El Osasuna escapa con vida

El Osasuna consigui¨® en Hamburgo lo que fue a buscar: cualquier cosa menos una derrota. Regres¨® sin recibir goles y sus jugadores se sintieron satisfechos de inmediato. Ante s¨ª hab¨ªan descubierto a un rival temible. Un equipo que en muchos momentos estuvo a punto de amargar el debut de los navarros en la Liga de Campeones. No fue as¨ª porque al Hamburgo le falt¨® el gol y porque Osasuna se manej¨® con su habitual sentido de la brega. En el Reino de Navarra los jugadores que ayer visitaron Alemania esperan tender la red en aguas amigas. "All¨ª ellos no podr¨¢n tocarla como la tocaron aqu¨ª. All¨ª nosotros sabemos c¨®mo movernos", dijo Valdo, con una sonrisa, como si el viejo Sadar tuviera alg¨²n pasadizo secreto. El 0-0 despierta la esperanza.

La nueva ola del f¨²tbol alem¨¢n no pasa por el Hamburgo. El equipo que se present¨® ayer no ha variado su estilo tras el Mundial. Sigue fiel a su historia de b¨²squeda de referencias en ultramar o del otro lado de la frontera. En este puerto no hay necesidad de reconvertirse ni nostalgia de los l¨ªberos, ni de centrales como postes de tel¨¦grafo, ni del juego directo. El Hamburgo ofrece perfiles propios de otra cultura futbol¨ªstica. Se define por un centro del campo muy creativo, en permanente movimiento, con futbolistas que interpretan varios registros, con gente de oficio que antes elige cuatro pases r¨¢pidos que un pelotazo. Es el caso de Van der Vaart, que juega con acompa?antes que lo siguen en la misma onda. En su zona de influencia se hizo fuerte el Hamburgo y perdi¨® la pelota el Osasuna. No pod¨ªa ser de otra manera porque el Hamburgo concentr¨® sus jugadores m¨¢s astutos por donde ten¨ªan que canalizar el juego Pu?al y Ra¨²l Garc¨ªa. Los dos medios navarros se encontraron siempre entre camisetas enemigas. De esto se pueden conjeturar dos posibilidades: o los enemigos ten¨ªan mucho valor o los amigos optaron por no presentarse.

El Osasuna comenz¨® el partido con s¨ªntomas de estar un poco abrumado ante la magnitud de la cita. La Liga de Campeones es un territorio extra?o para este equipo. Al menos en el arranque, cuando el Hamburgo despleg¨® su mejor versi¨®n y Sanogo le tom¨® la espalda a sus marcadores, los cimientos del equipo navarro se tambalearon. Osasuna tuvo un m¨¦rito: sobrevivi¨® sin desesperarse durante la primera media hora. La fortuna suele esconder valores ocultos. La defensa de Ricardo no regal¨® nada. Y el portero menos. Ayer estuvo sereno y el¨¢stico como un cefal¨®podo.

Sin otro remedio que buscar el contragolpe, Osasuna dispuso de pocas ocasiones de agredir a su rival. Milosevic, que juega andando, fue el ¨²nico que propuso salidas claras en medio del aluvi¨®n. Sus compa?eros se limitaron a dejar que el partido se extinguiera. Pero no hubo manera de evitar que el Hamburgo siguiera generando peligro. Hasta el final. Ricardo no dej¨® de estirarse. El empate a cero era un sue?o hecho realidad para estos chicos habituados a los recovecos que les promete el viejo Sadar.

Hamburgo: Krichstein; Reinhardt, De Jong, Kompany, Jarolim, Demel, Van der Vaart, Trochowski (Lauth, m. 73), Guerrero, Sanogo y Mahdavikia.

Osasuna: Ricardo; Monreal, Javier Fla?o, Josetxo, Cu¨¦llar, Pu?al, David L¨®pez, Ra¨²l Garc¨ªa, Delporte (Valdo, m. 69), Soldado (Romeo, m. 78), Milosevic (Nekouman, m. 88).

?rbitro: Zbigniew Przesmycki (Polonia). Amonest¨® a Trochowski del Hamburgo, y a Josetxo, Delporte, David L¨®pez y Cu¨¦llar del Osasuna.

Unos 30.000 espectadores en el AOL Arena de Hamburgo. Boulahrouz, del Hamburgo, se lesion¨® durante el calentamiento y es duda para el partido de vuelta.