'Roma' emprende su segunda conquista

Siete a?os y m¨¢s de cien millones de d¨®lares (78,4 millones de euros) fue lo que le cost¨® a la cadena HBO el nacimiento de un nuevo imperio televisivo, el de la serie Roma, la historia ¨¦pica de vidas ordinarias en la antigua Roma que sigue la vuelta a casa de los soldados Lucius Vorenus (Kevin McKidd) y Titus Pullo (Ray Stevenson) mezclados en el ascenso, y ca¨ªda, del gran Julio C¨¦sar.

Cuatro emite hoy (0.50) el pen¨²ltimo cap¨ªtulo de esta superproducci¨®n ¨¦pica. La primera etapa de la serie finalizar¨¢ el pr¨®ximo lunes, pero la cadena de Sogecable ya ha anunciado la adquisici¨®n de la segunda temporada.

Roma fue una campa?a ambiciosa. La producci¨®n televisiva m¨¢s cara jam¨¢s acometida, que una vez en marcha ya est¨¢ preparando su segunda etapa con ¨ªnfulas de triunfo en los decorados m¨¢s grandes jam¨¢s construidos: m¨¢s de 20.000 metros cuadrados de terreno en los estudios italianos de Cinecitt¨¢, cuna de otras ¨¦picas de togas y sandalias, como el Ben-Hur de Charlton Heston, donde ahora se levantan, majestuosas, las reconstrucciones del Foro romano a tan s¨®lo diez kil¨®metros de distancia de donde yacen las verdaderas ruinas de aquel entonces.

La serie recrea las historias de violencia, sexo y traiciones en el Imperio Romano

Los decorados ocupan 20.000 metros cuadrados en los estudios de Cinecitt¨¤

Eso s¨ª, en el set no hay ni una piedra, una ciudad construida a base de fibra de vidrio, gomaespuma y cart¨®n piedra, y que por necesidades de espacio mezcla las arenas de Egipto y alg¨²n trozo de sus pir¨¢mides junto al Arco del Triunfo para poder rodar las escenas de Marco Antonio y Cleopatra sin salir de Cinecitt¨¢. "Tambi¨¦n hicimos aqu¨ª las luchas de gladiadores. Pero para estas cosas cubrimos el Senado con un fondo azul y podemos simular, por ejemplo, que se trata de Alejandr¨ªa", detalla el historiador Jonathan Stamp, encargado de que la serie cumpla ese delicado equilibrio entre la precisi¨®n hist¨®rica y lo que se siente como aut¨¦ntico.

Como reconoce el creador, productor y guionista de la serie, Bruno Heller, la producci¨®n de la primera temporada estuvo al borde de la muerte en varias ocasiones por el coste, los problemas de log¨ªstica e incluso las cr¨ªticas de los puristas y de aquellos asustados por el sexo y la violencia que campan en esta versi¨®n nada religiosa de lo que era la vida en el Imperio Romano. Pero cuando lleg¨® el tercer episodio a las pantallas de la televisi¨®n estadounidense qued¨® claro que la segunda temporada ser¨ªa un hecho.

"Es muy duro dejar Roma, y a¨²n m¨¢s la serie", a?ade April Ferry, candidata al Emmy por su trabajo al frente del departamento de vestuario. Prepar¨® desde cero m¨¢s de 4.000 trajes para los 12 primeros episodios y en esta segunda temporada ya va por los 2.000 atuendos. Aunque la nueva oleada de Roma no llegar¨¢ a las pantallas estadounidenses hasta 2007, ya hay unos siete episodios rodados y casi diez escritos.

El ritmo es tan brutal como en la primera ronda en esta coproducci¨®n entre HBO y la BBC, donde siempre hay de manera simult¨¢nea tres episodios en producci¨®n para economizar. Al menos en esta ocasi¨®n, los decorados ya est¨¢n construidos y han adquirido una cierta solera con el paso del tiempo. Las hierbas han crecido de forma natural entre las grietas como si los muros fueran de piedra.

Se trata de una econom¨ªa del agrado de los productores que si se decidieron a rodar en Europa, y m¨¢s concretamente en Roma, no fue s¨®lo por acercarse a la historia. Seg¨²n reconoce Stamp, ninguna otra industria tiene el artesanado de los t¨¦cnicos italianos a la hora de reconstruir su historia. "Adem¨¢s no somos del Sindicato de Actores, con lo que se ahorran mucho en derechos de autor", apostilla James Purefoy, el nuevo Marco Antonio y, como el resto de los actores principales de la serie, de origen brit¨¢nico.

Pero con una nueva temporada tambi¨¦n llegan los cambios en una ciudad como Roma que sigue creciendo. Para los pr¨®ximos episodios, los grandiosos estudios italianos han reconstruido la colina Aventina, la m¨¢s grande de la ciudad, coronada con el templo de Diana. En esta zona comercial, portuaria y un poco barriobajera, se instalar¨¢ Vorenius tras la muerte de su esposa, Niobe (Indira Varma), y el anunciado asesinato de Julio C¨¦sar (Ciar¨¢n Hinds), cl¨ªmax en el que concluy¨® la primera temporada.

Sin dar muchos detalles sobre lo que le espera al espectador, la serie comenzar¨¢ donde lo dej¨® la temporada anterior y tras la muerte de C¨¦sar seguir¨¢n las tribulaciones de Marco Antonio. Algo m¨¢s de una d¨¦cada de luchas de poder, traiciones, sexo, guerras y violencia que concluir¨¢ con toda seguridad con otra muerte notable. "Ser¨¢ una lucha para reemplazar la figura paterna del C¨¦sar, casi como los problemas que da una herencia", confirma Heller, empe?ado en hacer de la historia algo cotidiano. En cuanto a los protagonistas, esta especie de Asterix y Obelix para adultos dadas las dosis de sexo y violencia, ahora ser¨¢ Vorenius el que sucumbir¨¢ a la decadencia romana mientras que Pullo, casado, intentar¨¢ ayudar a su amigo.

Con la segunda temporada ya en marcha, las dudas est¨¢n en la tercera. Las opiniones dentro del rodaje son de lo m¨¢s diversas, aunque en todos los casos apuntan al inter¨¦s del p¨²blico. Con la primera temporada reci¨¦n editada en DVD en Estados Unidos, Heller se?ala que su venta ser¨¢ decisiva para determinar el futuro de esta serie de tan alto coste. "Somos muy caros y el euro nos est¨¢ matando en comparaci¨®n con el d¨®lar", a?ade Stevenson, que tras cerca de dos a?os y medio viviendo en Roma, donde se ha echado novia, no quiere ver el final de sus vacaciones romanas.

Por el contrario, McKidd asegura que el sentimiento en el seno del rodaje es que habr¨¢ una tercera temporada, un periodo interesante que permitir¨ªa acercarse hist¨®ricamente al nacimiento del cristianismo. Stamp resume el futuro de esta serie con humor parafraseando a uno de los ejecutivos de HBO que dijo eso de "la comida en Roma es tan buena que no est¨¢ nada claro que ¨¦sta sea la ¨²ltima temporada".