Kodama frente a Borges
La pol¨¦mica rodea a la viuda del escritor argentino, que bloquea la reedici¨®n de las obras completas en la prestigiosa colecci¨®n La Pl¨¦iade de la editorial Gallimard.
Mar¨ªa Kodama, la viuda del escritor argentino Jorge Luis Borges (Buenos Aires 1899, Ginebra 1986), es acusada por el semanario Le Nouvel Observateur de bloquear voluntariamente la reedici¨®n de las obras completas en franc¨¦s de quien fuera su esposo en la prestigiosa colecci¨®n de La Pl¨¦iade de la editorial Gallimard, donde aparecieron en dos vol¨²menes publicados en 1993 y 1999, ediciones hoy agotadas. La editorial quisiera volver editar los libros, pero Mar¨ªa Kodama se niega. "Perdemos un mill¨®n de euros", afirma Antoine Gallimard.
El 20? aniversario del fallecimiento de Borges era una buena fecha para lanzar una nueva edici¨®n. En su momento los dos vol¨²menes estuvieron al cuidado de Jean-Pierre Bern¨¦s, amigo de Borges desde que trabaj¨® en la embajada de Francia en Buenos Aires en calidad de consejero cultural. Bern¨¦s reencontr¨® a Borges en Ginebra, entre el 4 de enero y el 4 de junio de 1986, para que le ayudase a preparar esa edici¨®n de las obras completas. Esos encuentros casi diarios fueron grabados en 122 cintas de 90 minutos que son tambi¨¦n materia de litigio para Kodama. "Tengo la intenci¨®n de publicar esas conversaciones, que tienen un inter¨¦s literario real, pero s¨®lo estrictamente literario, despu¨¦s de la muerte de la viuda y de la m¨ªa", ha dicho Bern¨¦s al semanario. Seg¨²n ¨¦l Borges estaba m¨¢s que ilusionado de entrar en La Pl¨¦iade porque eso supon¨ªa que "iba a codearse con sus amigos Montaigne, Kafka y Cervantes".
Seg¨²n 'Le Nouvel Observateur', "el editor es reh¨¦n de una viuda abusiva"
El presidente y director general de la editorial, Antoine Gallimard, recuerda que "al principio todo iba bien. Era un proyecto que yo mismo hab¨ªa impulsado y que me interesaba mucho. Hector Bianciotti [escritor argentino en franc¨¦s que trabaja para la editorial controlaba la correspondencia con la familia y los herederos de Borges], se?ala: "Todo funcion¨® hasta el momento en que nos dispon¨ªamos a publicar el segundo volumen. Entonces me contact¨® Andrew Wylie, agente de Mar¨ªa Kodama, que me hizo saber que ella exig¨ªa que cambi¨¢semos el t¨ªtulo, que estimaba la edici¨®n llena de errores, aunque fue incapaz de citar uno. Actuaba como si tuviese celos del amigo de su esposo. Y eso se hizo evidente cuando me hizo saber una ¨²ltima condici¨®n: que se rehiciese sin la participaci¨®n de Bern¨¦s". A partir de ah¨ª, seg¨²n Le Nouvel Observateur "el editor es reh¨¦n de una viuda abusiva". Para La Pl¨¦iade el perjuicio es adem¨¢s moral, de prestigio, pues la ¨²nica edici¨®n cr¨ªtica existente de la obra completa de Borges es la francesa. En su momento fue acogida con elogios un¨¢nimes, tanto por las precisiones que aportaba a los textos como por la calidad de las traducciones.
En el transcurso de esos 20 a?os transcurridos desde la muerte de Borges Mar¨ªa Kodama ha pleiteado en varias ocasiones en defensa de los derechos de autor del escritor, que ella considera tener en exclusiva. As¨ª, por ejemplo, quiso recuperar una parte del dinero generado por el libro Di¨¢logos con Borges en el que ¨¦ste conversa con el poeta Osvaldo Ferrari. El tribunal de Par¨ªs desestim¨® la demanda porque "el universo de los derechos de Mar¨ªa Kodama tiene sus l¨ªmites y no est¨¢ en perpetua expansi¨®n". El periodista argentino Juan Gasparini, residente en Ginebra, public¨® hace dos a?os La D¨¦pouille de Borges por el que nos enteramos que ahora Mar¨ªa Kodama pretende que su primer encuentro con Borges se produjo cuando ella ten¨ªa cinco a?os y, sobre todo, se pone en duda su categor¨ªa legal de viuda, dado que el matrimonio entre ambos se celebr¨® en Paraguay violando las leyes argentinas y paraguayas, que no admit¨ªan el divorcio. Y dado que Borges estaba casado, el nuevo matrimonio incurr¨ªa en bigamia y debiera ser considerado nulo. En La D¨¦pouille de Borges se relata con minuciosidad el proceso de modificaciones testamentarias que deja a la familia Borges sin nada as¨ª como lo sorprendente que result¨® la ceremonia ¨²ltima que acompa?¨® el adi¨®s a Borges, oficiada por un pastor protestante y un sacerdote cuando el escritor, agn¨®stico, hab¨ªa pedido ser incinerado. Gasparini se interroga tambi¨¦n: "?Por qu¨¦ cambiar de pronto de pa¨ªs, de abogados, de m¨¦dicos, de testamentos y de estado civil cuando se tienen 87 a?os?".
En la m¨¢s pura tradici¨®n de las mujeres j¨®venes que se casan con hombres mayores afectados de alg¨²n tipo de limitaci¨®n -Borges se hab¨ªa quedado ciego-, Mar¨ªa Kodama concentra ahora todos los reproches porque parece acumular unos derechos de cuya legalidad se duda. Y cada acci¨®n legal que emprende en defensa de lo que ella estima su propiedad, hace que se refuerce el sentimiento de que es una intrusa. Y esa intrusa se ha transformado, seg¨²n Le Nouvel Observateur, en el mayor enemigo de la difusi¨®n de la obra del maestro que ella dice respetar tanto.
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