrado por Juan Toribio, de origen latinoamericano -dominicano, seg¨²n los afectados- y propietario de la empresa Strauss Trust SL; y por una mujer que se hac¨ªa llamar Ramona Mar¨ªa Hern¨¢ndez Ortiz. Ambos alquilaron el mismo piso de San Blas a decenas de inmigrantes, como figura en los contratos a los que ha tenido acceso este peri¨®dico.
El mismo piso, adem¨¢s, en el que los propios Toribio y Hern¨¢ndez estaban viviendo con sus dos hijos, seg¨²n contaron otros vecinos del inmueble. Los supuestos estafadores cobraron a cada inquilino, por adelantado, entre 1.500 y 4.000 euros, y los citaron a todos el mismo d¨ªa: s¨¢bado 5 de agosto. Antes de que llegasen, ellos desaparecieron con tal premura que dejaron en la vivienda documentaci¨®n, fotos y un ordenador personal.
Fuentes del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa confirmaron ayer que durante el fin de semana ha habido un "goteo constante" de denuncias por presunta estafa contra Toribio y Hern¨¢ndez, aunque ning¨²n agente se desplaz¨® a la vivienda. Algunos se fueron directamente a comisar¨ªa cuando descubrieron el enga?o; otros, inmigrantes sin papeles, no se atrevieron.
La inmobiliaria Strauss Trust, con una oficina en la plaza de Callao, se anunciaba en diversos peri¨®dicos como agencia especialista en inmigrantes que les facilitaba la b¨²squeda de un hogar a cambio de entre 140 y 160 euros; "dependiendo de la cara de tontos que nos ve¨ªa", dec¨ªan ayer los afectados. Cuando los inmigrantes pagaban el importe, Toribio, cuentan, empezaba con su teatro.
"A m¨ª me recibi¨® un tal Miguel en la oficina", explica Blanca Rujjel. El 29 de julio, este individuo la condujo hasta otro que se present¨® como Juan Toribio, que la subi¨® en un coche y la llev¨® a la calle de Estocolmo. Ah¨ª esperaba la que supuestamente era la propietaria del piso, Ramona Mar¨ªa Hern¨¢ndez, que se lo mostr¨® y le pidi¨® una se?al. "Le adelant¨¦ 100 euros y nos citamos con Toribio el jueves siguiente para firmar el contrato", recuerda. "El d¨ªa de la firma todo fue muy extra?o".
Sin comisi¨®n
Blanca acudi¨® a la oficina de Callao. Toribio no ten¨ªa preparado el contrato, y tuvieron que ir a un locutorio de la Gran V¨ªa para imprimirlo. Subieron a la oficina, donde Ramona Hern¨¢ndez esperaba. Formalizaron el contrato y Blanca les entreg¨® otros 1.500 euros. "Toribio me dijo que ¨¦l no se llevaba nada, que ya cobraba comisi¨®n de la propietaria y que le ca¨ªa bien". A Blanca, como a los dem¨¢s, le dijeron que hasta el s¨¢bado 5, cuando la due?a se iba a un chal¨¦ de Alcal¨¢ de Henares, no podr¨ªa entrar en el piso. La citaron a una hora y adi¨®s.
El modus operandi se repite en todos los casos, con la diferencia de que algunos inmigrantes no entregaron el dinero en mano sino que lo ingresaron en una cuenta corriente de la Caixa de Catalunya que est¨¢ a nombre de Strauss Trust, seg¨²n figura en los recibos. "A nosotros nos cobr¨® cuatro meses de fianza, el mes en curso, una se?al y la tarifa por buscarnos el piso", explica la boliviana Yanett Concepci¨®n ?lvarez, una de las que se qued¨® en el piso.
"?l [Toribio] se pon¨ªa enseguida muy nervioso, se equivocaba con las cifras del contrato y nos met¨ªa prisa constantemente para que nos march¨¢ramos del piso", recuerda Yanett. "Ella, Ramona, lo hac¨ªa muy bien. Fue muy fr¨ªa y nos trat¨® con distancia. Dec¨ªa que era venezolana y que estaba casada con un espa?ol".
En el domicilio, los afectados encontraron al llegar un retrato de familia en el que reconocieron, junto a dos ni?os, a Juan Toribio y a la que dec¨ªa ser la propietaria del piso, Ramona Hern¨¢ndez.
El sue?o de vivir en una casa con piscina y garaje
"Este piso llevaba un a?o vac¨ªo. Hace unas tres semanas llegaron un hombre y una mujer con dos chicos. ?l se present¨® como Juan Toribio y dijo que ven¨ªan a vivir", explicaba ayer un vecino del n¨²mero 31 de la calle de Estocolmo, extra?ado ante la continua llegada y salida de inmigrantes a lo largo del d¨ªa de ayer.
"La casa es de una azafata y un piloto que ven¨ªan de vez en cuando. Pero creo que se mudaron a un chal¨¦ hace un a?o", explicaba el hombre al ser preguntado sobre los aut¨¦nticos propietarios del inmueble que la agencia Strauss Trust ofreci¨® para alquilar a m¨¢s de una veintena de familias de inmigrantes. Y a?adi¨®: "A ese se?or [Juan Toribio] me lo encontr¨¦ varias veces en el ascensor. Me dijo que ¨¦l y su familia estaban ah¨ª para lo que necesit¨¢semos. Era muy amable y simp¨¢tico. En el tiempo que estuvo aqu¨ª, siempre llevaba varios m¨®viles y sub¨ªa constantemente con gente". "Pero no llegaron a poner nunca su nombre en el buz¨®n", matiza.
El edificio donde se encuentra el piso en el que ayer todav¨ªa dorm¨ªan 15 inmigrantes viven, principalmente, familias de clase media con hijos. Est¨¢ situado en el barrio de Las Rosas, cerca del estadio de la Peineta, frente a una zona de chal¨¦s.
Dispone de plazas de garaje y una enorme piscina en el patio central. "?Qu¨¦ l¨¢stima! Mi ni?o ya ten¨ªa ganas de darse un ba?o...", dec¨ªa una de las v¨ªctimas. Muchos de los inmigrantes justificaban el esfuerzo econ¨®mico que hab¨ªan realizado para pagar las fianzas por las comodidades que ten¨ªa su nueva casa. No era una
cueva
en el centro, como tantos que se ofrecen a inmigrantes, sino una casa de verdad.
"Como en el alquiler ven¨ªa incluida una plaza de garaje, mi madre le pregunt¨® a Juan si pod¨ªa traer antes del s¨¢bado mi moto. ?l dijo que no hab¨ªa problema. Por suerte, finalmente no lo hice; si no, quiz¨¢ ahora me la habr¨ªa confiscado la polic¨ªa como prueba", reflexionaba Jos¨¦ Luis, uno de los afectados, que se han pasado dos d¨ªas llamando a los tel¨¦fonos de Juan Toribio y Ramona Hern¨¢ndez, ambos apagados.
Ayer, los habitantes del inmueble permanec¨ªan ajenos a la situaci¨®n de sus nuevos vecinos. Al mediod¨ªa se daban un ba?o tranquilamente y se mostraban sorprendidos cuando se les comunicaba la noticia. "Hombre, tampoco nos gustar¨ªa que se nos llenara el edificio de inmigrantes", dec¨ªa con la boca peque?a una vecina. "Pero claro, los ves as¨ª y te dan mucha pena".
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