Herencias 'kafkianas'
La disputa por el legado literario de Kafka se suma a los pleitos protagonizados por los herederos de las obras de otros autores
Alberti, Paz, Aleixandre, Cela, Hern¨¢ndez, Borges. Son nombres que remiten a hombres que crearon versos e historias inmortales, textos inolvidables que contribuyeron a cimentar el gran edificio de la literatura universal. Pero no es lo ¨²nico que tienen en com¨²n. Tambi¨¦n son nombres, como los de muchos otros, que est¨¢n asociados a una disputa por la gesti¨®n de un legado literario. El de Franz Kafka, cuya obra ha permanecido resguardada desde 1956 hasta ahora en un banco suizo, es solo el ¨²ltimo caso.
Las herencias literarias tienen una faceta econ¨®mica y otra art¨ªstica, ya que toda obra tiene unos derechos morales, que son irrenunciables, y unos derechos de explotaci¨®n, que se pueden ceder. "Respecto de los derechos econ¨®micos, la cosa est¨¢ clara. Se trata de la persona o la instituci¨®n sobre la que revierte el producto de las ventas de esa obra. Pero no tiene por qu¨¦ corresponderle necesariamente la organizaci¨®n de qu¨¦ y c¨®mo se difunde", explica ?ngel Luis Prieto, catedr¨¢tico de Literatura Espa?ola de la Universidad de Alicante. En el mismo sentido se expresa Luis Mu?oz, poeta y asesor de la Residencia de Estudiantes: "La gesti¨®n de la obra debe estar en manos de especialistas que velen por ella y sepan cuidarla y editarla adecuadamente, en consonancia con los deseos del autor".
De esta manera, han sido mucho los casos recientes en los que la actitud de un heredero ha afectado a la difusi¨®n de la obra de un autor o ha despertado disputas por los r¨¦ditos de la misma. El Nobel de Literatura mexicano Octavio Paz, por ejemplo, cre¨® una fundaci¨®n con su nombre poco antes de morir, en 1998. Lo hizo con un doble objetivo; que su legado se quedara en su pa¨ªs y garantizar la subsistencia de su mujer, Marie Jose Paz. Con ese fin nombr¨® director del organismo al historiador Guillermo Sheridan, pero este acab¨® dimitiendo en 2001, por su mala relaci¨®n con la viuda. Esta se neg¨® a vender el archivo del poeta a la fundaci¨®n e incluso lleg¨® a reclamar el cobro de derechos por los textos que aparec¨ªan en el sitio de la misma en Internet.
Seg¨²n Prieto, a los lectores no les afecta a qui¨¦n corresponda el cobro de los derechos econ¨®micos, "salvo cuando los propietarios de esos derechos mediatizan, interrumpen o impiden la correcta difusi¨®n de la obra". El catedr¨¢tico no menciona ning¨²n caso en concreto, pero no es dif¨ªcil encontrar acusaciones de ese tipo con respecto a la gesti¨®n de muchos legados. La hija de Rafael Alberti y Mar¨ªa Teresa Le¨®n, Aitana, denunci¨® en 2008 que la gesti¨®n de la viuda del poeta, Mar¨ªa Asunci¨®n Mateo, estaba poniendo en peligro la pervivencia de la memoria literaria de su padre. Entre otras cosas, Aitana se quej¨® de que El Alba del Alhel¨ª, la sociedad mercantil con la que la ¨²ltima mujer del poeta controla su legado, solicitaba cantidades de dinero demasiado elevadas por la utilizaci¨®n de sus textos.
M¨¢s pol¨¦mica
Otros casos en los que la pol¨¦mica se centra en el aspecto econ¨®mico de la herencia son los de dos ganadores del Nobel; Camilo Jos¨¦ Cela y Vicente Aleixandre. Este ¨²ltimo leg¨® su archivo, valorado en cinco millones de euros, al tambi¨¦n poeta y amigo suyo Carlos Bouso?o. En 2007, ¨¦ste inici¨® las negociaciones para vend¨¦rselo a la Junta de Andaluc¨ªa y la Diputaci¨®n de M¨¢laga. Amaya Aleixandre, sobrina y heredera del escritor, intervino en la operaci¨®n, consiguiendo que en ese momento fuera paralizada por orden judicial. En 2009, un juzgado reconoci¨® los derechos de Bouso?o y su mujer sobre la obra. En cuanto al autor gallego, que se lo hab¨ªa dejado pr¨¢cticamente todo a Marina Casta?o, su viuda y presidenta de su fundaci¨®n, un juzgado madrile?o reconoci¨® el pasado mes de enero el derecho de su hijo, Camilo Jos¨¦ Cela Conde, a cobrar m¨¢s de cinco millones de euros en concepto de herencia. En este caso tambi¨¦n interviene la vertiente art¨ªstica de la pol¨¦mica, ya que la Xunta de Galicia y la Universidad de Santiago han criticado la gesti¨®n que su fundaci¨®n realiza de su obra.
Pero, ?en qu¨¦ consiste la buena gesti¨®n de un legado literario? Para Mu?oz, no se trata de algo mec¨¢nico, "de gesti¨®n de solicitudes, sino de responder a una visi¨®n m¨¢s articulada y m¨¢s compleja. En Espa?a hay algunos casos ejemplares de buena gesti¨®n, como el de la obra de Federico Garc¨ªa Lorca a cargo de su fundaci¨®n". Seg¨²n Prieto, "no es algo autom¨¢tico ni que funcione de una manera ciega". "Interviene la determinaci¨®n de qui¨¦n va a editar esas obras y con qu¨¦ criterios. No se trata solo de ponerlas en el mercado, sino de hacerlo de una manera digna. A veces se tienen que interpretar decisiones que el autor no tom¨® expl¨ªcitamente", explica el catedr¨¢tico.
