"Es como otra marea negra"
La localidad coru?esa de Rianxo se libr¨® hace cuatro a?os del petr¨®leo derramado tras el naufragio del Prestige, pero esta vez no ha tenido tanta suerte. El peligro ahora viene por tierra y sus consecuencias son mucho m¨¢s devastadoras. El incendio ha obligado a evacuar a decenas de personas que viven en peque?as aldeas enclavadas en las proximidades de zonas boscosas. La mayor¨ªa son personas mayores que sufren sobre todo las consecuencias del humo. El polideportivo del pueblo se ha convertido en el lugar de acogida para los desplazados que pasan las horas con la angustia de no saber cu¨¢ndo podr¨¢n volver a sus casas y en qu¨¦ estado encontrar¨¢n sus pertenencias. La situaci¨®n en Rianxo no es m¨¢s que un ejemplo del caos que se vive en muchos rincones de Galicia, como toda la pen¨ªnsula coru?esa del Barbanza, a la que pertenece esta localidad
Los vecinos son los protagonistas en la lucha contra el fuego, mientras el alcalde, el socialista Pedro Pi?eiro, coordina el combate contra las llamas desde las inmediaciones de un incendio. "Esto es como una segunda marea negra", afirma. Pese a que los medios para la lucha contra el fuego nunca son suficientes, Pi?eiro disculpa la falta de efectivos por la existencia de numerosos focos en toda la comarca.
En su opini¨®n la mayor¨ªa son provocados y esto parece muy claro en el que afecta a su pueblo: "Se inici¨® el domingo en tres focos diferentes y al mismo tiempo". Ante las dificultades para luchar en el interior de los montes, la t¨¢ctica es esperar que las llamas se aproximen a las casas donde los vecinos han realizado cortafuegos y han humedecido el terreno.
Problemas respiratorios
En el polideportivo del pueblo quedan a primera hora de la tarde unas 25 personas del medio centenar que llegaron buscando refugio. Dos ancianos permanecen sentados y conectados a sendas bombas de ox¨ªgeno y varias decenas de personas han sido atendidas en el centro de salud de Rianxo por problemas respiratorios. Lo mismo ha ocurrido en otras localidades de la comarca del Barbanza donde una densa humareda cubre el aire y se mete en las casas. "Incluso con las ventanas cerradas se cuela para dentro", claman los vecinos. Entre los refugiados en el polideportivo est¨¢ Dolores So?ora, una mujer de unos 35 a?os que el lunes vivi¨® una aut¨¦ntica pesadilla tras despertarse de improviso en una habitaci¨®n llena de humo: "Me hab¨ªan puesto una inyecci¨®n y me hab¨ªa echado a descansar tras sufrir una crisis de ansiedad porque una de mis t¨ªas hab¨ªa desaparecido y la cre¨ªamos muerta. Me despert¨¦ en medio de la humareda y la Guardia Civil estaba evacuando la zona. Mi familia ya ha vuelto a casa pero yo a¨²n no estoy recuperada".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.