Un ba?o castizo para el alcalde
Cientos de madrile?os acuden a la tradicional 'bajada' de la imagen que clausura las fiestas de la Paloma
La Virgen de la Paloma baj¨® ayer -como cada a?o desde 1939 con ayuda de los bomberos- desde su retablo hasta el altar de la iglesia construida en su honor. Sin embargo, no pudo contemplar si el cardenal-arzobispo de Madrid, Antonio Mar¨ªa Rouco Varela, hab¨ªa perdonado al alcalde Alberto Ruiz-Gallard¨®n por su desobediencia cat¨®lica al casar a dos militantes gays del Partido Popular el pasado 29 de julio.
La misa en honor de la Virgen celebrada en la iglesia de San Pedro el Viejo, conocida por todos los madrile?os como la de Nuestra Se?ora de la Virgen de la Paloma, fue presidida por el alcalde y oficiada por uno de los obispos auxiliares de Madrid, que no expres¨® ning¨²n reproche directo a Gallard¨®n.
Algunos inmigrantes se atrevieron a probar los entresijos y las gallinejas
S¨®lo se le escuch¨® una petici¨®n intensa a los fieles sobre la importancia de "tener la fe cristiana siempre presente, tanto en la vida privada como en la p¨²blica". En la v¨ªspera de la boda homosexual que el jefe del Gobierno municipal ofici¨® en la Casa de la Panader¨ªa, el arzobispado hizo p¨²blico su reprobaci¨®n del comportamiento de Ruiz-Gallard¨®n, a quien record¨® que una persona cat¨®lica debe ser fiel a la doctrina de la Iglesia en todo momento, "incluidos los pol¨ªticos".
El alcalde rehus¨® contestar entonces a la entidad eclesi¨¢stica madrile?a, aunque fuentes de su equipo aseguraron que existi¨® un "agravio comparativo" de la Iglesia con otros cargos p¨²blicos del PP que ya hab¨ªan oficiado bodas gays, como el alcalde Ourense.
En la iglesia abarrotada revolotearon ayer intensamente los abanicos durante toda la ceremonia. Los visitantes de las fiestas de la Virgen de la Paloma, que finalizaron ayer, entraron y salieron del templo a lo largo de la ma?ana. La mayor¨ªa de los asistentes, de avanzada edad, buscaron un lugar privilegiado para contemplar el momento ¨¢lgido de la fiesta, la bajada de la imagen de la Paloma a cargo del cuerpo de bomberos del Ayuntamiento de Madrid. El honor de descender el cuadro le toc¨® al cabo Antonio Flores. Con un juego de poleas, unas cuerdas y una escala, los bomberos cumplieron con la tradici¨®n que permiti¨® a los que lo desearon besar la imagen de la patrona popular de los madrile?os. El lienzo con la efigie de la Virgen fue encontrado en 1787 en un corral del n¨²mero 21 de la calle de la Paloma, donde en 1912 se levantar¨ªa la iglesia neomud¨¦jar que hoy lleva el nombre de Nuestra Se?ora de la Virgen de la Paloma. Un informe de 1792 de Luis Vicente Delgado, p¨¢rroco de San Andr¨¦s, cuenta que una de sus feligresas, Isabel Tintero, recogi¨® la imagen que unos j¨®venes arrastraban por el suelo. Esta circunstancia suscit¨® su devoci¨®n y decidi¨® colocarla en el portal de su casa, en la calle de la Paloma. All¨ª encendi¨® una vela y los vecinos empezaron a venerarla.
El cuadro se baja del altar para poder exhibirlo a lo largo de las calles adyacentes a la iglesia en la procesi¨®n tradicional que se celebra por la tarde y en la que tambi¨¦n march¨® ayer el alcalde, que se dio un ba?o castizo en el coraz¨®n de Madrid.
La tradici¨®n de encargar a los bomberos el descenso de la imagen se remonta a 1939, cuando los castizos vecinos de la calle de la Paloma pidieron a estos profesionales que bajaran el cuadro para poder celebrar la procesi¨®n.
Desde entonces los agentes antiincendios no han fallado ning¨²n a?o a su cita, incluso en momentos de discrepancia con el Gobierno municipal como en 2003 y 2004, cuando los bomberos reivindicaron al alcalde mejoras en sus condiciones de trabajo.
"?Viva la Virgen de la Paloma!, ?Viva el cuerpo de bomberos!", exclam¨® un hombre. La Paloma descendi¨® ayer al m¨¢s puro estilo de la Semana Santa andaluza, con v¨ªtores y piropos. "?Guapa!", grit¨® una mujer justo antes de que el cuadro, de unos 80 kilos, fuese recogido por dos funcionarios.
La entrada principal a la iglesia se llen¨® de c¨¢maras digitales y m¨®viles para inmortalizar el momento cumbre de las fiestas. Entre los asistentes, numerosos inmigrantes que acudieron a la misa. Alguno incluso se atrevi¨® a probar los entresijos y las gallinejas que cerraron el ¨²ltimo d¨ªa de las fiestas que cada a?o son menos castizas y m¨¢s mestizas.
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