Mar¨ªa Kodama, viuda del argentino Jorge Luis Borges, puso numerosas trabas a la reedici¨®n de sus obras completas en franc¨¦s porque no estaba de acuerdo con los comentarios y la edici¨®n de textos de Jean-Pierre Bern¨¦s. La editorial Gallimard hab¨ªa publicado a trav¨¦s del prestigioso sello La Pl¨¦iade la edici¨®n de este profesor de la Universidad de la Sorbona, que para su preparaci¨®n mantuvo numerosos encuentros con Borges. Aquellos di¨¢logos quedaron grabados en 122 cintas de 90 minutos cada una, cuya propiedad tambi¨¦n reclam¨® infructuosamente Kodama. En los casi 25 a?os que han transcurrido desde la muerte del argentino, su viuda ha mantenido varios litigios m¨¢s relacionados con su legado.
Ni siquiera Miguel Hern¨¢ndez, en el a?o de su centenario, se ha podido librar de esta clase de disputas. En 1982, su viuda, Josefina Manresa, cedi¨® su obra al Ayuntamiento de Elche, a cambio de una cantidad mensual de dinero. Ahora, el Consistorio quiere comprar un legado que tambi¨¦n ha sido ofrecido al Ayuntamiento de su localidad natal, Orihuela. La situaci¨®n ha provocado que se dispare el precio de sus manuscritos, lo que tambi¨¦n afecta a la difusi¨®n de la obra, tasada por la Biblioteca Nacional en 2,1 millones de euros. Los problemas no acaban ah¨ª. La familia del poeta tampoco deja utilizar su nombre en las celebraciones del centenario y algunos expertos se han replanteando sus trabajos conmemorativos, dadas las cantidades exigidas por los derechos. "Lo mejor ser¨ªa que los legados estuvieran en manos privadas que atendieran a criterios p¨²blicos, lo que puede parecer una paradoja. Pero como no est¨¢ claro que eso sea as¨ª y algunas veces los propietarios han procedido contra los intereses del autor, lo p¨²blico es una garant¨ªa mucho mayor", asegura Prieto.
"La mala gesti¨®n de un legado puede ser muy perjudicial, aunque a los grandes autores no los tumba ni la peor de las gestiones", afirma Mu?oz. Es la historia de Kafka, cuyos escritos habr¨ªan ardido de cumplir sus deseos Max Brod, el amigo ¨ªntimo al que encarg¨® destruir todo su legado art¨ªstico. No fue el primero. Mucho antes, Virgilio quiso quemar una Eneida que consideraba incompleta en el momento de su muerte. Son solo dos ejemplos extremos de c¨®mo la gesti¨®n de los herederos de un legado puede resultar vital para su difusi¨®n. Para Mu?oz, todo lo que est¨¢ ocurriendo ahora con el legado del escritor checo es "absurdo, angustioso, laber¨ªntico". Al menos, responde al esp¨ªritu de las historias que Kafka narr¨®.
Derechos morales y patrimoniales
Las obras literarias generan a favor de sus autores derechos morales y de explotaci¨®n. Los primeros, a los que ning¨²n autor puede renunciar, son los que le permiten decidir qu¨¦ se hace con los textos, si pueden difundirse o no, y c¨®mo se difunden en caso de hacerlo, entre otras facultades. Los derechos de explotaci¨®n determinan, entre otras cosas, qui¨¦n puede reproducir o distribuir las obras. Estos derechos s¨ª son cedibles a terceros por parte del autor. Tanto los morales como los de explotaci¨®n son heredables.
Todas estas cuestiones est¨¢n reguladas por la Ley de la Propiedad Intelectual, cuyo art¨ªculo 1 establece que esta "corresponde al autor de una obra literaria, art¨ªstica o cient¨ªfica por el solo hecho de su creaci¨®n". El art¨ªculo 2, a su vez, determina que "la propiedad intelectual est¨¢ integrada por derechos de car¨¢cter personal y patrimonial". Entre los derechos personales o morales, que el art¨ªculo 14 de la Ley define como "irrenunciables e inalienables" se encuentra la decisi¨®n de si una obra se divulga y en qu¨¦ forma y la exigencia del respeto a la integridad de la misma. Estos derechos son heredables por las personas f¨ªsicas o jur¨ªdicas que el autor designe y no se extinguen nunca.
Seg¨²n el art¨ªculo 17 de la Ley, corresponde al autor el ejercicio "de los derechos de explotaci¨®n de su obra en cualquier forma y, en especial, los derechos de reproducci¨®n, distribuci¨®n, comunicaci¨®n p¨²blica y transformaci¨®n". Estos derechos econ¨®micos duran toda la vida del autor y 70 a?os despu¨¦s de su muerte. El art¨ªculo 43 de la Ley autoriza y regula la transmisi¨®n de los mismos a otras personas: "los derechos de explotaci¨®n de la obra pueden transmitirse [...] quedando limitada la cesi¨®n al derecho o derechos cedidos, a las modalidades de explotaci¨®n expresamente previstas y al tiempo y ¨¢mbito territorial que se determinen".
Babelia
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