Algunos turistas se van o anulan reservas
El s¨¦ptimo d¨ªa, la paciencia se agot¨®. Hasta entonces, la campa?a hotelera de Galicia apenas hab¨ªa acusado los efectos de los incendios, pero el fuego y el humo comienzan a minar el sosiego del turista de vacaciones, y hoteles, c¨¢mpings y casas de turismo rural multiplican desde ayer las cancelaciones y salidas anticipadas.
El sector le ve ya las orejas al lobo. Algunos establecimientos peque?os han perdido pr¨¢cticamente la totalidad de las reservas que ten¨ªan para la semana pr¨®xima, y en determinados lugares, como el c¨¢mping Ancoradoiro, de Muros (A Coru?a), desalojado ya dos veces por el acoso de las llamas, es el propietario el que desaconseja el ingreso a los turistas.
Durante los primeros d¨ªas, el fuego era casi una an¨¦cdota, una singularidad m¨¢s del viaje. Los turistas fotografiaban la catedral de Santiago con una columna de humo de fondo y se les pod¨ªa ver en las playas bajo la nube de humo. Pero las cancelaciones se suceden, y el presidente de la Asociaci¨®n de Empresarios de Hospedaje de Pontevedra, Jos¨¦ Manuel Barbosa, se confiesa ya "realmente preocupado".
"?Quedarse, para qu¨¦?, ?para ver c¨®mo se quema el pa¨ªs?", se pregunta Wole Heinrich, el alem¨¢n que dirige Ancoradoiro. El suyo es un peque?o c¨¢mping con apenas 150 plazas. "La gente viene y va de un lado para otro, pero muchos, sobre todo extranjeros, ya se han ido. No les hace gracia ver c¨®mo se quema todo a su alrededor", cuenta.
Un panorama feo
Moa?a, en Pontevedra, es uno de los ayuntamientos de la zona m¨¢s castigados por las llamas, y los clientes de O Canastro, de turismo rural, han cancelado casi todas las reservas que ten¨ªan para la segunda quincena de agosto, a pesar de los esfuerzos de su due?a, Puri Chor¨¦n, por demostrar que alrededor de su establecimiento nada ha cambiado. "Desde la puerta s¨®lo se ve bosque, bosque sin arder, pero las noticias est¨¢n transmitiendo una imagen de Galicia que hace que todo el mundo se eche atr¨¢s", se queja. O Canastro s¨®lo tiene cuatro habitaciones. Hace unos d¨ªas estaban todas reservadas. Entre el mi¨¦rcoles y el jueves se cancelaron tres, y Puri est¨¢ convencida de que caer¨¢ la cuarta.
M¨¢s feo est¨¢ el panorama por los montes de Redondela. Hasta hace poco, el hotel rural Casa Figueroa estaba repleto, pero a medida que los clientes se van, desaparecen los que iban a reemplazarlos. Con una ¨²nica explicaci¨®n: "Tienen miedo", reconoce la gerente, Rosa Gonz¨¢lez.
En los hoteles, el ritmo de cancelaciones es m¨¢s lento. Se trata de clientes que se mueven m¨¢s de un lado para otro de la comunidad aut¨®noma, pero forman parte del numeroso grupo de afectados por los constantes cortes de carreteras.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.