El peligro de Hezbol¨¢

Yerran los que creen que Hezbol¨¢ es un simple movimiento de resistencia a una ocupaci¨®n israel¨ª de L¨ªbano, inexistente desde hace seis a?os. El Partido de Dios se ha convertido, desde la retirada israel¨ª del a?o 2000, en un Estado dentro de un Estado, que amenaza, en primer lugar, a la estabilidad e independencia de L¨ªbano, en cumplimiento de los designios del r¨¦gimen de Teher¨¢n, con la complicidad de una Siria, que todav¨ªa no ha digerido su forzada salida de territorio liban¨¦s.

Para los ayatol¨¢s iran¨ªes, la consolidaci¨®n de un L¨ªbano secular, pr¨®spero y democr¨¢tico constituye un anatema. Ser¨ªa como aceptar una segunda cabeza de puente de Occidente en la zona (la primera es Israel), que es necesario impedir. Para Siria, un sistema democr¨¢tico, instalado en su antiguo feudo liban¨¦s, amenazar¨ªa el monopolio de poder baazista en Damasco. Los asesinatos de Rafik Hariri y de otros pol¨ªticos y l¨ªderes de opini¨®n libaneses en los ¨²ltimos a?os as¨ª lo prueban. ?sas son las premisas que hay que establecer para entender el ataque de la milicia de Hezbol¨¢ a Israel el 12 de julio.

Durante seis largos a?os, Hezbol¨¢ ha constituido su propio Estado en el sur del L¨ªbano, desde donde poder hostigar a Israel a su antojo y conveniencia, ante la impotencia del Gobierno de Beirut, del que para mayor inri forma parte. Desde Tiro a la famosa l¨ªnea azul ha construido bunkers y t¨²neles subterr¨¢neos, ha excavado trincheras y se ha armado hasta los dientes, no con armamento ligero, como un movimiento terrorista local tipo IRA o ETA, sino con material pesado y bal¨ªstico y hasta con alg¨²n que otro drone (avi¨®n ligero no tripulado), uno de los cuales fue derribado el martes en las cercan¨ªas de Haifa por las bater¨ªas israel¨ªes.

Y todo esto ante la ?mirada? de los observadores de la ONU, cuyos informes, suponemos, constituyeron la base de las resoluciones 1559 y 1680, exigiendo su desarme total, y que, como tantas otras decisiones de la organizaci¨®n internacional, han sido ol¨ªmpicamente ignoradas. Ir¨¢n y Siria se reparten el papel de suministradores. Seg¨²n informaba el lunes The New York Times, Damasco pertrecha a Hezbol¨¢ con granadas y proyectiles antitanques rusos Metis y RPG-29, procedentes de su Ej¨¦rcito, mientras que Ir¨¢n facilita la coheter¨ªa. No s¨®lo los antiguos Katiusha, destinados a las poblaciones cercanas a la frontera norte de Israel, sino los m¨¢s modernos Fajer-3 y Fajer-5, que, con un alcance m¨¢ximo de entre 50 y 75 kil¨®metros, golpean Haifa y sus alrededores. Seg¨²n fuentes de la inteligencia norteamericana, citadas por el peri¨®dico neoyorquino, Ir¨¢n no ha autorizado todav¨ªa a su apoderado liban¨¦s el lanzamiento del misil Zelzal, que, con un alcance de 200 kil¨®metros, podr¨ªa llegar a Tel Aviv.

Ante esta realidad -a d¨ªa de ayer m¨¢s de 3.000 cohetes hab¨ªan ca¨ªdo sobre territorio israel¨ª-, ?sorprende a alguien que Israel se resista a retirarse de sus actuales posiciones hasta la llegada de una potente fuerza internacional que le garantice el cese de los ataques de Hezbol¨¢? Y, sobre todo, ?qui¨¦n se va a encargar de desarmar a los fundamentalistas?, ?el Ej¨¦rcito liban¨¦s que, hasta ahora, en acertada frase de mi compa?era ?ngeles Espinosa, ha sido el mudo de esta tr¨¢gica pel¨ªcula? Porque, si no se desarma a la milicia chi¨ª, ?qui¨¦n garantiza que, conseguido un alto el fuego a trancas y barrancas, no traslade su arsenal al norte del r¨ªo Litani para reanudar sus ataques dentro de unos meses, una vez tranquilizadas las aguas? No se olvide que los fines ¨²ltimos de Ir¨¢n, Hezbol¨¢ y el ala militar de Ham¨¢s son la eliminaci¨®n f¨ªsica de Israel. (Por si se hab¨ªa olvidado, lo acaba de recordar en la reciente conferencia isl¨¢mica de Kuala Lumpur, el presidente iran¨ª, Mahmud Ahmadineyad). Y no es un deseo quim¨¦rico, sino la expresi¨®n de un fanatismo, basado en la teor¨ªa del martirio a trav¨¦s de la muerte. En este contexto, ser¨ªa suicida para Occidente permitir que Ir¨¢n desarrollase el arma at¨®mica, porque, con sus l¨ªderes actuales, no hay duda de que la utilizar¨ªa. Como avance de sus intenciones, Teher¨¢n ya ha anunciado que piensa ignorar la ¨²ltima resoluci¨®n del consejero de Seguridad, en la que se conmina a Teher¨¢n a cesar sus actividades de enriquecimiento de uranio antes del d¨ªa 31. Los fundamentalistas no odian a Occidente a causa de Israel. Todo lo contrario. Odian a Israel porque representa los valores de Occidente en la zona. Lo dijo el martes el l¨ªder del Likud, Benjam¨ªn Netanyahu, en la BBC y ten¨ªa raz¨®n.