A la caza de la 'ortiga de mar'
El Ministerio de Medio Ambiente fleta 14 barcos pesqueros para limpiar de medusas el litoral malague?o
Los municipios del litoral malague?o, sobre todo en su parte oriental, entre Nerja y M¨¢laga, llevan dos veranos pendientes de la veleta. El mismo viento de Levante que tan famoso hizo el ex ministro Federico Trillo-Figueroa cuando la toma del islote Perejil en 2002, trae consigo otra invasi¨®n de las costas espa?olas. Miles de medusas dejan su h¨¢bitat en la plataforma continental, a unos 30 kil¨®metros del litoral, y son remolcadas por la brisa desde el interior del Mediterr¨¢neo hacia las playas, donde les aguardan aguas m¨¢s c¨¢lidas y con m¨¢s nutrientes y miles de turistas desprevenidos.
El pasado martes m¨¢s de 200 ba?istas fueron atendidos por picaduras de estos molestos cnidarios en los arenales de la Axarqu¨ªa. Ante esta plaga, que en los d¨ªas anteriores oblig¨® a izar la bandera roja en las playas de la costa granadina tras picar a m¨¢s de mil personas, la Demarcaci¨®n de Costas de M¨¢laga, del Ministerio de Medio Ambiente, flet¨® el jueves 14 peque?os barcos para limpiar el litoral de estos invertebrados urticantes. Ayer tambi¨¦n se puso en marcha un dispositivo similar en la costa almeriense, entre Adra y Moj¨¢car.
Turistas, empresarios y pol¨ªticos cruzan los dedos para que no haya viento de Levante
Rafael, de 26 a?os e hijo de pescador, patronea una de estas embarcaciones de unos cinco metros de eslora y motor de 90 caballos. En condiciones normales, sirven como auxiliares de los grandes barcos en las salidas nocturnas de pesca de boquerones, sardinas o doradas, y en verano los municipios los contratan para limpiar el litoral. "Se recoge mucha basura: bolsas, botellas, algas... la semana pasada llenamos 17 bolsas. Iba el barco medio hundido", asegura. Algunos d¨ªas se han llegado a sacar del agua sombrillas y sillas de playa. Y ayer rescataron el palo de una escoba.
El pasado mi¨¦rcoles, este joven moreno y espigado, acompa?ado por su prima Victoria, recogi¨® cuatro kilos de medusas. Fue su mayor captura. "Otros barcos recogieron dos cubos de 25 litros llenos, y algunos bichos eran grandes". Los invertebrados terminan sus d¨ªas muy lejos del mar, en el vertedero de Valsequillo, de Antequera, que est¨¢ habilitado para residuos animales.
Para las labores de saneamiento, los pescadores han instalado en la proa de sus barquillas unas gavias, que son una especie de jaula con boca rectangular que termina en dos sacos de red muy fina.
El jueves, el viento rol¨® a poniente y alej¨® las medusas de las playas, pero a¨²n as¨ª los barcos salieron a buscarlas. En un recorrido de unas 16 millas n¨¢uticas (30 kil¨®metros) a unos 200 metros de la playa entre Caleta y el l¨ªmite de Nerja, a bordo de la barquilla de Rafael -equipada con GPS, sonda y dos emisoras de radio- apenas s¨ª se vio media docena de estos animales gelatinosos con forma de sombrilla y 600 millones de a?os de existencia, que los bi¨®logos llaman pelagia noctiluca, y muchos pescadores andaluces, agua cuaj¨¢.
Sin embargo, la salida s¨ª permiti¨® intuir una de las claves de la presencia de medusas, unos animales que tambi¨¦n aprovechan las corrientes marinas para desplazarse. En todo el recorrido, efectuado a una velocidad de cinco nudos, no se vieron casi medusas, pero tampoco se vio ni un solo pez que se pudiera alimentar de ellas. Adem¨¢s, la temperatura del agua era m¨¢s propia de una piscina cubierta que del mar, aunque este mar sea el Mediterr¨¢neo.
Aunque los pescadores est¨¢n convencidos de que la presencia de medusas es "la normal" de los ¨²ltimos a?os, y Rafael afirma que el verano pasado "hubo m¨¢s" de estos cnidarios, Jes¨²s Bellido, bi¨®logo del Aula del Mar, en M¨¢laga, lo ve de forma diferente. "Llevamos un par de a?os en condiciones ¨®ptimas para que proliferen", opina. Por un lado, la sobrepesca ha diezmado las poblaciones de tortugas marinas y peces grandes migradores como el at¨²n, que se alimentan de medusas. Por otro, la fuerte sequ¨ªa que vive el litoral mediterr¨¢neo impide que llegue agua m¨¢s fr¨ªa desde los r¨ªos hacia el mar y acaba con la frontera natural que frenaba la entrada de medusas.
En las playas, el color de las banderas cambia con la rapidez de un sem¨¢foro. Muchas han vuelto a poner la ense?a verde, aunque otras, como las de M¨¢laga capital o las de Almu?¨¦car y Motril (Granada), han optado por un prudente amarillo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.